La vez que me cagué encima

Serás tu, porque si te cagas, te cagas. Si aguantas tanto luego no se caga con honestidad.
Tú no te has criado en mi casa. En mi casa ni llorar en los tanatorios se puede. Imagínate cagarse encima. Te mandaría a mi madre un mes y dejas de cagarte.
 
Joder que maravilla de historias.
La mía de pequeño, con 13 años me tomé un medicamento de mi padre para cagar bien y me lo tomé sin mesura ninguna. Era un jarabe que sabía a manzana y yo le pegué un trago como quien bebe gaseosa. Esto fue en el desayuno ( a saber porqué lo hice) y ya en clase me cagaba bastante pero aguantaba. En el recreo la situación se tornó en drama y tiré corriendo a casa. Por aquel entonces no tenía llaves de mi casa y mi puta madre no estaba. Sudando muy frío, me disponía a cagar en el rellano cuando la mierda salió a chorros y todavía no me había bajado los pantalones del todo. Me cagué mitad en la pared, mitad en mis pantalones. Justo en ese momento apareció mi madre por el ascensor, me dio 4 hostias y me mandó a lavarme mientras ella recogía mi caca con una pala.
Orinarme me oriné aposta en el cine a la edad de 15 añazos. Fui invitado por primera vez por mis primos mayores a ir con ellos y en mitad de la peli me entraron unas terribles ganas de orinar. No quería causarles mala impresión por ir al servicio, molestando a todos como si fuese un niño pequeño y decidí mearme encima. Fue muy difícil por cierto. No volvieron a llamarme para ir con ellos y la peli era bandits.
La vez que me cagué encima de adulto fue volviendo de una boda en Sevilla con una resaca de mil pares de cojones. Volvía en un socibus y quedaba una hora más o menos para llegar a guarromám, que era la parada intermedia. Me levanté y le pregunté al conductor si me daba la llave para cagar en el servicio y me dijo que no, que estaba cerrado porque la gente fumaba. Le expliqué mi drama y le sudó la polla. Que ahí no meaba nadie. Casi lloro y todo. A 5 minutos de llegar me dió tal retortijón que ni hacer el amago de aguantar pude, salió un chorro de mierda y lo noté deslizarse por mi pierna. Me levanté nervioso, sin saber qué más iba a pasar y mi ano dijo que ya había abierto las puertas así que empecé a cagarme fuerte. La mierda era mierda de borracho, me chorreaba todo y empezó a oler. La gente se partía la polla y yo hice como si también buscase el olor.
Cuando llegamos a guarromám me levanté simulando que tenía prisa por ir al baño. Unos chicos dijeron en voz alta " mira el cagón que prisa tiene!" y nada, en el servicio me limpié el culo con los calcetines y acabé de sacarme la mierda del cuerpo. Los chavales se reían de mi en mi puta cara y yo lo que hice fue pasar el resto del viaje con el volumen del mp3 a tope para no oír nada de lo que se decía a mi alrededor.

Hahahaha, estas son las cosas que curten, tener que pasar por una situación en la que no te puedes esconder, en un puto autobús hahaha. Tocagado en un puto autobús, joder que bueno.

A saber que tenia metido el puto conductor en el servicio, menudo hijoputa, supongo que el estar apunto de cagarte no te dejaba mucho margen de maniobra para darle la vara hasta que te las diese.
 
Y, digo yo, si todos nos cagamos encima en ocasiones, ¿por qué ocultarlo? Hagamos una cabalgata.
 
Hahahaha, estas son las cosas que curten, tener que pasar por una situación en la que no te puedes esconder, en un puto autobús hahaha. Tocagado en un puto autobús, joder que bueno.

A saber que tenia metido el puto conductor en el servicio, menudo hijoputa, supongo que el estar apunto de cagarte no te dejaba mucho margen de maniobra para darle la vara hasta que te las diese.
Me sentí como en uno de esos sueños en los que estás desnudo en la calle.
Tocaba aguantar el chaparrón, cerrar los ojos y esperar que de algún modo todo acabe.
Y, digo yo, si todos nos cagamos encima en ocasiones, ¿por qué ocultarlo? Hagamos una cabalgata.
Hay un tabú al respecto. Es como lo de comerse los mocos. Quien no se ha zampado un moco seco al despertar o se ha metido un dedo hasta el cerebro en un semáforo? Pero está mal reconocerlo.
 
En las bodegas Vivancos, si compras la visita completa que incluye museo y cata de vinos, hay una sección en la que te dan como una especie de palitos que tú tienes que ir untando en diferentes cajitas que les dan olores de diferentes vinos. El juego consiste en darle los palitos a oler al que tienes al lado para que adivine el tipo de vino. Os podéis imaginar dónde me metí el palito que le di a oler a los otros visitantes. Qué risas jajajaja olía a caca jajajaja...
 
Joder que maravilla de historias.
La mía de pequeño, con 13 años me tomé un medicamento de mi padre para cagar bien y me lo tomé sin mesura ninguna. Era un jarabe que sabía a manzana y yo le pegué un trago como quien bebe gaseosa. Esto fue en el desayuno ( a saber porqué lo hice) y ya en clase me cagaba bastante pero aguantaba. En el recreo la situación se tornó en drama y tiré corriendo a casa. Por aquel entonces no tenía llaves de mi casa y mi puta madre no estaba. Sudando muy frío, me disponía a cagar en el rellano cuando la mierda salió a chorros y todavía no me había bajado los pantalones del todo. Me cagué mitad en la pared, mitad en mis pantalones. Justo en ese momento apareció mi madre por el ascensor, me dio 4 hostias y me mandó a lavarme mientras ella recogía mi caca con una pala.
Orinarme me oriné aposta en el cine a la edad de 15 añazos. Fui invitado por primera vez por mis primos mayores a ir con ellos y en mitad de la peli me entraron unas terribles ganas de orinar. No quería causarles mala impresión por ir al servicio, molestando a todos como si fuese un niño pequeño y decidí mearme encima. Fue muy difícil por cierto. No volvieron a llamarme para ir con ellos y la peli era bandits.
La vez que me cagué encima de adulto fue volviendo de una boda en Sevilla con una resaca de mil pares de cojones. Volvía en un socibus y quedaba una hora más o menos para llegar a guarromám, que era la parada intermedia. Me levanté y le pregunté al conductor si me daba la llave para cagar en el servicio y me dijo que no, que estaba cerrado porque la gente fumaba. Le expliqué mi drama y le sudó la polla. Que ahí no meaba nadie. Casi lloro y todo. A 5 minutos de llegar me dió tal retortijón que ni hacer el amago de aguantar pude, salió un chorro de mierda y lo noté deslizarse por mi pierna. Me levanté nervioso, sin saber qué más iba a pasar y mi ano dijo que ya había abierto las puertas así que empecé a cagarme fuerte. La mierda era mierda de borracho, me chorreaba todo y empezó a oler. La gente se partía la polla y yo hice como si también buscase el olor.
Cuando llegamos a guarromám me levanté simulando que tenía prisa por ir al baño. Unos chicos dijeron en voz alta " mira el cagón que prisa tiene!" y nada, en el servicio me limpié el culo con los calcetines y acabé de sacarme la mierda del cuerpo. Los chavales se reían de mi en mi puta cara y yo lo que hice fue pasar el resto del viaje con el volumen del mp3 a tope para no oír nada de lo que se decía a mi alrededor.

Es usted un guarroman.

Siendo adolescentes, un amigo y yo POR FIN convencimos a las chavalillas que nos gustaban para ir a hacer guarreridas españolas. :chiquito:

Como no teniamos sitio les pedí las llaves de un cuarto a mis compañeros del básket. Habiamos bebido muchísimo calimocho.

Ya en el reservado, andaba yo pegándome con el cierre del sujetador de mi compañera cuando se levanta mi amigo y sale de la habitación tambaleándose.
A los minutos, vuelve con el pantalón blanco (eran fiestas) lleno de tropezones, mirando al suelo sin decir nada y con un aroma pestilente que embriagaba toda la estancia.
Su amiga da un respingo tapándose la nariz, corre las cortinas y descubre una riada de mierda y melenas (haber estudiao) mientras dice con su piji voz:

"¡Qué guarro, se ha cagado. Vámonos Elena!".

Nunca más hablamos con ellas y nos pasamos el día grande de fiestas limpiando el cuarto de los de mi equipo.
 
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auxili per favarr soc ern la bodec vivancos III protagonized por wyoming catando vins me volem asasainar con un palet untat en mierda swi us plau llamd a la pulisiooa x favor no estoc de broma los vsitantes memiran mnal me quieren violentar el detroit con palets x fabor anunci serio
 
auxili per favarr soc ern la bodec vivancos III protagonized por wyoming catando vins me volem asasainar con un palet untat en mierda swi us plau llamd a la pulisiooa x favor no estoc de broma los vsitantes memiran mnal me quieren violentar el detroit con palets x fabor anunci serio

Socorro, Mundele ayudsme, me están ciberacosndjdjf porbfg ayuda me duele mucho jndf. Ticulo
 
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Me sentí como en uno de esos sueños en los que estás desnudo en la calle.
Tocaba aguantar el chaparrón, cerrar los ojos y esperar que de algún modo todo acabe.

Hay un tabú al respecto. Es como lo de comerse los mocos. Quien no se ha zampado un moco seco al despertar o se ha metido un dedo hasta el cerebro en un semáforo? Pero está mal reconocerlo.
O meterse cosas por el ojal. Mira que te gusta urgar en todos tus orificios
 
Eso es para que pruebes tu propia cibermedicina.

Tú cállate.

max_demian.webp
 
Yo me cagué encima hace poco más de una semana. Cosas que pasan.

Últimamente echo unas plastas de mierda semisolida seguida de caca impregnante, de las que luego necesitas un rollo entero de papel para limpiarte.

Pues todo el día de trajín y no encontraba váter. Cuando pare a la noche se me habían pasado las ganas así que me acosté.

Me desperté al rato y tenía ganas pero hacia bastante frío así que sólo me levanté cuando no quedaba otra.

A esto que siento que tengo que contenerme con fuerza mientras me voy vistiendo, soltando pedos involuntarios.

A veces me tenía que quedar completamente inmóvil y luego seguir vistiendome.

Mientras me bajaba del camión iba soltando peditos que pesan. Y mientras andaba a saltitos hasta el váter de un área de párking sin gasolinera lo mismo.

Al bajarme el pantalón, que no me había puesto ni los calzoncillos, veo la masa de mierda olorosa y pastosa.

Cagué el resto. Limpié como pude el pantalón con papel higiénico y salí a las cuatro de la mañana sólo con una camiseta y el culo y la chorra al aire.

Si llega a salir alguno de otro camión me pilla todo erótico como en el mejor de mis sueños húmedos.

Pantalón a bolsa hermética y segunda limpiada con toallitas húmedas para bebés cagones como yo.
 
>yo
>Unos 37 años
>Periodo de abstinencia de alcohol y drogas
>Noche pierdo el norte bebiendo, fumando y ya no recuerdo si alguna pastilla
>De algun modo poco comprensible acabo engañando a una tipa bastante decente para acabar yaciendo en su casa.
>??
>Me despierto en la puerta de su casa (en el rellano) completamente cagado y meado. No sabia ni donde estaba y aun tenia que llegar a casa.
 
Hoy en Cuarto Milenio, el extraño caso de que vas por la calle y nunca te cruzas con nadie que conozcas; pero que te viene un apretón gordo que te duelen todos los músculos de lo que aprietas el culo y vas a paso ligero para llegar a casa y ahí sí, ahí sí te encuentras con alguien de los que no se conforman con decir hasta luego, sino que se paran a darte la mano y darte conversación.
 
>yo
>Unos 37 años
>Periodo de abstinencia de alcohol y drogas
>Noche pierdo el norte bebiendo, fumando y ya no recuerdo si alguna pastilla
>De algun modo poco comprensible acabo engañando a una tipa bastante decente para acabar yaciendo en su casa.
>??
>Me despierto en la puerta de su casa (en el rellano) completamente cagado y meado. No sabia ni donde estaba y aun tenia que llegar a casa.
habria gente que ahi habria dicho "tengo que dejar de beber"

sin embargo, un forero... diria "tengo que dejar de salir de casa" que es mas sencillo.
 
Yo soy muy de apretones en los momentos mas inoportunos,creo que es ansiedad, por ello soy especialista en apretar el esfinter hasta convertirlo en un agujero negro.Cagarme encima creo que una vez hace años y la sensación de como hace bolsa la plasta con el calzoncillo mientras va saliendo la recuerdo como una de las más gratificantes.
 
Acabo de recordar otra historia que me da mucho lol cada vez que la cuento, aunque no llegue a cagarme. Tipica historia de ascensor, en la que estabamos bajando un crapula y yo de casa de un amigo de ponernos tibios desde la hora de la siesta hasta la hora de la cena. Lo tipico que en el trayecto te trufas, y el colega con tal de no fumar gas ajeno solo se trufa tambien. Se dio la circunstancia de que los dos teniamos el estomago bastante pa que nos lo viera un medico y la pestilencia que nos empezo a subir en el ascensor no era poca broma.

La historia termina, como es previsible, con un vecino entrando al ascensor. El lol viene porque era un morito al que saludamos gustosamente y no hizo ni amago de gesto de cortesia. No habia empezado el ascensor a subir y empezamos a escuchar una tos grotesca que sale del alma del moro y conforme iba subiendo se escuchaban arcadas cada vez a menor volumen porque el ascensor se iba alejando.

A estas alturas de la historia sobra decir que estabamos partiendonos el pecho de la risa, pero es que cuando el fucking moro llego a su piso (la historia es de hace tiempo, ascensor antiguo que no podias pulsar otro piso si ya habias pulsado uno) y empezamos a escuchar gritos de: "HIJO PUTA HIJO PUTA HIJO PUTA" nos encontramos en el suelo con la mandibula desencajada de la risa. Luego escuchamos como el bastardo echo a correr escaleras abajo mientras seguia gritando y nos tuvimos que dar el piro de alli que no estabamos para gresca ninguna y el moro se habia lanzado el hechizo de ansia de sangre.
 
Acabo de recordar otra historia que me da mucho lol cada vez que la cuento, aunque no llegue a cagarme. Tipica historia de ascensor, en la que estabamos bajando un crapula y yo de casa de un amigo de ponernos tibios desde la hora de la siesta hasta la hora de la cena. Lo tipico que en el trayecto te trufas, y el colega con tal de no fumar gas ajeno solo se trufa tambien. Se dio la circunstancia de que los dos teniamos el estomago bastante pa que nos lo viera un medico y la pestilencia que nos empezo a subir en el ascensor no era poca broma.

La historia termina, como es previsible, con un vecino entrando al ascensor. El lol viene porque era un morito al que saludamos gustosamente y no hizo ni amago de gesto de cortesia. No habia empezado el ascensor a subir y empezamos a escuchar una tos grotesca que sale del alma del moro y conforme iba subiendo se escuchaban arcadas cada vez a menor volumen porque el ascensor se iba alejando.

A estas alturas de la historia sobra decir que estabamos partiendonos el pecho de la risa, pero es que cuando el fucking moro llego a su piso (la historia es de hace tiempo, ascensor antiguo que no podias pulsar otro piso si ya habias pulsado uno) y empezamos a escuchar gritos de: "HIJO PUTA HIJO PUTA HIJO PUTA" nos encontramos en el suelo con la mandibula desencajada de la risa. Luego escuchamos como el bastardo echo a correr escaleras abajo mientras seguia gritando y nos tuvimos que dar el piro de alli que no estabamos para gresca ninguna y el moro se habia lanzado el hechizo de ansia de sangre.


a mi con un peo de la muerte de esos, una vez me castigo lol.
subiendo en el ascensor a ver a mi madre, afloje la tuerca y me salio cthulhu del ano.

pense que se quedaria alli en el ascensor pero no me di cuenta de que llevaba un abrigo largo.
al entrar en casa, mi madre me abrazo, y al apretarme el abrigo, este le soplo en la cara el olor de mil almas corruptas.


tras la cara de sorpresa, lo unico que me dijo fue, en voz baja "ve al baño que creo que te has cagado"
 
Esa historia me suena que la hubieras contado pero con tu novia. Probablemente te habra pasado con ambas :lol:
 
Los peos de ascensor, con café saben mejor.

Estando en el instituto, me trincaba un tazonaco de café, hecho con café Camelo, de esos que venían en paquetes que parecían un obús de la gran guerra.
Pues bien, yo me apretaba eso con dos o tres quetis (magdalenas valencianas) y acto seguido iba al baño a soltar una mierda como una lengua de vaca.

Un día iba apurado de tiempo y la visita al señor Roca la tuve que dejar para otro momento.

Antes de salir note una opresión seguida por una especie de cuchillada en el bajo vientre. Esperando al ascensor me dio otro episodio. Una mente preclara como la mía por aquel entonces, supuso que lo mejor era forzar un gueldo y rebajar la overpressure.

No se cerró la puerta del ascensor, cuando del ojal salió algo que fundía hasta el titanio. De esos pedos que dejan el orto como la cubeta de una fundición.

Ni dos segundos pasaron y aquello era irrespirable para uno mismo, no quiero imaginar para otra persona. Ese hedor se convirtió en un ente con vida propia, y el ascensor se convirtió en una trampa mortal, de cuyas paredes, techo y suelo emanaba una fragancia procedente del mismo infierno.

Entre asco a uno mismo e incredulidad de cómo eso se puede gestar en un cuerpo humano, llegué al bajo.

Ahí estaba esperando la señora de la limpieza, con el cubo y mocho en mano. Salí del ascensor como un toro de chiqueros, aturdido y sin casi saber dónde estaba. Cuando me di cuenta de la situación puse pies en polvorosa como si hubiera robado el tren del dinero. Mientras tanto la pobre mujer cruzó las puertas del averno, ahogada entre la atmósfera rica en metano, se la oía " Qué asco Dios mío, qué asco"

De camino al insti fue soltando gueldos que me acompañaban como fieles mastines, construyendo un anillo de inmundicia impenetrable.
 
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Los peos de ascensor, con café saben mejor.

Estando en el instituto, me trincaba un tazonaco de café, hecho con café Camelo, de esos que venían en paquetes que parecían un obús de la gran guerra.
Pues bien, yo me apretaba eso con dos o tres quetis (magdalenas valencianas) y acto seguido iba al baño a soltar una mierda como una lengua de vaca.

Pues bien un día iba apurado de tiempo y la visita al señor Roca la tuve que dejar para otro momento.

Antes de salir note una opresión seguida por una especie de cuchillada en el bajo vientre. Esperando al ascensor me dio otro episodio. Una mente preclara como la mía por aquel entonces, supuso que lo mejor era forzar un gueldo y rebajar la overpressure.

No se cerró la puerta del ascensor, cuando del ojal salió algo que fundía hasta el titanio. De esos pedos que dejan el orto como la cubeta de una fundición.

Ni dos segundos pasaron y aquello era irrespirable para uno mismo, no quiero imaginar para otra persona. Ese hedor se convirtió en un ente con vida propia, y el ascensor se convirtió en una trampa mortal, de cuyas paredes, techo y suelo emanaba una fragancia procedente del mismo infierno.

Entre asco a uno mismo e incredulidad de cómo eso se puede gestar en un cuerpo humano, llegué al bajo.

Ahí estaba esperando la señora de la limpieza, con el cubo y mocho en mano. Salí del ascensor como un toro de chiqueros, aturdido y sin casi saber dónde estaba. Cuando me di cuenta de la situación puse pies en polvorosa como si hubiera robado el tren del dinero. Mientras tanto la pobre mujer cruzó las puertas del averno, ahogada entre las atmósfera rica en metano, se la oía " Qué asco Dios mío, qué asco"

De camino al insti fue soltando gueldos que me acompañaban como fieles mastines, construyendo un anillo de inmundicia impenetrable.
Pero que hijo de la gran puta, que puta risa
 
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