Si algo admiro de los peperos, es su habilidad para emprender, para liderar, para crear riqueza, para capitanear a la sociedad hacia el triunfo, marcarle el rumbo, valiéndose siempre del afán por mejorar, la honesta competitividad, el sentido de la justicia y el progreso, la recompensa del mérito y la excelencia.
Si hay algo que reconocerle a los podemitas, es que es gente que se bate el cobre trabajando, no se le caen los anillos poniendo ladrillos o amasando el pan que luego alimenta al pueblo, el rechazo de los lujos y la ostentación hasta que el último de entre todas las gentes pueda disfrutar como ellos, de los frutos del trabajo de la sociedad. Gente humilde, trabajadora, que huye de la mamandurria o la especulación con pisitos tan típica de los ppsoeros.
Aún recuerdo cuando trabajé hombro con hombro cargando sacos de yeso con Iñigo (Errejón),"!compañero!"-me decía-, y aún se me cae una lagrimica.