La Zoofilia vuelve con fuerza: conejos prácticos.

Cornholio rebuznó:
¿quÉ Clase De Hilo De Bestialismo Es Éste Sin Una Puta Foto?

Cuanta razón tiene...

Tooodos a practicar!!!

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Por cierto mamarracho, déjese de perversiones con bestias, hijo de Belcebú, y hablenos de la liebre.

Si esa liebre humana que iban a cazar 4 bujarras untados en pómada con sabor a frutas del bosque, pertrechados con un equipo de supervivencia consistente en un megadildón, imprescindible para cualquier bujarrón, vaselina ipanema por si hay tema, y un enmascarador de halitosis provocada por requesón de los que no están operados de fimosis.

Obvia usted el tema, bujarrilla zoofílico. Debe ser que usted estuvo cazando gamusinos todo el finde, capullo.
 
Ella me miró, lascivamente, como diciéndome "hazlo, no te detendré".
:lol::lol::lol: Me he descojonado.

Por cierto, los animales también transmiten enfermedades a través de sus genitales.

En las cárceles algunos presos crían gatitos [...] y que el gato lame con gran ansiedad y fruición, con su lengua húmeda y algo rasposa...
La lengua del gato raspa demasiado como para que su contacto con el miembro viril pueda resultar placentero. Aunque bueno, yo no lo he probado, así que puede ser que exagere.
 
El tonto de mi queridisimo pueblo es conocido porque mató a su conejo a base de follarselo

No se atrevió a fotografiarlo, pero lo contó lo suficientemente detallado para que nadie quisiese fotos.

PD:si, antes de que pregunten ese sucnor soy yo.
 
Jean Claude Voll Damm rebuznó:
...tarde o temprano tenía que pasar...

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Tras ver estas insolitas fotos acabo de irme a potar,la deprvacion del ser humano no tiene limites,antes de poner mas pediria que avisaran ya que las imagenes pueden causar serios trastornos mentales
 
ElSapoDeLaTrankaEmpinada rebuznó:
Yo solo he practicado la zoofilia con hembras vascas, lo recomiendo.


Pues las vacas se suelen mover mucho, y de paso la ordeñas despues de ser ordeñado por ella.
 
También las hay menos chanantes, pero polémicas...

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Es que el desierto suele ser un lugar desolador y tal..
 
Tumor Cerebral rebuznó:
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Yo creo que algo más parecido a esto...

Un saludo


En la primera se ve mas complicidad entre toro y torero (este ultimo le echa una miradita al orto del morlaco con alta carga erótica)
 
Lo de la oveja fue más complicado.

Como todos sabéis, España es el único país del mundo donde los hombres son HOMBRES… y las ovejas están nerviosas. Vamos, que lo de “pura lana virgen” es un timo de cuidado.

Y es que al verla la primera vez, sentí que Irene, la oveja más joven y retozona de toda Córdoba, debía ser mía.

Cuando estaba fuera, con su lacito azul y su blanca y provocadora lana al sol, siempre la acompañaban las del resto del rebaño, y el granjero y a la vez pastor no les quitaba ojo.

Así que esperé a que anocheciera, cierto sábado que todos creían que iba al cine a ver “El planeta de los simios”, de Alejandro Amenabar, cuando entré en las instalaciones, hacia el lugar donde Irene, echada como una provocadora, me esperaba.

La saqué de allí en silencio y me la llevé a los servicios, donde pudiéramos tener más intimidad.

Irene estaba así como confundida, con la mirada me interrogaba. No nos conocíamos más que de vista, así que era normal su desconfianza.

- Tranquila cariño – le dije – he venido a darte placer.

La acaricié un rato hasta que se calmó, y luego la abracé y le di besitos. Ella me pegó un rápido pero suave lametazo en la oreja y entonces supe exactamente lo que tenía que hacer.

- Túmbate Irene, que te voy a comer el coño.

La postura era un poco estrafalaria, pero poco a poco le cogimos el tranquillo, hasta que empezó a gustarle aquello, y lubricaba que daba gusto.

- Irene – jadeé lujuriosamente – quiero follarte ahora.

- Beeeee.

- Voy.

Se incorporó y me puse detrás de ella, estilo perrito. La penetré de un golpe y la agarré bien de las caderas. Dios, ¡que emocionante era aquello!

Así seguimos un buen rato, hasta que el dueño de la granja, al parecer desvelado por nuestros gritos de placer y deseo, se levantó y, tras acecharnos, abrió la puerta.

Nos contempló atónito en pleno acto, yo en pelota picada a esas alturas, y mi dulce ovejita sacando el culo para que mis embestidas le llegasen hasta el fondo.


- Hostia Irene, que nos han pillao – dije mientras la sacaba, haciendo un “plop” que resonó absurdamente en la silenciosa estancia.

- Beeeee – soltó Irene.

- No, ve tú y se lo explicas, dile que no hay amor, que es sólo sexo.

- Beeeee.

- Joder, bueno, pues voy yo.

Así que asustado me dirigí a Eustaquio, el granjero de mi pueblo, a darle explicaciones.

Y sucedió lo impensable, caballeros. Al acercarme, vi que me sonreía comprensivamente, casi divertido.


- Yo puedo explicarle…

No me dio tiempo a nada más, Eustaquio, todo afecto y comprensión, me rodeó los hombros con su enorme brazo y me dijo que lo entendía, que no era el primero que tonteaba con Irene, que ella iba provocando y que así era normal. Que incluso ÉL había sucumbido a sus encantos en más de una ocasión.

Ya más tranquilo, le conté mis experiencias sexuales, y él asentía, entre interesado y complacido. Entonces fue cuando hizo LA PREGUNTA.


- ¿Y con los dos salchichoneh dentro a la veh, lo hah probao?.

- Esto… ¿la doble penetración?.

- ¡Ezasto!.

- Pos no.

- Ahhh, puez ezo es la leche, amos al lio que te vah a entreteneh un güen rato –y se rió así en plan campechano, como dando confianza.

Total, que yo ya desnudito como estaba, y él en proceso, llamaríamos al parecer la atención de Irene porque se acercó, a ver qué tramábamos.

Bah, voy directo al grano, que me recreo efusivamente con los detalles. Eustaquio la sujetó por detrás y de pié, cogiéndola en peso, le endilgó su “salchichón”, yo a mi vez se la metí por delante. Pero con intimidad los dos, por el mismo agujero.

Fue el apoteosis, que movimientos, que éxtasis, que berridos que pegaba la Irene.

Y así fue como acabamos los dos, sujetando con fuerza a la oveja, en plan Sanwich, mientras gritábamos de gusto como condenados.

Luego nos limpiamos la lefada en la lana de Irene, que según Eustaquio eso le daba morbo a ella, que lo decía un estudio, y nos despedimos con un fuerte apretón de manos, como dos hombres de mundo.





Vamos, para repetirlo cuando se pueda. Cuando algún forero esté dispuesto, que me envíe un m.p. y lo invito a pasar unos días en mi pueblo, que vais a gozar de la hospitalidad sureña como nunca, y es que aquí en Andasulía “semos loh mejoreh”..

Y me temo que ya está. Esas han sido mis experiencias zoofílicas hasta el momento.

Confieso que una vez lo intenté con un hamster que tenía, pero al meterla vi que más que un hamster, parecía un perrito caliente, con el miembro entrando por detrás y saliendo por la boca, y además me rozaba mucho con los dientes, así que todo quedó en un intento.

Otra vez hice el amago de hacerlo con una perrita de raza caniche, perteneciente a un vecino, pero cuando la puse en posición y me la saqué, me miró y me dijo “¿qué coño estás haciendo, hijo de puta?”. Así que desistí.

Aunque por supuesto, mi fantasía erótica desde que la vi en los documentales de La 2: UNA LEONA MARINA. Dios… tiene que ser la leche. Y bueno, cuando vi en el cine “Parque Jurásico”, entonces ya… pufff, que pajote cayó esa noche pensando en la Velociraptora.

En fin, espero que este hilo acabe siendo, debido a las últimas tendencias, muy en auge y al alza, un “hilo – post it”, donde cada forero relate experiencias, dudas, sugerencias y en definitiva, plantee una nueva forma de alternar con el sexo animal opuesto, hermanándonos con el resto de las especies del planeta, que ni los de Green Peace, Oigan.


Un bechi así en plan campechano.



P.D. Me estoy pensando, muy seriamente, publicar esto en “todorelatos.com”.
 
Pasí­fae

Según Diodoro Sículo (4.60), Pausanias (7.4.5), Virgilio (Églogas 6.5 y subsiguientes), Apolodoro (3.1.2-4), el dios Poseidón, para vengarse de la afrenta que le había hecho Minos, hizo que Pasífae se enamorase del toro blanco que se había librado del sacrificio. Ella confió su pasión zoofílica a Dédalo, el famoso artífice ateniense que vivía desterrado en Cnosos deleitando a Minos y a su familia con las muñecas de madera animadas que construía para ellos. Dédalo prometió ayudarla y construyó una vaca de madera hueca que cubrió con un cuero de vaca. Le puso ruedas ocultas bajo las pezuñas y la llevó a la pradera de las cercanías de Gortina donde el toro de Poseidón pacía bajo las encinas entre las vacas de Minos. Luego de enseñar a Pasífae cómo se abría la portezuela corrediza situada en la parte trasera de la vaca, y de ayudarla a entrar con las piernas metidas en los cuartos traseros, se retiró discretamente. El toro blanco no tardó en acercarse y montar a la vaca de madera (de donde se deduce sin duda que Dédalo también afirmó las ruedas al piso), de modo que Pasífae vio satisfecho su deseo y a su tiempo dio a luz al Minotauro, monstruo con cabeza de toro y cuerpo humano.
 
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