El otro día vino al vidiocluns un hombrecillo de unos cuarenta y muchos años, no más alto que yo, es decir, bajito. Llevaba, por caprichos de la genética, dos muchachuelos de 10 y siete años, rubios como el sol y con aspecto sano, despiertos y guapos.
Era el día del partido contra Chile, que en esos momentos sonaba por la radio. El padre empezó a jalear a Chile ante la desaprobación de sus dos pequeños, que protestaban con inocentes "jo papá" y cosas por el estilo.
Yo, sorprendido por una meada de tiesto tan gratuita, le pregunté "¿quiere usted que gane Chile?" a lo que el botarate me contestó: "Sí, es que no me gusta el fútbol".
Los dos críos miraron al padre con una mezcla de odio y condescendencia, y aunque sus inocentes cerebros aún no podían concebir pensamientos tan complejos, pude ver en sus ojos un remoto esbozo de "cuando estés en la silla de ruedas cagándote encima te va a cuidar Marcelo Bielsa, hijo de puta".
Por supuesto, como buen forero de esta casa, le recordé a mi cliente que pese a sus deseos, quedaba mundial para rato y que no se ofuscase. Es sorprendente como lo transgresor resulta ofensivo cuando es gratuito y estúpido.