LA HISTORIA OLVIDADA (catalanes, no hablamos de vosotros, pero podeis opinar tambien)

Hoy vamos a hablar del unico español que estuvo presente en el desfile de la victoria junto a George Washington, de un personaje que puede puede pasar a formar parte de un club muy selecto si es nombrado Ciudadano Honorario de los Estados Unidos, por su papel en la Guerra de la Independencia y su ayuda a las colonias.

El posible nombramiento está siendo tramitado en el Congreso estadounidense, tras haberlo solicitado el congresista por Florida Jeff Miller, según ha explicado a Efe la cónsul honoraria de España en Pensacola (Estados Unidos), María Dolores Davis.


Los promotores de la iniciativa esperan que la tramitación termine a finales de este año, y, si prospera, Gálvez pasará a tener un reconocimiento que solo se ha concedido a ocho personas en toda la historia, entre ellos Winston Churchill, la Madre Teresa de Calcuta y el marqués de La Fayette.

En Florida están "muy orgullosos" del general Gálvez, que en Estados Unidos está considerado como un héroe por el papel que jugó en la Guerra de la Independencia, en la que derrotó a los británicos en Pensacola.


Según los historiadores,la toma de Pensacola por parte de Gálvez en 1871 fue decisiva para el desarrollo del conflicto, pero antes ya había derrotado a los británicos en Mobile en 1780, después de que en 1779 ya arrebatara a estos los fuertes de Manchac, Baton Rouge y Paumure de Natchez, entre otros hechos notables de armas.


Además, ayudó con armas y dinero a los rebeldes de las 13 colonias, lo que propició que participara en el desfile de la victoria el 4 de julio al lado de George Washington.


De hecho, en el país hay varios monumentos dedicados al general español, entre ellos una estatua ecuestre en Washington ubicada cerca del Congreso de los Estados Unidos.


"Es impresionante: hay estatuas de Gálvez en Nueva Orleans, Mobile, Pensacola, Washington, en todos los sitios hay estatuas de Bernardo de Gálvez", ha comentado en declaraciones a Efe el alcalde de Macharaviaya, Antonio Campos Garín, quien ha lamentado que en contraposición "en España no hay ninguna".


Bernardo de Gálvez nació el 23 de julio de 1746 en Macharaviaya, donde sus paisanos celebran desde hace unos años una fiesta en memoria de su antepasado el 4 de julio. Hacen coincidir la celebración con el fin de semana, por lo que este año se celebrará el próximo sábado, 6 de julio, según ha informado el alcalde.


En cualquier caso, este próximo jueves harán undesfile en Málaga capital con un regimiento de granaderos de Gálvez con banda de música, ataviados con uniformes de época, para promocionar el Día de Gálvez.


"Las tropas de Macharavialla tomaremos Málaga el 4 de julio", enfatiza Campos, quien hace referencia a laimportancia como militar de su ilustre paisano y relata algunas de sus anécdotas, como cuando con 20 años estuvo luchando contra los indios apaches, que incluso en una ocasión lo dieron por muerto.


No deja de poner de manifiesto su asombro por el recuerdo que se tiene de su paisano dieciochesco en Estados Unidos, doscientos años más tarde. Lo pudo confirmar el año pasado cuando asistió a la celebración del Día de Gálvez en Pensacola.


"En todas las calles de Pensacola había banderas de España y de Estados Unidos, como si hubieran ido los reyes de España: se gastaron más de 30.000 dólares (23.000 euros) en banderas", ha subrayado Antonio Campos.


YO SOLO: Don Bernardo de Gálvez.

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Así reza el escudo de armas de D. Bernardo de Gálvez, por deseo expreso de su Majestad el Rey Carlos III, el único Borbón que, a mi entender, ha sido beneficioso para España (tal vez porque no debió de ser el Rey).

Gálvez se ganó el derecho a llevar esta leyenda en su escudo por sus hechos de armas en la Guerra de Independencia de América (la del Norte me refiero). Tras la Guerra de los siete años la declinante España había quedado en una peligrosa situación, con demasiados territorios perdidos y los ganados en un precario equilibrio. Entre los territorios perdidos estaba la Florida (bastante más extensa que en la actualidad), y entre los ganados la imprecisa Luisiana de nunca bien marcadas fronteras, demasiado territorio inexplorado y, hasta ese momento, francesa.

A este territorio llega como gobernador un joven Bernardo de Gálvez, de Macharaviaya en Málaga, con familia de larga tradición militar. Bernardo, a pesar de ser de buena familia, lleva en la brecha desde los 16 años, habiendo participado en diversas campañas, recibiendo casi tantos ascensos como heridas (lo cual es raro en la España época). Al llegar a la Luisiana se casa en secreto, de manera ilegal por necesitar el permiso real, con una criolla de Nueva Orleáns, Doña María Feliciana de Saint-Maxent.

Y en estas estaba cuando las colonias americanas deciden enviar misiva de hasta aquí llegamos al buen rey de la pérfida albión (lamento el ser aquí tan parcial, pero esos piratas nunca han sido santo de mi devoción)..

Francia y España, unidos por los pactos de familia, entran en juego por aquello de devolverle la pelota histórica a los iritis, y Bernardo, en un correcto análisis de la situación, ve la clave de la lucha en la zona sur en el control de la parte baja del gran río Missisipi. Decide avanzar hacia Baton Rouge, lo cual es difícil pues no cuenta con soldados para tal empresa. De esta guisa hace lo que a todos los españoles les va bien. Improvisa. Con cuatrocientos españoles, otros tantos criollos, negros, indios y mulatos varios, sorprende a las también escasas fuerzas británicas tomando todas las posiciones en las riberas del río caen, abriendo una vía de abastecimiento para los rebeldes y forzando a los británicos a reforzar el frente sur.

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Pero no es Bernardo de los que se quedan sentados en los laureles, así que se lanza hacia Mobile, formando una escuadra para tomarla. Siendo las naves dispersadas por una tormenta a punto está de no poder lograr su objetivo, pero demostrando de nuevo unas sobresalientes dotes de mando se reorganiza con rapidez y toma Mobile antes de que los refuerzos de los ingleses puedan intervenir. Tiene Bernardo de Gálvez 33 añitos y ya es Mariscal de Campo por méritos de guerra. Pero su carrera aún ha de seguir camino glorioso.

Para recuperar la Florida solo queda por lograr un objetivo, eso sí imponente por sus defensas: el puerto de Pensacola, defendido por un imponente y moderno fuerte. Pero, como hábil militar, se da cuenta que con sus pobres medios no podrá lograr este objetivo, así que no le queda ,más remedio que pedir refuerzos a la flota y fuerzas de La Habana, donde su carrera meteórica ha despertado las típicas envidias hispanas. Solo la intervención directa de Carlos III conseguirá la implicación de las fuerzas de La Habana, consiguiendo reunir hacia 1781 las fuerzas necesarias para la expedición.
Pero para tomar en Pensacola hay librar un doble escollo, el fuerte británico y la Isla de Santa Rosa, fortifica y artillada. Esta isla es tomada, pero el buque insignia español queda desabordado en el esfuerzo, lo que hace que el almirante al mando de la Escuadra Clavo Irizábal, prohibiera a los buques españoles entrar en la bahía, por miedo a los cañones del fuerte inglés.

Estando así las cosas la toma de Pensacola está a punto de suspenderse cuando, sin encomendarse a Dios o al Diablo, Don Bernardo de Gálvez sube a borde de su buque, el Galveztown, izando en el la insignia de almirante. Envía a Calvo un curioso presente, una bala de cañón con la siguiente misiva:

“Una bala de a treinta y dos recogida en el campamento, que conduzco y presento, es de las que reparte el Fuerte de la entrada. El que tenga honor y valor que me siga. Yo voy por delante con el Galveztown para quitarle el miedo.


Así dicho y hecho, en fila, con su buque adelantado, los cuatro barcos a su mando directo se cuelan en la bahía, bajo el fuego del fuerte inglés. Para sorpresa de la escuadra apenas sufren daño del vivo fuego inglés, con lo que el resto de la escuadra se cuela también entre el alborozo de las fuerzas de sitio que ven con ello próxima la caída de Pensacola. Bueno, no todos los buques cruzan. Calvo de Irizábal ordena a su barco regresar a La Habana, seguramente rabioso, furioso y envidioso.

El 9 de mayo de 1781 Pensacola cae pudiendo España considerar la Florida recuperada. Esta derrota da mucha fuerza a los rebeldes que se pueden concentrar de manera más eficaz, terminando la contienda en 1783 con el Tratado de Versalles, donde se reconocía la independencia de Norteamérica y la soberanía española en la Florida.

Don Bernardo de Gálvez, ascendido al cargo de Teniente General definitivo, se le da el título de vizconde de Gálvezton (actual Galveston en Texas). En 1785 es nombrado como virrey de Nueva España en sustitución de su fallecido padre, falleciendo el mismo al año siguiente con 40 años de vida, e imborrable recuerdo en nuestra España 8eso espero al menos). YO SOLO, rezará por siempre su escudo… toda una metáfora de nuestro nación.


En 1746 había nacido en la pequeña localidad montañosa de Macharaviaya (Málaga), siendo el primogénito del general Matias de Gálvez y Gallardo y de Josefa de Madrid. Muy pronto sintió la vocación familiar. Estudió la carrera militar en la Academia de Ávila y con tan sólo dieciséis años toma parte en la invasión de Portugal (aliado de Gran Bretaña) como voluntario, consiguiendo el grado de teniente de Infanteria.
Poco después está destinado en Nueva España como capitán, llevando a cabo una campaña contra los Apaches. Hay que decir que el Virreinato de Nueva España es el antecedente histórico inmediato del cual surgió México, pero por aquel entonces (finales del S.XVIII) tenían una enorme trascendencia sus enormes territorios para la Corona española, ya que se extendía desde los estados de Arizona, California, Colorado, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Montana, Nevada, Nuevo México, Texas, Oklahoma, Wyoming y Utah en los Estados Unidos hasta Guatemala en Centroamérica, estando bajo su dominio, la Capitanía General de Cuba, la Capitanía General de Guatemala, la Capitanía General de Filipinas y los Territorios de Florida, Louisiana y Nootka, teniendo su capital en la Ciudad de México. Nueva España no sólo administraba las tierras comprendidas entre estos límites sino también el archipiélago de las Filipinas en Asia y varias islas menores en Oceanía como Guam.
En la campaña contra los apaches Gálvez recibió multiples heridas, algunas muy serias, lo que no impidió que en 1770 -con veinticuatro años- fuera ascendido a Comandante de Armas de Nueva Vizcaya y Sonora (esto es al norte de Nueva España, el actual Nuevo México).
En 1775 regresa a España con destino en Sevilla y participa en la desastrosa expedición de O’Reilly a Argel, a pesar de lo cual cumplió la operación que se le habían encomendado, nuevas y graves heridas, un nuevo ascenso (teniente coronel) y el nombramiento como profesor en la Academia de Ávila.
Es destinado otra vez a América en 1776 como coronel del Regimiento Fijo de la Luisiana y posteriormente se le concede el cargo de gobernador, del cual toma posesión el 1 de enero de 1777. Inmediatamente se apresta a tomar medidas para atajar la amenaza britanica a la par que favorece la causa de la Guerra de Independencia de las colonias norteamericanas. En ese mismo año de 1777 se casó con una criolla de Nueva Orleans, Felicitas de Saint Maxent, viuda de Jean Baptiste Honoré d´Estrehan, antiguo tesorero del rey de Francia.
Durante 1778, refuerza la presencia española en la provincia fundando colonias (como por ejemplo la ciudad de Galveston, al sureste de la actual Texas) y continúa con la ayuda a los norteamericanos. En 1779 conquista a los ingleses los fuertes de Manchac sin una sola baja y de Baton Rouge, liberando la cuenca baja del río Mississipi de fuerzas inglesas que pudieran hostigar su capital Nueva Orleans.
En 1779 la guerra con Gran Bretaña se prevee inminente. A través de unos informes secretos conoce que los ingleses se aprestan a invadir la provincia y pasa rápidamente a la acción: refuerza sus defensas y al tener noticia del estallido de la guerra (la declaración formal fue 21 de junio), toma por sorpresa los puestos ingleses del Mississippi. Por estos méritos es ascendido a mariscal de campo con 33 años.
Su siguiente misión será tomar Mobila y Pensacola, capital ésta última de Florida, consiguiendo el primer objetivo el 13 de marzo de ese año. Realizó dos expediciones a Pensacola sin éxito. La tercera expedición contra Pensacola salió de La Habana el 28 de febrero de 1781 y culminó con la victoria el 8 de mayo.
Fue en esta acción de la toma de Pensacola donde Gálvez cobró mayor fama, al forzar con su bergantin “Galveztown” la entrada de la bahia y demostrando a los oficiales marinos de la expedición que aquello era posible. El jefe de la Escuadra española se había negado a dirigir sus barcos a la ciudad por lo peligroso de la misión. Fue entonces cuando Bernardo de Gálvez izó la bandera de almirante en su bergantín y entró solo en la bahía para dar ejemplo a los demás barcos. El mensaje que envió al capitán Calvo de Irazábal fue éste:
“Una bala de a treinta y dos recogida en el campamento, que conduzco y presento, es de las que reparte el Fuerte de la entrada. El que tenga honor y valor que me siga. Yo voy por delante con el Galveztown para quitarle el miedo.”.
Tras lo cual toda la flota le siguió y comenzó a hostigar a los ingleses. Poco después la ciudad capituló y fueron hechos prisioneros el general Campbell y el almirante Chester.
Ello supuso para España las recuperación de las dos Floridas y que los ingleses se quedaran sin plazas en el Golfo de México, exceptuando la isla de Jamaica.
El 19 de octubre de 1781 se rendía el militar y gobernador colonial inglés Charles Cornwallis en Yorktown, siendo una de las batallas definitivas de la guerra de independencia norteamericana.
En el año 1783 Gálvez regresó a España para ser consultado sobre las futuras relaciones con los EE.UU. y recibir los titulos de vizconde de Galveston y conde de Gálvez. Carlos III le concede como cimera en su escudo nobiliario la leyenda “YO SOLO” además de añadir el bergantín Galveztown a su escudo de armas, ya que gracias a su campaña el Tratado de Paz de Versalles (1783) sanciona sus conquistas recuperando España La Florida perdida en 1763.
Es nombrado virrey de Nueva España en 1785, como sucesor de su padre. Actúo como un verdadero prototipo de ilustrado. De trato sencillo, amable y franco, el virrey Gálvez llegó a ser muy popular Baste decir en su favor que la Audiencia criticó de él su carácter “poco formal”, simplemente porque cuando hubo heladas y hambruna, de su propio dinero y de otro que obtuvo prestado compró maíz y frijol para dar a los necesitados.
Durante su mandato se emprendieron obras públicas para dar trabajo a la gente, reconstruyó el castillo de Chapultepec, comenzó la instalación del alumbrado público y la construcción de las torres de la catedral, así como la continuación de las obras del camino a Acapulco. Como supiera que los indios eran llevados a ese trabajo a grandes distancias y sin abonarles jornal, dispuso que se impidiesen tales abusos. Además ordenó destinar a beneficencia el 16% del producto de la Real Lotería y otros fondos de multas y promovió el apoyo a la ciencia. Se ocupó de intensificar las labores en los campos para aumentar la producción y evitar la escasez de maíz y frijol.
Y a pesar de todo ello Gálvez no contaba con el beneplácito de la Audiencia para quien la popularidad del virrey era molesta y sospechosa. Se le acusó de que podría alzarse contra la Nueva España y fue reprendido severamente por la Corte en los momentos en que D. Bernardo de Gálvez era presa de una enfermedad nerviosa, probablemente de origen hereditario. El día 30 de noviembre de 1786 muere a los 40 años de edad. Sus restos fueron depositados en la iglesia de San Fernando de la ciudad de México, junto a las cenizas de su padre y posteriormente trasladados a la metrópoli. Hoy reposan en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando (Cádiz).
Aunque poco se haya escuchado sobre él, Bernardo de Gálvez fue un brillante general español, humanitario gobernante y uno de los grandes líderes que contribuyó a ganar la Guerra de la Revolución a los Estados Unidos.
En 1976 nuestro Juan Carlos I descubría un monumento a Gálvez en la ciudad de Washington. En su discurso, el monarca alabó su reconquista de Florida como una obra maestra de estrategia militar y recordó que su antepasado Carlos III ennobleció al marino con el título de conde de Gálvez y el derecho a utilizar en su escudo la leyenda “Yo solo”, en reconocimiento de su valiente hazaña en Pensacola.
Gálvez, héroe compartido de la patria norteamericana, figura por derecho propio en el olimpo de los soldados esforzados, aquellos que con desprecio de su vida y a costa de peligros y penalidades ayuda al progreso de las naciones en busca de su independencia y libertad.
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George Washington
George Washington
George Washington
 
Cojonudo el hilo, pero algo inexacto el título, pues no son historias olvidadas sino historias ocultadas, ninguneadas y despreciadas por la gentuza que viene gobernando a los españoles desde hace siglos.
Y aquí ya viene la primera pregunta: ¿cómo es posible que pese a la ralea de reyes, presidentes, regentes, ministros y demás rapaces, España haya dado la mejor raza del mundo?.
Son mucho más que historias, es la realización del alma de esos españoles, su huella en el mundo que les cupo en suerte, su testimonio y testamento que escribieron con sangre, la tinta indeleble por excelencia.
La derramaron por su honor, por su Patria, por Dios, por los hermanos, camaradas y compañeros, por cumplir su obligación, por el deber de su cargo, oficio o rango e incluso por que les salió de los cojones, que para un español de ley, es motivo sobrado.
Ahora, si salen mal las cosas y hay sangre, es por la democracia, los derechos humanos, la defensa de las libertades públicas, los deshaucios, la mutilación genital femenina, la ayuda humanitaria, las misiones de paz y cosas así.
De esta manera puede entenderse algo el ninguneo de estas hermosas historias, y de otras tantas que espero vayan saliendo en el hilo: las expediciones españolas al Sudeste asiático; la escabechina de Cavite; las heroicidades de la guerra de África en 1921 que las hubo y muy notables entre tanta desidia, ineptitud, cobardía e hijoputez de mandos, oficiales y gobierno; la vergonzosa y humillante desidia con la que se trató a los héroes que murieron en Ifni ( salvo a uno de ellos, que no necesariamente era el más competente ) y algunas gestas de la División Azul, que por cierto, fue el ejército con mayor número de universitarios y poetas de la historia, y así les pintó, allí y aquí cuando volvieron.
 
INFANTES DE MARINA ESPAÑOLES CONTRA SAMURAIS: Tambien les dimos por el culo, en su día, a los hijos de Hiroito
Islas Filipinas. Año 1580.
Samurais japoneses conocidos como Ronin ( samurais sin señor ), acosan puertos del archipiélago en actos de piratería, entre otros, el de Luzón, con el apoyo de unas decenas de piratas ( wokous ) los cuales trabajan subordinados a estos, dada su condición de " ex-oficiales "
La misión de expulsarlos se encarga a Juan Pablo Carrión.
El primer enfrentamiento con los samurais ronin parece sencillo. Los cañones españoles hacen que un buque pirata japonés salga de la zona.
Pronto llegaron malas noticias que señalaban que los japoneses preparaban la revancha con 10 navíos.
Frente a ellos una mínima expedición de castigo que contaba tan solo con 40 soldados españoles.
La expedición española encuentra un barco japonés que acaba de asaltar las costas filipinas y tratar brutalmente a la población tagala bajo protección de los españoles.

Se ordena a los soldados españoles preparar el abordaje.
La nave española tira con sus cañones contra el junco, después cargan con el espolón de proa contra el costado del barco japonés.
Los soldados españoles saltan sobre el barco enemigo. Es el primer enfrentamiento entre occidentales y samuráis.
La operación se complica y los españoles, muy inferiores en número, se ven obligados a retroceder hasta su nave.
La situación se pone cada vez más difícil hasta que Carrión corta con su espada la driza de la verga mayor que cae creando una trinchera tras la que los arcabuceros y mosqueteros españoles descargan sus armas contra los japoneses.
Seguidamente piqueros y alabarderos arrasan a los japoneses;
en ese momento llega una nave española para apoyar al hasta ese momento sólo barco de Carrión, el San Yusepe.
Los cañones del San Yusepe eliminan a los tiradores japoneses que desde su barco tiraban contra los españoles de Carrión.
Ahí terminó la lucha.

Carrión sigue adelante con la expedición de castigo.
En el camino cañonea y derrota 18 champanes japoneses y así llega a Luzón.
Desembarca tropas y cañones y exige a los japoneses que abandonen Luzón.

Los samurais, piden una indemnización. Carrión se niega y da por finalizadas las negociaciones. 600 japoneses cargan de nuevo contra los españoles. Los españoles aguantan sin dificultades.
Varios españoles, no obstante, pierden sus picas largas en el combate arrebatadas de sus manos por los japoneses.
Los españoles reconocen la audacia y el valor de sus enemigos. Y aprovecharán ese valor para convertirlo en una debilidad.
Los japoneses atacan de nuevo. De nuevo intentar arrebatar las picas a los soldados españoles pero Carrión había ordenado engrasar la parte final del asta y las picas resbalan entre las manos de los samurais.
Los españoles destrozan a los japoneses. Los jefes japoneses desembarcan la totalidad de sus hombres en Luzón para lanzarse contra los españoles. A los españoles les queda ya poca munición.
Carrión decide disponer a sus poco más de 30 hombres a campo abierto con un refuerzo de marineros y tagalos fieles.
Los españoles suman una centena de hombres frente a 500 japoneses.
Los samurais vuelven a cargar, en la trinchera española se les espera en silencio. Los españoles disparan sus cañones cargados con metralla y descargan falconetes y arcabuces.
Diezman el ataque japonés, poco pudieron hacer los japoneses contra los españoles tras esta primara andanada.
Carrión ordena salir de la trinchera y cargar contra los insurrectos, los españoles los pasan a cuchillo. Los oficiales superiores de los japoneses, según sus códigos de honor, se quedan a luchar y son vencidos en combates individuales por las técnicas de espada de la “verdadera destreza”, la escuela de esgrima española, muy superior a las técnicas japonesas.
En los meses siguientes Carrión pacifica la zona y funda Nueva Segovia.

Los Combates de Cagayán fueron una serie de batallas que tuvieron lugar entre españoles y piratas japoneses y que tuvieron la particularidad de enfrentar a piqueros, arcabuceros y rodeleros españoles contra rōnin, samurais sin señor.

Fuerzas en combate:
-España:
40 soldados
1 galera
5 embarcaciones pequeñas de apoyo
1 navío ligero

-Japón:
1 junco japonés
18 champanes
Más de 1000 hombres

Historia de un desencuentro. España y Japón, 1580-1614, pag 24
Emilio Sola
Colección: E-Libros – Historia de un desencuentro
Fecha de Publicación: 5/05/2012
I.S.B.N. 978-84-690-5859-6

*CITA IMPORTANTE:
Lo japones esta tremendamente sobrevalorado. Las tropas de élite de los tercios españoles eran temidas por toda Europa, por no hablar de la caballeria medieval años atrás.
Tanto fue asi, que se cree que la tecnica de las dos espadas en Japón, supuestamente inventada por musashi miyamoto, fue cuando este vio una exhibición de esgrima de un español a dos espadas, con la "toledana" en una mano y en otra la "vizcaína". Le encandilo tanto el estilo de lucha que lo sintetizó a su manera con su propio estilo de esgrima.
 
España siempre fue cuna de grandes guerreros. Ejércitos invencibles a manos de oficiales ambiciosos y temerarios que tenían el honor de su patria por encima de su propia vida. No sólo grandes batallas pasarán a la historia, también formas de hacer la guerra.

Las fuerzas armadas de EEUU utilizan en sus manuales de guerra el término "guerrilla" para definir una forma de hacer la guerra que consiste en atacar al enemigo en emboscadas, hacer el mayor paño posible y después retirarse sin dejar ni rastro ocultándose entre los civiles.
Es muy difícil combatir a un enemigo que ni siquiera está constituido como un ejercito, que somete al contrincante a un acoso constante, sin una táctica a largo plazo, sin líder conocido, que actúa de forma errática mediante grupos reducidos e independientes, que está en la zona conquistada pero que pasa desapercibido.

Los españoles utilizaron la guerra de guerrilla para combatir al ejercito todo poderoso de Napoleón, y desde entonces los ingleses adoptaron la palabra "guerrilla" para definir esta forma de hacer la guerra. Se me ponen los pelos como escarpias al imaginarme como resuena la palabra "guerrilla" de la boca de los profesores de West Point y como los futuros comandantes, coroneles y generales del ejercito más poderoso del mundo, lo anotan en sus libretas, tal cual "guerrilla".

pegarlogo.asp
 
Winner de Lavida rebuznó:
España siempre fue cuna de grandes guerreros. Ejércitos invencibles a manos de oficiales ambiciosos y temerarios que tenían el honor de su patria por encima de su propia vida. No sólo grandes batallas pasarán a la historia, también formas de hacer la guerra.

Las fuerzas armadas de EEUU utilizan en sus manuales de guerra el término "guerrilla" para definir una forma de hacer la guerra que consiste en atacar al enemigo en emboscadas, hacer el mayor paño posible y después retirarse sin dejar ni rastro ocultándose entre los civiles.
Es muy difícil combatir a un enemigo que ni siquiera está constituido como un ejercito, que somete al contrincante a un acoso constante, sin una táctica a largo plazo, sin líder conocido, que actúa de forma errática mediante grupos reducidos e independientes, que está en la zona conquistada pero que pasa desapercibido.

Los españoles utilizaron la guerra de guerrilla para combatir al ejercito todo poderoso de Napoleón, y desde entonces los ingleses adoptaron la palabra "guerrilla" para definir está forma de hacer la guerra. Se me ponen los pelos como escarpias al imaginarme como resuena la palabra "guerrilla" de la boca de los profesores de West Point y como los futuros comandantes, coroneles y generales del ejercito más poderoso del mundo, lo anotan en sus libretas, tal cual "guerrilla".

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No es lo unico español que se estudia en West Point. El sitio de Baler, o los ultimos de Filipinas, como lo conocemos aqui, tambien se estudia en dicha academia, y se pone como ejemplo de resistencia, coraje, lealtad, disciplina, entereza y cumplir las ordenes hasta las ultimas consecuencias.
 
España acojonaba al mundo hace siglos, cierto, pero ¿y ahora qué tenemos que ofrecer? ¿cuáles son nuestros más altos exponentes patrios?

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Capitán Hediondo rebuznó:
España acojonaba al mundo hace siglos, cierto, pero ¿y ahora qué tenemos que ofrecer? ¿cuáles son nuestros más altos exponentes patrios?

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Con esto europa volvio a temblar a nuestro paso.
 
Los últimos de Filipinas aún luchaban para defender un imperio. Un imperio en decadencia, que ya no era ni la sombra de lo que fue, pero que seguía dando fuerza y moral a los soldados que le guardaban. Después de la humillación que supuso pasar de imperio a simple nación, el trauma fue tal que España sólo guerreó con la propia España y con los moros. De la champion league a jugar en segunda regional.

Del ejército actual mejor ni hablamos; el 15% mujeres, un 7% de panchitos, y con una exigencia para acceder a él de 70 de coeficiente intelectual (por debajo de 70 se considera subnormal). Con estos mimbres es difícil que se repitan las grandes hazañas del pasado.
 
Los últimos de Filipinas aún luchaban para defender un imperio. Un imperio en decadencia, que ya no era ni la sombra de lo que fue, pero que seguía dando fuerza y moral a los soldados que le guardaban. Después de la humillación que supuso pasar de imperio a simple nación, el trauma fue tal que España sólo guerreó con la propia España y con los moros. De la champion league a jugar en segunda regional.

Del ejército actual mejor ni hablamos; el 15% mujeres, un 7% de panchitos, y con una exigencia para acceder a él de 70 de coeficiente intelectual (por debajo de 70 se considera subnormal). Con estos mimbres es difícil que se repitan las grandes hazañas del pasado.
 
Winner de Lavida rebuznó:
Los últimos de Filipinas aún luchaban para defender un imperio. Un imperio en decadencia, que ya no era ni la sombra de lo que fue, pero que seguía dando fuerza y moral a los soldados que le guardaban. Después de la humillación que supuso pasar de imperio a simple nación, el trauma fue tal que España sólo guerreó con la propia España y con los moros. De la champion league a jugar en segunda regional.

Del ejército actual mejor ni hablamos; el 15% mujeres, un 7% de panchitos, y con una exigencia para acceder a él de 70 de coeficiente intelectual (por debajo de 70 se considera subnormal). Con estos mimbres es difícil que se repitan las grandes hazañas del pasado.

Mandar subnormales, es lo más fácil del mundo, jamás cuestionan una orden, ya que andan escasos de ética y de moral, te lo dice un Cabo MEPTM, que tuvo el gusto de servir en el GACA XI, haya por el 98.
 
Winner de Lavida rebuznó:
Los últimos de Filipinas aún luchaban para defender un imperio. Un imperio en decadencia, que ya no era ni la sombra de lo que fue, pero que seguía dando fuerza y moral a los soldados que le guardaban. Después de la humillación que supuso pasar de imperio a simple nación, el trauma fue tal que España sólo guerreó con la propia España y con los moros. De la champion league a jugar en segunda regional.

Del ejército actual mejor ni hablamos; el 15% mujeres, un 7% de panchitos, y con una exigencia para acceder a él de 70 de coeficiente intelectual (por debajo de 70 se considera subnormal). Con estos mimbres es difícil que se repitan las grandes hazañas del pasado.

No se lo crea ustec, no es nada fácil entrar en el Ejército ahora.
 
Según Reverte:

A veces se hace justicia, aunque sea tardía. Aunque sólo sirva para conmover las entrañas de los pocos que aún recuerdan. Es cierto que el ondear de banderas tiene algo de sospechoso, pues entre los pliegues de éstas, sin distinción de colores, suele esconderse mucho hijo de puta. Tampoco quienes conceden o reciben medallas son siempre de limpia ejecutoria. Pero a veces hay excepciones; momentos en los que las cosas se hacen como es debido. Y éste es uno de esos momentos. Noventa y un años después del desastre de Annual de 1921, donde 8.000 soldados españoles fueron exterminados por la estupidez de un rey, la venalidad de los políticos -nada hay nuevo bajo el sol-, la incompetencia de los generales y la desvergüenza de numerosos jefes y oficiales, el gobierno español ha concedido la Laureada de San Fernando, con carácter colectivo, al regimiento de caballería Alcántara, que se sacrificó casi en su totalidad para proteger la retirada de sus compañeros. La Laureada es la máxima condecoración militar española, y se obtiene por acciones extraordinarias en combate. Por aquella jornada, el jefe del regimiento recibió a título póstumo la Laureada individual; pero la tropa, como de costumbre, fue olvidada. Ninguno de los intentos posteriores por honrar su memoria tuvo éxito. Políticos y espadones de diversa ideología, desde el general Franco a la ministra Chacón, coincidieron en no querer remover aquello. Pero al fin, para satisfacción de los nietos y bisnietos de esos hombres, se repara la vergüenza.

Imaginen la escena: las harkas de moros sublevados por Abd el Krim acosan a la desorganizada columna que intenta escapar hacia Melilla abandonando a su suerte a heridos y enfermos. Aquello es una matanza inaudita, y millares de soldados abandonados por jefes y oficiales corren despavoridos, atormentados por la sed, intentando ponerse a salvo. En el camino de Dar Dríus a El Batel y Monte Arruit, la protección de la retaguardia de los fugitivos recae en un regimiento de caballería que todavía se encuentra intacto y bien mandado, el Alcántara nº 14. Su jefe es el teniente coronel Fernando Primo de Rivera, hermano del teniente general del mismo apellido, que en seguida comprende que se está pidiendo a sus 691 hombres que se dejen la piel por salvar a los compañeros. Pero no hay otra. Hace de tripas corazón, arenga a su gente, les dice que toca bailar con la más fea del Rif, y el regimiento, disciplinado y silencioso, se pone en marcha con sus escuadrones protegiendo los flancos y la retaguardia de la columna en retirada. A las cuatro de la tarde, aparte infinidad de escaramuzas parciales, los jinetes de Alcántara ya han tenido que dar su primera carga al galope contra una fuerte concentración enemiga. Pero es en el cruce del río Igán, que está seco y en torno al que se atrincheran miles de rifeños que hacen fuego graneado, donde la columna se arriesga a quedar cercada. Entonces, el teniente coronel les toca a sus hombres la única fibra que a esas alturas, con semejante panorama, cree que puede funcionar: «Si no lo hacemos, vuestras madres, vuestras mujeres, vuestras novias, dirán que somos unos cobardes. Vamos a demostrar que no lo somos».Y no lo fueron. Siete veces cargó Alcántara monte arriba y sable en mano, reagrupándose tras cada carga, cada vez menos hombres, más heridos, exhaustos y sedientos jinetes y caballos, una y otra vez bajo la granizada de balas enemigas, entre las zarzas y parapetos rifeños, tan diezmados y agotados al final que la última carga, octava del día, hubo que darla con los caballos al paso, pues ya no podían ni trotar; y aún después se continuó ladera arriba, a pie, combatiendo al arma blanca. Cargaron los soldados, y también el joven trompeta de quince años que llevaba el cornetín de órdenes. Y cuando a la quinta o sexta carga ya no hubo hombres suficientes para cerrar las filas, cargaron también, aunque nadie los obligaba a ello, los tres alféreces veterinarios, y el teniente médico, y hasta el capellán fue adelante con la tropa. Y cuando ya no quedó nadie a quien recurrir, cargaron también los catorce maestros herradores, y con ellos los trece chiquillos de catorce y quince años de la banda de música del regimiento; que, como el joven corneta de órdenes, murieron todos. Y al anochecer, cuando los supervivientes consiguieron llegar a la posición de El Batel, agotados, llenos de heridas, caminando entre las sombras con sus extenuados caballos cogidos de la brida, de los 691 hombres del regimiento sólo quedaban 67. Desde luego, aquel 23 de julio de 1921 los del regimiento Alcántara cumplieron con su teniente coronel. A ellos, ninguna madre, mujer o novia los llamó cobardes.


Hombres con cojones, hombres con honor, igual que nuestros políticos de hoy, viva el tercer raich.
 
budiano29 rebuznó:
Según Reverte:

A veces se hace justicia, aunque sea tardía. Aunque sólo sirva para conmover las entrañas de los pocos que aún recuerdan. Es cierto que el ondear de banderas tiene algo de sospechoso, pues entre los pliegues de éstas, sin distinción de colores, suele esconderse mucho hijo de puta. Tampoco quienes conceden o reciben medallas son siempre de limpia ejecutoria. Pero a veces hay excepciones; momentos en los que las cosas se hacen como es debido. Y éste es uno de esos momentos. Noventa y un años después del desastre de Annual de 1921, donde 8.000 soldados españoles fueron exterminados por la estupidez de un rey, la venalidad de los políticos -nada hay nuevo bajo el sol-, la incompetencia de los generales y la desvergüenza de numerosos jefes y oficiales, el gobierno español ha concedido la Laureada de San Fernando, con carácter colectivo, al regimiento de caballería Alcántara, que se sacrificó casi en su totalidad para proteger la retirada de sus compañeros. La Laureada es la máxima condecoración militar española, y se obtiene por acciones extraordinarias en combate. Por aquella jornada, el jefe del regimiento recibió a título póstumo la Laureada individual; pero la tropa, como de costumbre, fue olvidada. Ninguno de los intentos posteriores por honrar su memoria tuvo éxito. Políticos y espadones de diversa ideología, desde el general Franco a la ministra Chacón, coincidieron en no querer remover aquello. Pero al fin, para satisfacción de los nietos y bisnietos de esos hombres, se repara la vergüenza.

Imaginen la escena: las harkas de moros sublevados por Abd el Krim acosan a la desorganizada columna que intenta escapar hacia Melilla abandonando a su suerte a heridos y enfermos. Aquello es una matanza inaudita, y millares de soldados abandonados por jefes y oficiales corren despavoridos, atormentados por la sed, intentando ponerse a salvo. En el camino de Dar Dríus a El Batel y Monte Arruit, la protección de la retaguardia de los fugitivos recae en un regimiento de caballería que todavía se encuentra intacto y bien mandado, el Alcántara nº 14. Su jefe es el teniente coronel Fernando Primo de Rivera, hermano del teniente general del mismo apellido, que en seguida comprende que se está pidiendo a sus 691 hombres que se dejen la piel por salvar a los compañeros. Pero no hay otra. Hace de tripas corazón, arenga a su gente, les dice que toca bailar con la más fea del Rif, y el regimiento, disciplinado y silencioso, se pone en marcha con sus escuadrones protegiendo los flancos y la retaguardia de la columna en retirada. A las cuatro de la tarde, aparte infinidad de escaramuzas parciales, los jinetes de Alcántara ya han tenido que dar su primera carga al galope contra una fuerte concentración enemiga. Pero es en el cruce del río Igán, que está seco y en torno al que se atrincheran miles de rifeños que hacen fuego graneado, donde la columna se arriesga a quedar cercada. Entonces, el teniente coronel les toca a sus hombres la única fibra que a esas alturas, con semejante panorama, cree que puede funcionar: «Si no lo hacemos, vuestras madres, vuestras mujeres, vuestras novias, dirán que somos unos cobardes. Vamos a demostrar que no lo somos».Y no lo fueron. Siete veces cargó Alcántara monte arriba y sable en mano, reagrupándose tras cada carga, cada vez menos hombres, más heridos, exhaustos y sedientos jinetes y caballos, una y otra vez bajo la granizada de balas enemigas, entre las zarzas y parapetos rifeños, tan diezmados y agotados al final que la última carga, octava del día, hubo que darla con los caballos al paso, pues ya no podían ni trotar; y aún después se continuó ladera arriba, a pie, combatiendo al arma blanca. Cargaron los soldados, y también el joven trompeta de quince años que llevaba el cornetín de órdenes. Y cuando a la quinta o sexta carga ya no hubo hombres suficientes para cerrar las filas, cargaron también, aunque nadie los obligaba a ello, los tres alféreces veterinarios, y el teniente médico, y hasta el capellán fue adelante con la tropa. Y cuando ya no quedó nadie a quien recurrir, cargaron también los catorce maestros herradores, y con ellos los trece chiquillos de catorce y quince años de la banda de música del regimiento; que, como el joven corneta de órdenes, murieron todos. Y al anochecer, cuando los supervivientes consiguieron llegar a la posición de El Batel, agotados, llenos de heridas, caminando entre las sombras con sus extenuados caballos cogidos de la brida, de los 691 hombres del regimiento sólo quedaban 67. Desde luego, aquel 23 de julio de 1921 los del regimiento Alcántara cumplieron con su teniente coronel. A ellos, ninguna madre, mujer o novia los llamó cobardes.


Hombres con cojones, hombres con honor, igual que nuestros políticos de hoy, viva el tercer raich.




La imagen errónea que se suele tener del desastre de Annual es la de que unos pocos moros mal armados consiguieron derrotar a un ejército moderno, cuando lo cierto es que fue casi al revés.
El ejército español estaba pésimamente pertrechado, con armas casi obsoletas, mientras que los rifeños tenían un arsenal más moderno suministrado, como no, por traficantes de armas españoles. Muchas grandes fortunas se hicieron en esa época, desviando hacia los rifeños armamento y suministros destinados a los soldados españoles.
 
Winner de Lavida rebuznó:
Del ejército actual mejor ni hablamos; el 15% mujeres, un 7% de panchitos, y con una exigencia para acceder a él de 70 de coeficiente intelectual (por debajo de 70 se considera subnormal). Con estos mimbres es difícil que se repitan las grandes hazañas del pasado.

Los ejercitos nunca han concitado lo mejor de cada casa, siempre ha sido un depósito de restos de serie, ahora tienes una cifra, pero antes seguro que la mayoría eran retras, taraos, expresidiarios y gente que no sabían que hacer con ella en su puta casa.

No volverá a haber guerras como las de antes.
 
sirfrederico rebuznó:
La imagen errónea que se suele tener del desastre de Annual es la de que unos pocos moros mal armados consiguieron derrotar a un ejército moderno, cuando lo cierto es que fue casi al revés.
El ejército español estaba pésimamente pertrechado, con armas casi obsoletas, mientras que los rifeños tenían un arsenal más moderno suministrado, como no, por traficantes de armas españoles. Muchas grandes fortunas se hicieron en esa época, desviando hacia los rifeños armamento y suministros destinados a los soldados españoles.

Fuentes a tales afirmaciones por favor, me interesa bastante leer más sobre el tema.
 
Leproso rebuznó:
No se lo crea ustec, no es nada fácil entrar en el Ejército ahora.

ni en el ejercito ni en ningun sitio, no te jode, habiendo ostias por un jornal, van a haber plazas faciles en ningun sitio...
 
Morzhilla rebuznó:
Fuentes a tales afirmaciones por favor, me interesa bastante leer más sobre el tema.


Principalmente "La pacificación de Marruecos" de Manuel Galbán Jiménez, obra bastante rigurosa, crítica, muy documentada y objetiva.

También "El expediente Picasso", investigación de la época de las causas que llevaron al desastre, realizada por el coronel Juan Picasso (en el informe ponía a caldo a los mandos de las tropas, la pobre equipación de los soldados de a pie y hasta cuestionaba a Alfonso XIII por alentar la campaña.. En 1998 se encontraron partes de este expediente en el archivo del Congreso.

Annual 1921 de Manuel Leguineche, o la magnífica novela Imán de Ramón J.Sender al que le tocó "pringar" y hacer la mili en Marruecos en 1922 (un año después de Annual) y que en la novela narra por experiencia propia las miserias que pasaban los soldados españoles.......Fue esta novela de Sender, Imán, la que me hizo interesarme por el tema de Annual.


Otras fuentes

Juan Silvela Miláns del Bosch, militar e historiador. Escribió varios artículos sobre las causas de la derrota en Annual.

Aquí un extracto:

"La situación de aquellos soldados era penosa, así como de los campamentos y "blocaos". Carecían de un vestuario adecuado y demasiados iban prácticamente descalzos. Los vehículos de tracción automóvil de la Comandancia de Melilla eran escasos; sólo 24 camiones, de los que seis estaban inservibles; algún aljibe conseguía llevar agua casi a diario al Zoco el Telatza después de un recorrido de más de 35 Km. sobre caminos pésimos; al comienzo del desastre, el 21 de julio, únicamente funcionaba una de las tres ambulancias.

Con respecto al armamento, la situación era peor; carecían de carros de combate, sistema de arma que los franceses ya utilizaban en su zona, y apenas tenían granadas de mano y de fusil. Tampoco disponían de morteros, un arma que hubiera sido muy efectiva. Las ametralladoras se atascaban y los fusiles estaban descalibrados en un 75%, pues la mayoría procedían de Cuba y Filipinas. Sin embargo, la harca de Abd el Krim estrenaba los "Lebel" franceses."

Aparte de otros informes de varias fuentes que citan la "dieta" que se proporcionaba a los soldados,como por ejemplo un pan y una lata de sardinas para pasar el día.......Esas latas vacías eran aprovechadas para hacer unas primitivas granadas de mano que casi eran más peligrosas para el que las lanzaba que para el enemigo......



Si eso, ya pondré más.........
 
sandokan begins rebuznó:
Los ejercitos nunca han concitado lo mejor de cada casa, siempre ha sido un depósito de restos de serie, ahora tienes una cifra, pero antes seguro que la mayoría eran retras, taraos, expresidiarios y gente que no sabían que hacer con ella en su puta casa.

Sí, hamijo. Pero esa gente es de recibo en cualquier ejercito, el asunto es que ahora se ha metido más mierda extra (mujeres menstruosas y panchis pamplineros) y esto ya no es de recibo.
Por supuesto que los ejércitos han, y están, formados por gente que no tiene nada que perder y mucho por ganar; esclavos, muertos de hambre, gentuza, reos, pedigüeños, harapientos, desahuciados, criados aborrecidos, etc. ¿quién si no iba a dar la vida por el salario?
 
sandokan begins rebuznó:
Los ejercitos nunca han concitado lo mejor de cada casa, siempre ha sido un depósito de restos de serie, ahora tienes una cifra, pero antes seguro que la mayoría eran retras, taraos, expresidiarios y gente que no sabían que hacer con ella en su puta casa.

No volverá a haber guerras como las de antes.

Vamos, que no tienes ni puta idea de quien iba al ejercito.

Hasta no hace mucho el primogenito de cada familia lo heredaba todo. En las zonas rurales los segundones de cada casa trabajaban para el hermano que lo habia heredado todo o se buscaban la vida por ahi. Las dos opciones que mas barajaban siempre era el ejercito o el clero. Y muchos acababan abandonanado la iglesia para irse al ejercito.
 
budiano29 rebuznó:
*CITA IMPORTANTE:
Lo japones esta tremendamente sobrevalorado. Las tropas de élite de los tercios españoles eran temidas por toda Europa, por no hablar de la caballeria medieval años atrás.
Tanto fue asi, que se cree que la tecnica de las dos espadas en Japón, supuestamente inventada por musashi miyamoto, fue cuando este vio una exhibición de esgrima de un español a dos espadas, con la "toledana" en una mano y en otra la "vizcaína". Le encandilo tanto el estilo de lucha que lo sintetizó a su manera con su propio estilo de esgrima.

Pues tú lo has dicho ya. Tanta ridícula admiración hacia los samuráis y el pueblo japonés en general cuando la realidad es que han perdido la mayoría de guerras que han emprendido (baste recordar la Guerra del Pacifico y con los rusos en Manchuria), y sus artes marciales sólo valen para lucirse en exibiciones, sin hablar por otro lado ya de la barbarie de que hicieron gala sea en Filipinas o China. Arrogancia, crueldad y estupidez.

Gracias por el artículo.
 
curro jimenez rebuznó:
Vamos, que no tienes ni puta idea de quien iba al ejercito.

Hasta no hace mucho el primogenito de cada familia lo heredaba todo.

Hasta hace dos días como quien dice no te jode, ahora dirás que tu madre satisfizo el derecho de pernada.
 
Durante el mandato del federalista Pi, 11 de junio 1873 a 18 de julio 1873, se redactó la nueva “nonata” constitución federalista, el proyecto decía que las regiones eran estados soberanos. España se enfrentó al caos total y estuvo a punto de su desintegración; se declaran la repúblicas independientes de Cataluña, Málaga, Cádiz, Valencia, Granada, Sevilla......, Alcoy, Cartagena, Algeciras, Almansa, Andújar etc.
La de Granada declara la guerra a la de Jaén y la de Jumilla amenaza a la de Murcia:
“La Nación Jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si hoyara su territorio, Jumilla se defenderá, como los héroes del Dos de Mayo, y triunfará en la demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites, hasta Murcia, y a no dejar en Murcia piedra sobre piedra.”
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Bandera de la 1ª República Española
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Pi y Margall, Presidente Federalista de la 1ª república Española La aventura cantonalista hizo inviable la revolución del 68 y contribuyó al derrumbe de la 1ª República; además forzó a la burguesía a posiciones más conservadoras y los militares padecieron el efecto de la indisciplina y la desintegración nacional.

[h=1]EL CANTÓN DE CARTAGENA[/h] Cartagena fue el cantón más atrevido y posiblemente determinante en la resolución final de la Primera República Española. Su aventura duró 6 meses durante 1873 y 1874 .
El 12 de julio de 1873, los revolucionarios se hacen con el gobierno civil , el militar y entran en el Ayuntamiento de Cartagena nombrando una Junta que en nombre del Cantón Independiente de Cartagena y toman el control del arsenal y del puerto, donde estaba amarrada la mayoría de la flota española, la cual se une a la sublevación. En el Castillo de Galeras se iza la bandera cantonalista, una bandera turca que una vez pintada de rojo la media luna , es la sangre derramada, se identificará con el Cantón
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Bandera del Cantón Independiente de Cartagena
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Tonete Gálvez & Voluntario de la MIlicia Cartagenera

Lógicamente, el proyecto cantonalista es rechazado por las Cortes y dimite el presidente Pi y Margall , el 18 de julio ( otra vez esta fecha...) le sustituyó Salmerón. Pí no era partidario de actuar contra los cantonalistas, “no hay más que dos caminos o la política o las concesiones - declaró- “ .
Los cartageneros , con el armamento del arsenal y su flota, resisten el contraataque de las tropas gubernamentales. La armada cantonalista, al mando del militar progresista Antonete Gálvez, de Torreagüera, “tonete” para los amigos y a la orden de “a toa máquina” y con 500 hombre del Batallón de Cazadores de Mendigorría a bordo llegaron a bombardear con la fragata Victoria el puerto de Alicante . Se recaudan 8.000 duros y se incautan el vapor de guerra Vigilante. También organizó una marcha sobre Madrid, llegando hasta Chinchilla ( Albacete)... hubiera sido una buena oportunidad para los Carlistas. El objeto de estas incursiones por mar y tierra era incorporar localidades al cantón, y recaudar fondos o «contribuciones de guerra» para mantener el Cantón independiente
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la Fragata Victoria "lavitoria" uno de los buques de la armada cantonal Cartagena era en ese momento un país independiente y tenía moneda propia, se acuñó el Duro Cantonal, con ello pretendían costear los gastos generados durante el periodo de lucha por su independencia. Se editaba un periódico propio ,llamado "El Cantón Murciano" . El gobierno independiente, se pone en contacto con el de Estados Unidos y solicita su ingreso en la Unión y le pide ayuda para mantener su independencia frente al poder centralista de Madrid, los americanos estudiaron seriamente la propuesta, pero su resolución ya llego tarde.

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Las monedas cantonalistas cartageneras: 2 pesetas & El famoso Duro Cantonal

Después de seis meses de asedio , Cartagena se rinde el 12 de enero de 1874 al general López Domínguez. Se condenó a muerte a los culpables de rebelión y muchos huyeron al exilio en Argelia. La ciudad fue devastada por un intenso bombardeo, que destruyó el 70 % de los edificios de Cartagena. Desde la conquista del reino de Granada, el Cantón de Cartagena ha sido la única ocasión, hasta ahora, en que se ha puesto en duda la Unidad Nacional.
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La céntrica Calle del Carmen
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La Calle Real
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Plaza de la Merced
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Tropas Republicanas entrando en el Cantón Independiente de Cartagena
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Entrada de Tropas Republicanas La historia del asedio y del final del cantón fue reflejada por Benito Pérez Galdós en el episodio nacional De Cartago a Sagunto.
 
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