Le aplaudo, yo lo aprendí muy tarde, sobre mis treinta y medio-muchos. Y cuando iba obligado a estos saraos, al final aprendí que siempre agua y algo ligero de comer, por que en esas situaciones hay que estar despierto y poniendo atención a todo y a todos. ¿Triste y una desgracia? Sí, pero en este país tan cainita, en el que trabajar bien no es suficiente, si no más bien contraproducente, hay que ser un ninja en esta situaciones.
¿Que algún expatriado explique como son las cenas navideñas de trabajo o lo que hagan, si es que lo hacen?