La paja ninja y la paja furtiva. Miserias de foreros.

Yo recuerdo que un dia me la casqué en la ducha mirando unos calendarios de esos de señoras peludas y voluptuosas que habia antes , viendo que con la humedad y los vapores se estaba deteriorando el cartón de mis pajas, decidí correrme encima a modo de kleenex y despues desacerme de los calendarios tirandolos al vater, pero como soy lelo despúes de la paja dejé el gurruño de cartón lefado encima de uno de los estantes de la ducha y me olvidé por completo de desacerme de las pruebas del delito.

Al rato entró mi madre a hacerme el relevo en la ducha y al salir me dijo que tuviera cuidado a la hora de "sonarme" el pito... :face:
Yo me habría suicidado en ese mismo momento. Le felicito por su voluntad de vivir superior.
 
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Yo me habría suicidado en ese mismo momento. Le felicito por su voluntad vital superior.
Me quedé un poco gñé eso es cierto ,no se si tendría en aquella época 14 o 15 años ,no lo recuerdo, pero no me lo tomé como algo traumatico la verdad, pasé un poco de vergoña y a otra cosa.
 
Una vez estábamos en una casa en la montaña, en un pueblo perdido de esos que hacen frontera entre Aragón y Cacaluña.

Ahí había varias familias en un caserón de tres pisos más antiguo que la mujer de @paulofutre, y entre la concurrencia se encontraba mi prima. Ella tendría unos 18/19 y mi primo (por otra parte de la familia, que eran los dueños del chabolo) unos 16. Yo 13, aprox. El caso es que ella tenía melena rizada como Elizabeth Brekelaer o cómo cojones se diga y unas tetas como cabeza de mongol.

Gustaba de ducharse todos los días (cosa rara en la familia) y nosotros teníamos curiosidad (el joputa de mi primo más).

La casa era vieja y las molduras de las puertas irregulares y carcamosas, asín que hicimos un agujero con un birbiquí para poder observar. Se nos fue la mano y el foratre era gordo como cabeza de Benito, pero nadie pareció darse cuenta.

A mí no me parecía bien pelármela con la imagen de mi prima pero, chico, tampoco era tan cercana, así que algún litro y medio de lefa salió entre las que me hice ahí en directo y luego en diferido.

No sé por qué os cuento esto, pero también os digo que la prima en cuestión ha digievolucionado y ya no da para que sus masturbéis. Aunque el recuerdo es bueno, eso yes.
 
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Screenshot_2021-04-13 La paja ninja y la paja furtiva Miserias de foreros .png


:torbenews:
 
Bendito sea este hilo, eso para empezar.



Decir que 1000 pajas furtivas han caído con bragas y otras muchas pertenencias de ex-compañeras de piso sería quedarse muy corto. Ire contando las más destacables: como aquella en la que mi compi australiana (compartía piso con ella, con una italiana y con un irlandes) se fue unos días de vacaciones a Brighton y dejó la puerta de su habitación abierta, sin echar la llave, cosa que seguramente se le pasó por alto. Tarde 0,2 en furtivear la habitación, con la erección a medio camino fui directo al cesto de su ropa sucia y me agencié temporalmente de varias bragas, tangas y sorpresón con unas bragas de estampados y transparencias, el rabo para partir nueces. Me quité la ropa y me tumbé en pelotas en su cama, restregue esos ricos manjares sucios y olorosos por mi cara, momifiqué mi rabo con ellos y me la sacudí frenéticamente. A los pocos minutos, quizá segundos, corridón y de vuelta todo a su sitio.



Todo esto pasó por la mañana temprano, al poco de oirla irse de la casa. Pues bien, ya por la tarde los pensamientos de repetir la jugada no paraban de perseguirme, la ocasión la pintaban calva y podría no volver a repetirse así que volví a las andadas, esta vez deje de lado el cesto de la ropa sucia y me centré en los cajones de la ropa. Los primeros sitios en los que miré no encontré absolutamente nada de valor pajeril, luego al mirar al fondo de uno de sus cajones encuentro nada mas y nada menos que no uno, sino DOS consoladores, uno de color rosa y otro metálico de plata... La sensación fue la de haber encontrado el santo grial de todas las pajas. Estaba tan nervioso que no sabía muy bien qué hacer con ellos, los olisqueaba y los rozaba con mi rabo y, colocando los 3 miembros en paralelo (los 2 ortopédicos a ambos lados del mío) con cierta maestría he de decir, los masturbé usando mis dos manos. El pensamiento de meterme uno de ellos por el ojete se me paso por la cabeza, juro que soy heterosexual, pero cuando los pensamientos sexuales rigen el raciocinio uno puede pensar o hacer cosas inexplicables - como aquella vez que duchándome se me ocurrió meterme por el culo champú HS mentolado y estuve llorando arrepentido mas de 3 horas en el WC, pero eso ya lo conte en otro hilo- pero descarté la idea muy a mi pesar por miedo a que los consoladores oliesen a mierda incluso después de limpiarlos y me cazaran.



Al acabar el pajote a 2 manos - y 3 miembros - hice una breve búsqueda por otros sitios de la habitación que me deje sin mirar pero la piedra filosofal ya había sido hallada y no encontré material que pudiese igualar para una tercera ronda, así que me quedé mas que contento con las 2 previas. Tengo que mirarme esto, pero de momento lo voy contando por aquí y la terapia me sale de gratis.
 
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Con este post de @Kazuya Mishima ya tengo suficiente foro por hoy. Ha tardado en salir el post del día, pero al final ahí está. Gracias, compañero.
 
que la tía te traiga las bragas puestas, se las quite delante tuyo y te las de. Todo en un sitio publico obviamente, el morbazo supremo.
¡Hostia, algo así me pasó a mí! Pero sin pagar. Una torda con la que salí una temporada se fue al baño de un bar en el que estábamos y cuando volvió me cogió de la mano. Entre su mano y la mía había una bola pequeña y mullidita. Era su tanga. Lo miré, la miré y me suelta "¿Y ahora qué hacemos?". Casi me da un vahído por falta de riego en el cerebro pero, eso yes, acerté a parar un taxi y para su casa. Nosajodido.

Y por no enguarrar el hilo (a todos no puede caer un ban, y tal...) y unirme a la fiesta que, por cierto, gracias por los loles, cónphorers, llevo media hora descojonándome, aportaré mi puta mierda.

Qué duda cabe que el olor corporal es un poderoso estímulo sexual. Feromonas y esas cosas de la bioquímica que nos devuelven nuestra faceta más animal previa a la hiperdesodorización con akses, recsonas, phá con sus limones del Caribe y potingues por el estilo. No sé si el flujo potorril tiene de esas sustancias pero a este que escribe un aroma tenue a entrepierna femenina le pone la pirindola en presenten armas. Tenue, no un pestazo tipo lonja pesquera a última hora, por amor de LOL.

La noche que conocí a cierta zorrinalda, acabamos fornicando en su habitación del hotel. Por la mañana, me desperté antes que ella y tras la meadilla de rigor y de vuelta al catre por si cayera asalto mañanero, vi en el suelo su tanga, morado cardenal, con encajes y mierdas de esas, muy mono él. Y pensé que si eso no tenía continuidad (aunque la tuvo) pues al menos tendría un souvenir... por si acaso. De vuelta en casa y cuando me acordé del trofeo expropiado lo busqué en el bolsillo de la chaqueta. La verdad que esperaba que eso oliera al tenderete de Ordenalfabétix, el pescadero de Astérix, porque la noche de farra fue larga y ella llevaba en la calle todo el día. Pues no. A lo mejor se puso loneta entre el jopo y la tela y se llevó la mayor parte de la sustancia, no sé. Pues el aroma tenue que menciono arriba. Entre eso y la colección de imágenes de guerra tuve material premium para zumbarme la sardinilla cual simio a falta de simia. Al tiempo, y cuando ya no se podría asustar ni mosquearse por muy freaks que fueran mis freakadas, le dije que tenía un regalito para ella. Así, porque sí. Le entregué su tanga desplegado en una bolsa de estas con cierre y envuelto en papel de regalo, pero sin lefar ni habérmelo metido en la boca, eso yes. "¡Mi tanga!", exclamó boquiabierta. Pensó que simplemente lo había perdido por la habitación y con las prisas del checaut no se molestó en buscarlo. Para rato se esperaba que se lo hubiera levantado el menda. "Le he dado muy buen uso", dije. "Ah ¿que te lo has puesto?", preguntó entre risas. Solté un lacónico "no" y tras una mirada pícara cambié de tema, aunque sé que lo entendió perfectamente sin explicaciones.

Y hasta aquí mi contribución de mierda.

Tengan buenas pollas y hasta mañana, si eso.
 
al final tuve que recurrir a una revista, un Lib o un Trío Sex no sé, que guardaba y compartía con un primo de mi edad que estaba escondida en el hueco detrás de la columna del lavabo y que salía Danuta en portada...

Buen sitio para guardar el material pajeril. Yo también usaba esa columna en un lavabo y el mueble en otro. Era un mueble de esos de contrachapado de los 80 y tenía un hueco por el que me cabía la mano debajo del seno del lavabo y ahí cabía de todo. Un día dejó de estar el material, supongo que lo encontraría mi madre, pero nunca me dijo nada.
 
Buen sitio para guardar el material pajeril. Yo también usaba esa columna en un lavabo y el mueble en otro. Era un mueble de esos de contrachapado de los 80 y tenía un hueco por el que me cabía la mano debajo del seno del lavabo y ahí cabía de todo. Un día dejó de estar el material, supongo que lo encontraría mi madre, pero nunca me dijo nada.
Esas revistas que menciono terminamos mi primo y yo guardándolas en otros sitios ya que nos entraba la paranoia de que nos pillaran. HAsta que un día decidimos deshacernos de ellas... cómo? la casa de mi abuela como comento se construía alrededor de un patio... pues bien, había un viejo almacén que nadie visitaba ni hacía caso... decidimos tirar al tejado las revistas y que el sol la lluvia y las cagadas de gatos hicieran su trabajo.

Pues bien, tiramos las revistas a ese tejado... y al día siguiente más o menos mi padre recibe la llamada de mi tía, yo estaba a la hora de comer viendo el 3x4...que si puede ir a la casa a ayudar porque el tejado del almacén se vino abajo. Me fui corriendo con él ya que eso a mi edad era un acontecimiento, mezcla de emoción por ver un desastre así y mezcla de miedo por el secreto que escondía el tejado. Al final mi padre encontró el sorpresón de las revistas porno y sin hacerle mucho caso lo tiró al volquete de los escombros. Y yo con cara de gñe.
 
Uno de los momentos más vergonzantes de mi vida sería con 6 o 7 años. Mi padre como buen falangista retrógrado tenía un montón de revistas porno escondidas en un cajón... bueno, escondidas es un decir. Así que yo me hacía pajas antes que supiese donde me daba el aire. Un día me encontré una en la basura, y ahí pude divisar la oportunidad de tener algo mío, propio, un puto tesoro que sería mío como el puto anillo del enano de mierda ese de la Tierra Media. Así que la cogí. Mi abuela, que era más buena que el pan me preguntó qué donde estaba la revista, yo le pregunté qué revista porno ni que invento en la bausa que yo no había cogido, qué no sabía nada.

Empezó a registrar mi habitación... la tenía en un lugar bien escondido, que ni la fórmula de la Coca-cola estaba más segura... debajo de la almohada... la cogió y la volvió a tirar. Recuerdo la vergüenza y el mal rato que pasé ya siendo un niño. Quien iba a imaginar que ese suceso fuese premonitorio de toda la puta vida que me esperaba... pero quedaba lo peor... algo tan jodido que es que me da hasta vergüenza contarlo en este remanso de paz lleno de hijos de puta, qué me tenéis hasta la polla todos.
 
pero quedaba lo peor... algo tan jodido que es que me da hasta vergüenza contarlo en este remanso de paz lleno de hijos de puta, qué me tenéis hasta la polla todos.
Serás hijoputa¡¡
Haciendote el interesantito u qué.
Cuenta, hijoputa, cuenta.
 
Uno de los momentos más vergonzantes de mi vida sería con 6 o 7 años. Mi padre como buen falangista retrógrado tenía un montón de revistas porno escondidas en un cajón... bueno, escondidas es un decir. Así que yo me hacía pajas antes que supiese donde me daba el aire. Un día me encontré una en la basura, y ahí pude divisar la oportunidad de tener algo mío, propio, un puto tesoro que sería mío como el puto anillo del enano de mierda ese de la Tierra Media. Así que la cogí. Mi abuela, que era más buena que el pan me preguntó qué donde estaba la revista, yo le pregunté qué revista porno ni que invento en la bausa que yo no había cogido, qué no sabía nada.

Empezó a registrar mi habitación... la tenía en un lugar bien escondido, que ni la fórmula de la Coca-cola estaba más segura... debajo de la almohada... la cogió y la volvió a tirar. Recuerdo la vergüenza y el mal rato que pasé ya siendo un niño. Quien iba a imaginar que ese suceso fuese premonitorio de toda la puta vida que me esperaba... pero quedaba lo peor... algo tan jodido que es que me da hasta vergüenza contarlo en este remanso de paz lleno de hijos de puta, qué me tenéis hasta la polla todos.
Cuando tu abuela murió te masturbarse con una revista en el baño de la funeraria.
 
Yo le hubiera escondido las revistas en el fondo del ataúd, por mala puta.
 
Sabes lo que hice yo el año pasado la noche de jaloguin? vino mi cuñada con los churumbeles a casa a cenar, con el rollo ese del terror del truco o trato siempre hacemos una merienda y tal para los chavales... pues como me pone muy muy burro... dije que haría una tarta de chocolate, el plan maestro lo tenía preparado a la perfección... bueno, por la tarde me hice un pajote castellano y eché la mascada en un vaso de chupito, lo mezcle todo con chocolate de cobertura y reservé... nada más tocar el timbre y aparecer por la puerta le dije a la cuñada... mira que tarta, mira que chocolate... está de vicio ( de vicio estaba efectivamente), le di el vaso de chupito con una cucharilla de postre y le di a probar... "ummm qué rico... " y se lo zampó... en esto que llega el marido, mi cuñao... "qué es?" y ella... mira mira, prueba...
Jajaja qué bueno no se me ha ocurrido nunca
 
El que no se haya hecho pajas de sangre con los Catálogos de Venca que tire la primera piedra. Luego a partir de ahí, viene una bajada a los infiernos. Las Intervius con las famosas en bolas estaban muy buscadas, y una Private que llevarse a la paja era como el Santo Grial que buscaban los nazis. Asi pues, ¿qué nos quedaba? pues las revistas del corazón donde salían las famosas fulanas en vestidos de noche y en fiestas donde se les podía ver las rodillas, o la revista teleprograma donde salían actrices de toda índole. Desde mi tierna infancia iba recogiendo estas revistas y revisándolas, y si había alguna foto digna de ser recortada para posteriormente ser pajeada, haya que la guardaba en una carpeta.

Al cabo de los años, esa carpeta con recortes de tías parecía el archivo secreto del Vaticano. La tenía a buen recaudo... en el fondo de un cajón. Encima había folios, colores y todo lo que se me ocurriera para salvaguardar semejante tesoro. Claro, al cabo de los años allí podían estar fotos recortadas de la Schiffer en sus comienzas, al lado de otra de Concha Velasco, junto con tías random en bragas del catálogo de turno. Un despropósito. Recuerdo que uno de mis tesoros era una de Sabrina en bolas en la playa que solia ser la que se llevaba la lefada final. En fin, vamos, un cúmulo de recuerdos para un chaval que se mataba a pajas, algo normal.

En esto que un día llego del colegio después de imagino un largo día de insultos y humillaciones, y al entrar al comedor me encuentro mi carpeta de los tesoros en mitad de la mesa... no me meé encima de milagro. Imagino que la sensación es similar a cuando entras a robar un banco y allí te encuentras a los geos esperando, o en el aeropuerto cuando te pillan las bolsas de coca metidas en el culo. Es algo inexplicable, son ganas de morir, de desaparecer, de cagarte en la puta providencia por haberte dado ese martirio llamado VIDA.

No tardó en salir mi puta madre de la cocina, con la puta media sonrisa y yo con mi cara de pasmado rojo como un tomate dispuesto a recibir la estocada final.

Lo primero fue la excusa:

- Estaba buscando los teléfonos de tus amigos porque quería hablar con la madre de tal para decirlo esto... y me encontré esa carpeta de recortables.
- Aham... esto... no sé, yo no tengo ni idea...
- No seas tonto, a mi no me tienes que dar explicaciones, ya eres grande.

Cogí la carpeta con la cabeza gacha, y me la llevé al cuarto.

Fin de la historia.


Fin de la historia mis cojones. Empezaba el horror, porque claro, al puto inútil del niño había que humillarlo.

Comida familiar con mis primos yonquis todos y mi tío borracho.

- ¿Sabéis que me encontré el otro día en la habitación del niño? pues una carpeta llena de fotos de tías guarras.
- Jajajajajajajjajajajaja, y parecía tonto.

Algún primo intentó ayudar, que ya manda cojones que un primo que se inyecta heroína tenga que salir en mi defensa:

- Bueno, es normal, yo tengo revistas debajo de la cama para cuando voy a cagar.
- Bueno, lo que me hizo gracia es que había fotos de concha velasco, rocio jurado y gente así.
- Jajajajajajajjajajajajaja, no lo parece, es tonto.

En fin, que bonita infancia pasé.
 
Kudos a vuestros padres y familiares por no ocultar vuestras vergüenzas y desgracias que causaron traumas irreparables, gracias a ellos tenemos moderadores y administradores en el foro.

Bueno pues os cuento otra. En el top 5 de personas que me ponen cerdo está sin duda la hermana de mi mujer. En incontables ocasiones he sido invitado a su casa a cenar, ella siempre recibiendo con algún vestidito corto o con escote. Antes de que abra la puerta, cuando voy de camino a su casa mi mente fantasea con que llevará puesto ese día, siempre con cuidado de no evadirme demasiado en mis pensamientos cerdos y que la erección sea muy evidente.

Después de cenar, en la sobremesa, mientras la gente se sirve algún cóctel aprovecho mi momento y me escabullo al servicio, haciendo pit stop en el dormitorio, que cae de camino. Serpenteo hasta el cajon donde guarda la ropa interior (sé de memoria como llegar y abrirlo incluso en la completa opacidad de la estancia), agarro un par de ejemplares sin poder distinguirlos y con sigilo felino salgo y me dirijo al baño. Abro su Instagram con el mobil y por cada foto que ojeo me la imagino con mis temporales adquisiciones puestas y susurrando obscenidades en mi oreja, me momifico mi miembro con las braguitas -técnica de la que podría ser poseedor de la patente dado que no he escuchado otros relatos ajenos haciendo uso de este cuidadoso método- y termino la gayola furtiva apresuradamente. El momento más delicado obviamente es al salir del WC y dejar todo en su sitio sin evitar sospechas, al principio pegaba la oreja a la puerta y esperaba hasta considerar adecuado y realizar el proceso inverso de vuelta al salón, pero tras varias experiencias descubrí que era mucho menos arriesgado guardarme las prendas en el bolsillo interior de la chaqueta y devolverlas en mi siguiente expedición al baño.
 
Última edición:
y si había alguna foto digna de ser recortada para posteriormente ser pajeada, haya que la guardaba en una carpeta.
:nomejodas:
En fin, que bonita infancia pasé.
Pues en el colegio aprendiendo ortografía seguro que no la malgastó.

A mí, lo más humillante que me ha sucedido al respecto, es que una de mis hermanas se dedicaba a entrar en mi habitación por sorpresa cuando sabía que yo estaba viendo la televisión a solas, con ánimo e intención de pillarme con el manubrio en la mano.
Yo, a modo de defensa, me parapetaba tras un perchero que estratégicamente colocado impedía que me viera desde el quicio de la puerta; también desarrollé la capacidad de guardarme el micropene bajo el pantalón en una fracción de segundo.
Por último opté por dejar la puerta entreabierta para evitar sobresaltos y aprendí a meneármela en el más completo sigilo.

Eso sí, cuando ella traía algún amigo/novio a casa, le devolvía la maniobra de visita sorpresa a su cuarto.

Para otra falta de ortografía dejo la historia de cómo espiaba a mis primas a través de la ventana que daba a la terraza.
 
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