... uno sale para ligar no para flirtear.
Notable apreciación. Eso es ir al tema, lo demás dispersarse, desvanecerse con la noche.
Yo soy más bien de lo segundo, aunque parezca extraño funciona. En el sitio en que vivo es lo suficientemente pequeño como para que si tonteas y se interesa, te la vas a encontrar más tarde en otro garito, horas... O el próximo día, o incluso ella se ha enterado de tus locales y horarios y se te planta por allí como quien no quería la cosa..., distraida. Y en ese plan.
Además, a lo largo de la semana hay veces en que conoces tías por otras vías, que no es estando de fiesta. Y el encuentro se vuelve a repetir a los dos días, o cuando sea...
En definitiva, que quiero decir que yo no tiro de teléfono, salvo ocasionalmente. Y con el Messenger lo mismo. Supongo que en otras circunstancias, se hace imprescindible. Aquí no.
Además, mis primeras experiencias con el aparato fueron malas, pues al estilo de lo que comentas tú en el inicio, y aunque hace muchos años ya de eso, no tengo buen recuerdo. Por ej., el vacío ese que se masca al otro lado del hilo, el silencio forzado, las frases hechas, ... no lo soporto. Sólo de pensarlo me pongo malo. Así que, como no me va a aportar nada sustancial, ¿para qué hacer el primo o pasar un mal rato?
Con los móviles la cosa mejora muchos puntos, pero aún así...
- Si la tia te importa, te lo notará en la voz. Será lo único que tendrá de ti en ese momento. Es como un hachazo, y puedes cagarla fácilmente.
- Si la tía no te importa, ¿para qué llamarla? Ya te la encontrarás por ahí, o te toparás con una más guarra.