Algo que muestra la evidencia de ser un necio, sin duda, es el ponerse a la cola para despedir a líderes políticos o artistas. Ocurrió con Stalin, donde hubo fallecidos por aglomeración, con Eva Perón, Nasser, Mao, los Kim Coreanos, Franco... unos idiotas tiran por los otros y así se divierten en la interminable fila. Qué diferencia con los grandes de verdad, como cuando en su último paso por los muelles del puerto de Londres del coche fúnebre con los restos de Churchill, los estibadores inclinaron las grúas al león inglés.
11.50 | El Gobierno pide a los ciudadanos que ya no se unan a la cola Larga...
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