Hoy he leído el artículo del pirado de Julián Ruiz, El Cortador de Cesped en El Mundo y por una vez parece una persona con capacidad de razonar. Habla de Messi por encima de lo que pueda significar para el Barsa, que está demostrando con el Tata una gran capacidad de adaptación, de saber bajar al barro, de, en cierto modo, Mourinhizarse, para resolver los partidos y todo sin La Pulga. Messi es el puto Dios, el mejor jugador de la historia y jode ver cómo se ha echado a perder, como está pasado de peso, cansado, pasota. Está hecho un gañanazo desde que tiene su puta larva y a ver quién tiene los cojones de meterle a camino. Porque Messi no es Cristiano. Cristiano no es Dios y lo sabe. Es un obsesionado de sí mismo, se cuida, se machaca y busca la perfección y, de paso, salva a su mierda de equipo y de club.
El Barsa se ha vuelto resultadista. Como dice hoy Marca, el estilo del Barsa es ganar. Martino no es bobo y no va a salir a puerta gayola a que lo desbarate el primer equipo que se le ponga delante. Por eso seguro que le joden los Cesc de la vida y hasta los Iniestas de ahora, que no curran lo que él pide. Y si tuviera un central de garantía le metía una patada en todo el ojete a Piqué para que se fuera a mariconear a otro lado.