pichucas_el_del_muelle rebuznó:Hace algún tiempo posteé esta experiencia, la vuelvo a poner para relajar tensiones:
(Por supuesto lo que cuento ha sido real)
Yo he ido mucho de putas, y me gusta bastante mojar el churro, y en mi experiencia creo que he ido constatando esto que digo. Me ha pasado de todo, pero en general si las tratas educadamente se relajan y te tratan mucho mejor (follan más, se les van las prisas, te besan mejor, te la chupan con pasión, etc.)
Recuerdo algunos polvos memorables y otros que han sido una verdadera frustración. A mi me gustan mucho más las españolas que las extranjeras, aunque tengo en la memoria una brasileña y una polaca que follaban como diosas(otro día os contaré estas aventuras).
Lo que sí os quería contar es el polvo memorable que me eché a una catalana de primera categoria.
Estamos hablando de los años en que todavía las pesetas eran pesetas. Estamos en el año 1996 y el piso en cuestión estaba en la zona de Puerto Chico (Santander).
Yo, imagino que como otros muchos, lo primero que leo del periódico son los clasificados (eso sí en un lugar discreto y sin hacerlo descaradamente), hacia días que se anunciaba un pisito con chicas españolas, al final me decidí a llamar y me presente en el para probar.
Me recibio una chica bastante guapa, morena, delgada que hacia las veces de la Madame: me contó que no eran profesionales y que el sistema era llamar a la chica que estaba trabajando en su trabajo normal y se acercaría al piso; yo no tenía prisa y espere un rato, llegó de la calle una chica muy simpática que decía que se había escapado un momento del trabajo, follamos lo mas bien. Como me gustó el sistema y me puso bastante caliente empecé a frecuentar ese piso, siempre chicas españolas de muy buen rollo e implicadas.
El último día, estaba como había pasado otras veces, la madame sola; pero esta vez sucedio algo inesperado para mi, me habló de las chicas que podían venir y al final me dijo que ella también estaba disponible. La verdad, yo ya la había echado el ojo, pero no me había atrevido a preguntarla, así que le dije que encantado follaría con ella.
Soy bastante sibarita y me gustan los servicios tranquilos y cómodos, otras veces había estado con las chicas en un Yacuzi, sin embargo esta vez me cojió desprevenido y no llevaba dinero suficiente ( creo que el servicio con yacusi era del orden de 20.000 una horita larga) Ella me preguntó el servicio que quería, por supuesto sabía que las otras veces había soltado la panoja, así que le dije que aquella tarde solo llevaba 17.000 y me dijo que aceptaba.
Estabamos solos en el piso, lo que me puso más cachondo, me hizo esperar 5 minutejos y apareció con una bata blanca que inmediatamente se abrió delante mio.
Madre mia, vestida parecía largiducha y flaca, pero desnuda estaba buenísima; entre las piernas tenia un felpudo moreno intenso pero arreglado y lucia dos tetas naturales bien terciadas. Lo primero que hizo fue acercarse y besarme en la boca con pasión, llevando la mano hacia la rajita comprové que estaba mojada.
Mientras se llenaba el agua del yacuzi empezó el primer asalto. Casi sin darme cuenta estaba dentro de ella, sin goma ni nada. La pedí que aflojara la marcha por que yo estaba muy caliente y podría irme en cualquier momento, me hizo algo que me volvió loco (era la primera vez que me lo hacían), estando yo echado boca arriba se metió en la rajita solamente el glande de mi polla y empezo a hacer circulos con las caderas. Acabamos este primer polvo dentro del agua, yo me corrí dentro de ella y me pidió que no la sacara porque quería correrse ella también.(yo creo que se corrió).
Después un momento de relax y pasamos de nuevo a la cama (el servicio era de una hora larga ) allí tuvimos un segundo polvo también memorable, y como dice Sabina "juegos, risas, escesos, como pueden caber tantos besos en una canción..."
Al final todavía nos quedamos charlando un rato desnudos sobre la cama, por eso sé que es catalana, casada, 28 años en aquel tiempo...; tenía la impresión de haberme follado a un ligue de discoteca.
Pero al día siguiente comprendí, o más bien imaginé el misterio de aquel polvo fantático.
El anuncio en el periódico desaperació y no volvió a publicarse más, en los días sucesivos llamé insistentemente al teléfono que yo conocía y nadie contestó, incluso me acerqué hasta el piso pero ya nunca nadie contestó.
Yo creo que había sido su último día y ella quiso echarme un polvo a mi....
Interesante experiencia.... :-o