La venus de la calle A.

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Juvenal
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El doctor Letamendi rebuznó:
El que sólo sabe medicina, ni medicina sabe

Montaigne rebuznó:
Je me suis presenté moy-mesmes à moy, pour
argument et pour subject. Ainsi, lecteur,
je suis moy-mesmes la matière de mon livre.

La realidad siempre supera a la ficción más imaginativa, los oasis, con frecuencia, son meros espejismos y para gracias, las suyas...

Admito lo de las pelotillas... Nada mejor para disimular que soy un guarro degenerado que postear esto

Yo lo que suelo tomar son la imitación de los Frosties del DIA, esos que llevan al elefante dibujado en la caja.
 
Cypress-Hill rebuznó:
Los Kellogs son la mierda, saben a puto cartón, los buenos son los Frosties que están a reventar de azucar.

PD: En su defecto también valen los Choco Krispies.

:shock: :shock: :shock:

¿Estás de coña?

Tanto los Frosties como los Choco Krispies son Kellogs.
 
Nicte rebuznó:
Un relato estupendo.

Juvenal siempre nos aporta ese toque literario a nuestras vidas.

Gracias ;)

Sí, se agradece.
Este relato me parece uno de los mejores de Juvenal.
 
Iuvenalis

...plasma historias sobre el papel con dulzura, parece que las palabras saliesen solas, que fluyesen sin encontrar ningún obstáculo...

:wink:

Muy buen relato.
 
Antígona rebuznó:
...plasma historias sobre el papel con dulzura, parece que las palabras saliesen solas, que fluyesen sin encontrar ningún obstáculo...


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+


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=

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Antígona rebuznó:
Nicte rebuznó:
Antígona rebuznó:
Qué quieres decir con esas imágenes :?:

Te esta llamando zorra, pero tu veras :lol:

Por eso lo decía, no sé a cuento de qué, pero ya está visto que no se pueden pedir peras al olmo...

El es hijo de adan y tu hija de eva.

Por ende golpea con su frustracion al genero opuesto y te ha tocadoa ti.

No te preocupes, aqui es el pan de cada dia.
 
El Loco de las Coles rebuznó:
Mira que lleva tiempo el hilo abierto y no he tenido huevos de leerme el puto relato... debería avergonzarme. Y esta mañana me he leido la etiqueta del timotei limón y uvas.


El Loco de las Coles rebuznó:
Bueno, es que los anorexicos leemos las etiquetas de todo lo que pensamos comernos. Es la mejor forma de llegar a la conclusión de que es mejor no hacerlo.


Timotei ahora hace zumos o de verdad te comiste el champu?

O el ir a comerte aquello que lees es condicion suficiente pero no necesaria?


(Conseguiste convencerte para no comertelo?)
 
"Hazte con un tema y las palabras lo seguirán", dice Catón. Encontrar algo no es muy difícil, basta con mirar a nuestro lado.

Hará cierto tiempo, en época de exámenes, solía frecuentar una hemeroteca. En una ocasión me dio por acercarme a unos anaqueles que estaban en un pasillo abandonado de Dios y de los hombres. Como no podía ser de otra manera, yo pasaba por allí frecuentemente pero nunca se me había ocurrido pararme delante de los tomos de una colección que, como atestiguaba el polvo acumulado en ellos, hacía mucho tiempo que nadie consultaba.

Aquel día me paré y cogí uno de ellos.

Eran de "La Gaceta de Madrid". Para quien no lo sepa ésta fue el diario oficial del Estado hasta que el triunfo de los facciosos la substituyó definitivamente por el "Boletín Oficial del Estado", creado en Burgos el 28 de julio de 1936 con el nombre de "Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional".

Pues bien, picado por la curiosidad cogí uno de los volúmenes y comencé a hojear aquellas páginas amarillentas y olvidadas. Si mal no recuerdo, el tomo correspondía a 1937 y consultándolo al azar encontré la disposición que nombraba teniente coronel del Ejército Popular a título póstumo al dirigente anarquista Buenaventura Durruti.

Un ácrata convertido en jefe... Convendrán conmigo en que es un detalle bastante revelador.

Animado por una curiosidad creciente, decidí consultar el último número del último tomo. Estaba fechado el 31 de diciembre de 1938 e impreso en Barcelona (tengan presente que el gobierno había abandonado la capital en los primeros meses de la guerra).

Los estudiantes, como siempre en época de exámenes, se afanaban en sus quehaceres habituales; por ejemplo, dibujar entre risotadas una enorme polla en un Aranzadi de 1964; yo estaba leyendo en la mesa aquella última Gaceta y no dejaba de preguntarme por las personas que, con la guerra ya perdida y con todo a su alrededor derrumbándose, seguían publicando las normas de una República que agonizaba y unas leyes que nunca se podrían aplicar.

Papel muerto y una pérdida de tiempo, en mi opinión.

Quizá el escribiente era algún fanático o, peor todavía, un idealista que aún creería en la victoria final y todas esas sandeces que se suelen decir en tiempo de guerra. Es posible también que fuera uno de esos funcionarios grises y aburridos que se pasaban la vida en retaguardia, escurriendo el bulto y desvinculados totalmente de la realidad.

¿Cómo habría terminado la guerra para un redactor de la Gaceta? Imaginé varias posibilidades.

Que fuera un tipo bastante tibio y apenas entrasen por la Diagonal las tropas, que ya de rebeldes tenían bien poco, alzase el brazo y entonase algún himno falangista como el que más. Cualquier régimen necesita burócratas y el chaqueteo es todo un arte en la piel de toro.

Podría también haber acabado pringado en alguna playa francesa, pero algo me dice que debió de ser uno de los enchufados del Socorro Rojo y que, mientras la mayoría de republicanos cagaba en el mar a la vista de los senegaleses que los custodiaban, éste pillaba un buen billete hacía Moscú o México.

De todas formas, sólo son especulaciones.
 
mi hermano estaba recluído en un internado cuando yo tenía 10 años. me las ingenié para ir a verle un sábado, y en el rellano del edificio apareció con él un niño cuyo padre había muerto, y cuya madre le había dejado allí internado a la tierna edad de 6 años, mientras ella se gastaba la herencia con fulanos de costa en costa, y en su cara de 12 años ya tenía visiblemente marcadas las típicas huellas del desprecio y la soledad.

le vi sólo durante unos minutos pero es lo más fuerte que jamás he sentido por un varón. tenía la mirada más triste que he visto en mi vida, y ni siquiera me acuerdo de su cara.
daría mi ventrículo izquierdo por volver a verle.
 
Weiz rebuznó:
mi hermano estaba recluído en un internado cuando yo tenía 10 años. me las ingenié para ir a verle un sábado, y en el rellano del edificio apareció con él un niño cuyo padre había muerto, y cuya madre le había dejado allí internado a la tierna edad de 6 años, mientras ella se gastaba la herencia con fulanos de costa en costa, y en su cara de 12 años ya tenía visiblemente marcadas las típicas huellas del desprecio y la soledad.

le vi sólo durante unos minutos pero es lo más fuerte que jamás he sentido por un varón. tenía la mirada más triste que he visto en mi vida, y ni siquiera me acuerdo de su cara.
daría mi ventrículo izquierdo por volver a verle.

A los 10 años ya reflejaba la tristeza en mi rostro cuando nadie me veia y solo tenia un espejo delante de mi.

Pero aprendia graparme sonrisas.

Hace unos meses baje la guardia y afloro en mi rostro las huellas de mi miserable existencia. Fue solo un instante, pero lo justo para que un amigo se asustara.

Todos tenemos miles de historias que contar, pero la mayoria aprende a tragarselas.

Los que dejan que les marque el rostro son los mas debiles de todos.
 
Nicte rebuznó:
Weiz rebuznó:
mi hermano estaba recluído en un internado cuando yo tenía 10 años. me las ingenié para ir a verle un sábado, y en el rellano del edificio apareció con él un niño cuyo padre había muerto, y cuya madre le había dejado allí internado a la tierna edad de 6 años, mientras ella se gastaba la herencia con fulanos de costa en costa, y en su cara de 12 años ya tenía visiblemente marcadas las típicas huellas del desprecio y la soledad.

le vi sólo durante unos minutos pero es lo más fuerte que jamás he sentido por un varón. tenía la mirada más triste que he visto en mi vida, y ni siquiera me acuerdo de su cara.
daría mi ventrículo izquierdo por volver a verle.

A los 10 años ya reflejaba la tristeza en mi rostro cuando nadie me veia y solo tenia un espejo delante de mi.

Pero aprendia graparme sonrisas.

Hace unos meses baje la guardia y afloro en mi rostro las huellas de mi miserable existencia. Fue solo un instante, pero lo justo para que un amigo se asustara.

Todos tenemos miles de historias que contar, pero la mayoria aprende a tragarselas.

Los que dejan que les marque el rostro son los mas debiles de todos.


Ah, ok.
 
Nicte rebuznó:
Los que dejan que les marque el rostro son los mas debiles de todos.

me cago en la ostia puta, y tú qué carajo sabrás.
 
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