Esto iba de encierros accidentales y de usos ortográficos, pero como la cabra tira al monte, a la menor excusa empezasteis a hablar de caca. Como mi esfinter es muy distinto del vuestro, yo no tengo cagaventuras que contar, pero eso no significa que mi vida no tenga una historia paralela relacionada con la caca, que en primicia, os paso a relatar:
Mi primer recuerdo tiene que ver con la caca, no puedo datarlo con precisión, pero calculo que tendría menos de 3 años. Me había cagado, y en una sala llena de gente adulta sentada alrededor mio, me lavaban de pie, desnudo, dentro de una tina. Verguenza y caca son las palabras clave.
Mi primera gran travesura tambien tiene una palabra clave: caca.
Tendría como mucho 5 años, recolectaba heces de diferente procedencia y consistencia en mi carretilla roja nueva. La idea era pintar un coche blanco de marrón de manera absolutamente inocente y altruista. Misión exitosa.
Justifico plenamente el recuerdo de mi padre sujetandome de una pierna cabeza abajo con una mano mientras con la otra me azotaba con el cinturón.
No se que habría hecho yo si, despues de vivir intentando diferenciarme del gitano andaluz que teniamos por vecino en ese apacible pueblito alemán, me viene a decir un nativo que mi hijo untó de caca su blanco coche.
Aun hoy preferiría recibir los latigazos que tener que limpiar el coche. No se como lo limpiaría, ¿con un cubo de agua y un trapo?.