melpomene
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- 25 Feb 2007
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Aún encima tenemos que tragar con mierdas como esta, que se nos llame hipócritas, que se nos venga a hablar de doble moral. Aún tenemos que aguantar a putos esquiroles y pagafantas pasándose al otro lado y soltando gilipolleces para mayor complacencia de putas y vulvas.
Tengo que aguantar ver cómo juegan al jueguecito y tragar sin rechistar, tengo que contemplar como una puta lo tiene TODO servido en bandeja de plata cuando no ha hecho NADA para merecer las atenciones, el dinero, el afecto, el sexo y los estímulos sociales de primer orden que disfruta en esa puta fiesta 24 horas non-stop que ella llama vida.
Tengo que ver cómo esas hijas de puta devoran almas y se ceban de pollas como cerdas hasta perder el norte por completo y creer que ellas son únicas y el resto de la gente son figurantes en su puta peliculita. Tengo que ver eso y aún encima no tengo derecho a juzgar, claro, va a ser esa la manera de proceder socialmente bien vista.
Que una zorra se pase sus veintitantos años de juventud y lozanía comiendo rabos y cuando decida "retirarse del mercado" busque a un pringao que la mantenga mientras le raciona el sexo y mina la autoridad es respetable, qué digo solo respetable, es digno de aplauso, las revistas dedican reportajes a grandes mujeres que dan ejemplo.
Pero nada de llamarlas PUTAS DE MIERDA porque no está bien, no es justo, porque follar queremos todos.
Cuando se pasa el tiempo, cuando seas un viejo y la mujer que tengas al lado se haya follado a toda tu puta ciudad mientras tú has visto tres chochos en tu puta vida, es cuando hay que respetarla y darle toda tu nómina, no vaya a ser que esa noche no te toque la pirola y te diga que le da asco.
Porque es injusto llamarlas zorras, solo porque su concepción de la existencia es la de darse un eterno homenaje y que tú estás en el mundo para complacerlas no es egoismo, son espíritus libres que debemos admirar e inmortalizar.
Igual a alguien se le ocurre decir que estamos en igualdad de condiciones, que igual que ellas manejan sus tetas los hombres debemos manejar... no se, la cartera.
Pero desde mi punto de vista no es así, desde mi punto de vista la mujer es un animal vicioso, egoista, instintivo, narcisista, competitivo y sin ningún atisbo de autocontrol, desde mi punto de vista una mujer es un sumidero que tragará todo lo que pueda mientras pueda hasta que alguien cierre el grifo.
Desde mi punto de vista la mujer no está dotada de la moral o la inteligencia para poder manejar sus atributos sexuales con sentido de la responsabilidad.
Así que las llamaré PUTAS cuando sea necesario señalárles ese hecho, porque lo son, todas lo son: niñas, madres, abuelas, reinas, lesbianas, foreras, doctoras... no merecen mi respeto, no podrán ganárselo, no dan el nivel.
Verdades como puños. Afirmo todas y cada una de las frases de este hombre (especie a extinguir por la tipologia de hombre-Maricona de hoy en dia, cada día más en voga). Anda y no le deis consejos a Wetamir que os da mil vueltas en todo. Y ahora iros a comentar las colonias que os poneis o las camisas a rallas. Me pongo enfermo.
Las personas como este señor tienen los días contados en el nuevo siglo, sí, pero aún así aplaudo su voluntad de predicar en el más vacio de los desiertos: este foro.
Al menos hay alguien que ha puesto voz a una inmensa mayoría de gente que sufre y padece tanto en España como el mundo. Claro que es más cool decir que se tiene mucho éxito con las mujeres y que 3 polvos al día son pocos. Que aquí todos somos don juanes y no nos tienen que dar consejos, ¿verdad? Entronad y endiosad a la mujer con rubíes de Tyffany's que os sacará los ojos, hijos del Cosmopolitan o del Men's Health -que la misma porquería deleznable es-.
Sí, pobrecitas ellas a las que todo les viene dado por el sólo hecho de estar buenas. Nos hacen un favor de la hostia si nos dirigen la palabras esos ángeles caidos del séptimo cielo. Y ya de tener sexo con ellas lo menos es pagarle un piso en la Castellana. Que la vida es una jungla y una mujer salta de rabo en rabo cual liana para atravesarla con fortuna.
Menos mal que a los 30 años se acaba el encanterio y la princesa eslava se convierte en bruja venenosa hija de las mil putas. Y qué hay una vez desechada la carcasa exterior en esas edades? Nada. La más miserable de las nadas.
Pero el circo continua y aquí el hombre prosigue arrastrando su polla por los bares en busca de alguna mujer que se apiade de él y que le entregue el gran objeto sagrado: la gran vulva dorada que emana rayos de luz y es capaz de hacerte brillar cual gusiluz en la noche estrellada.
Me haceis subir el azúcar de la sangre.
"Si no comprende inmediatamente, inútil continuar".