Bueno si nos ponemos tambien a rascar del lado culé es para salir hasta el cuello lleno, os acordaís de este partido no hace tanto tiempo.
El Barcelona-Sevilla de la temporada 2003-04, que coincidió con una jornada entre semana, tiene un hueco en el anecdotario histórico de la Liga. Hasta tal punto resultó especial que fue bautizado como «el partido del gazpacho». Hasta aquel duelo, ningún encuentro del campeonato español se había disputado de madrugada. El partido «after hours» comenzó cinco minutos después de que comenzara el miércoles. Terminó cuando el reloj señalaba ya las dos de la madrugada.
La razón por la que el Barcelona programó aquel partido fue el nulo entendimiento que se originó entre el club catalán, el Sevilla y las exigencias de las selecciones, que reclamaba a los internacionales del Barça. Como consecuencia de la cita de selecciones, el Barcelona negoció con el Sevilla para que el primer partido del campeonato, programado en el Sánchez Pizjuán para el domingo, lo adelantase al sábado, ya que en el segundo encuentro, intersemanal para todos, el conjunto catalán podía sufrir una diáspora y quedarse en cuadro precisamente en su choque contra el equipo que entonces entrenaba Joaquín Caparrós.