Niño-Soldado
Novato de mierda
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- 28 Feb 2010
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En mi domicilio infantil tuvimos como 3 canarios (piu-piu)
Teníamos la mala y liberal costumbre de "de vez en cuando" dejarlo suelto. El primero se escapó. El segundo fue aplastado accidentamente por una puerta que se abría, si bien este episodio fue más escabroso no quedó oculto como quedó el 3ro.
El tercero fue culpa mía. Se trataba de un canario cachorro que parece que aún no había aprendido a volar. Si lo soltabas encima de la mesa alateaba posándose suavemente en la mesa pero aún no volaba.
Una solitaria tarde me propuse enseñarle a volar. Lo elevaba encima la mesa y al soltarlo él descendía aleteando. Son recuerdos borrosos pero parece que me debí exceder en mi entrenamiento.
A las últimas recuerdo que lo soltaba como a medio metro y él caía como una piedra encima de la mesa. Lo miré extrañado, tenía la mirada perdida y la lenguecita fuera.i
Le dije: despierta, qué te pasa? pero él no reaccionaba. Asustado lo volví a meter dentro de la jaula y lo posé en su suelo simulando una muerte natural. Cuando vino la reputa de mi vieja pegó un grito desde la cocina y yo pregunté extrañado: ¿qué pasa?
Teníamos la mala y liberal costumbre de "de vez en cuando" dejarlo suelto. El primero se escapó. El segundo fue aplastado accidentamente por una puerta que se abría, si bien este episodio fue más escabroso no quedó oculto como quedó el 3ro.
El tercero fue culpa mía. Se trataba de un canario cachorro que parece que aún no había aprendido a volar. Si lo soltabas encima de la mesa alateaba posándose suavemente en la mesa pero aún no volaba.
Una solitaria tarde me propuse enseñarle a volar. Lo elevaba encima la mesa y al soltarlo él descendía aleteando. Son recuerdos borrosos pero parece que me debí exceder en mi entrenamiento.
A las últimas recuerdo que lo soltaba como a medio metro y él caía como una piedra encima de la mesa. Lo miré extrañado, tenía la mirada perdida y la lenguecita fuera.i
Le dije: despierta, qué te pasa? pero él no reaccionaba. Asustado lo volví a meter dentro de la jaula y lo posé en su suelo simulando una muerte natural. Cuando vino la reputa de mi vieja pegó un grito desde la cocina y yo pregunté extrañado: ¿qué pasa?