TORBE
Frikazo
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Lisboa (Notimex).- Un tercio de jóvenes portugueses opina que el SIDA "no existe" y que es un mito inventado como medio de represión sexual, según una encuesta realizada por la especialista Orquidea Lopes.
El análisis, que incluye entrevistas con mil jóvenes de entre 14 y 16 años, de escuelas de 15 de los 16 consejos del país, reveló que alrededor del 31.9 por ciento de la muestra consideró que el SIDA puede ser evitado si se toma la píldora contraceptiva.
Agregó que el 86.9 de los jóvenes entrevistados afirmaron no conocer, entre sus relaciones, ninguna persona infectada por el VHI, aunque el 19.7 se declaró capaz de reconocer, a través de una mera observación, si alguien está contaminado o no.
La investigación, que fue la tesis de doctorado de Lopes, indicó que 53.5 por ciento de los jóvenes reconocieron haber tenido ya relaciones sexuales, pero dijeron que no corrían ningún riesgo de ser infectados, porque sus parejas "no son drogadictas" ni promiscuas.
El 22.6 por cento de los entrevistados rechazó haber tenido alguna experiencia sexual; mientras el 40.8, ya habían besado e intercambiado caricias; el 16.4 tuvo relaciones incompletas, y el 20.1 admitió haber tenido relaciones con más de una pareja.
La autora del estudio analizó también 44 de los anuncios divulgados por los medios electrónicos en el ámbito de las campañas de prevención contra esa pandemia, que casi en su totalidad los jóvenes entrevistados dijeron conocer.
Consideró que las campañas no han conseguido destruir los mitos y prejuicios acerca de esta enfermedad, porque no son explícitas respecto al contagio y las formas de protegerse.
Además, no establecen una clara diferencia entre la seropositividad y el SIDA, lo que se complementa con una mal sexual.
Según Lopes, "vivimos en una sociedad fuertemente erotizada, en que las personas más admiradas por los jóvenes son sistemáticamente presentadas como sexualmente llamativas y de buena salud" y que no los enseña a respectar las opciones sexuales de los demás.
"Una chica de 14 años que es virgen tiende a ser ridiculizada y es llevada a buscar adquirir esta experiencia lo más rapidamente posible y sin importarse mucho con quién y cómo", explicó.
Una sexualidad sana pasa por una mejor comprensión y respeto hacia los demás y para los que opten por tener relaciones tempranas, no basta aconsejar el uso del condón y la forma de hacerlo.
Según la especialista, hay que explicar también la forma de hablar con la pareja y resistir a las presiones de los que rechazan el condón, argumentando fidelidad sexual.
"La mayoría de los adultos piensan que los jóvenes lo saben todo acerca del sexo, pero estos conocimientos son en su mayoría adquiridos a través de películas o de la televisión, donde el erotismo es frecuentemente cercano a la pornografia", dijo.
Según la especialista, es por esta razón que los mitos respecto al SIDA son muy persistentes y se transmiten de una generación a la otra.
Las campañas de prevención son vistas como parte de la "cultura de los adultos", que los jóvenes ignoran o rechazan como ajenas a su propio universo, concluyó.
El análisis, que incluye entrevistas con mil jóvenes de entre 14 y 16 años, de escuelas de 15 de los 16 consejos del país, reveló que alrededor del 31.9 por ciento de la muestra consideró que el SIDA puede ser evitado si se toma la píldora contraceptiva.
Agregó que el 86.9 de los jóvenes entrevistados afirmaron no conocer, entre sus relaciones, ninguna persona infectada por el VHI, aunque el 19.7 se declaró capaz de reconocer, a través de una mera observación, si alguien está contaminado o no.
La investigación, que fue la tesis de doctorado de Lopes, indicó que 53.5 por ciento de los jóvenes reconocieron haber tenido ya relaciones sexuales, pero dijeron que no corrían ningún riesgo de ser infectados, porque sus parejas "no son drogadictas" ni promiscuas.
El 22.6 por cento de los entrevistados rechazó haber tenido alguna experiencia sexual; mientras el 40.8, ya habían besado e intercambiado caricias; el 16.4 tuvo relaciones incompletas, y el 20.1 admitió haber tenido relaciones con más de una pareja.
La autora del estudio analizó también 44 de los anuncios divulgados por los medios electrónicos en el ámbito de las campañas de prevención contra esa pandemia, que casi en su totalidad los jóvenes entrevistados dijeron conocer.
Consideró que las campañas no han conseguido destruir los mitos y prejuicios acerca de esta enfermedad, porque no son explícitas respecto al contagio y las formas de protegerse.
Además, no establecen una clara diferencia entre la seropositividad y el SIDA, lo que se complementa con una mal sexual.
Según Lopes, "vivimos en una sociedad fuertemente erotizada, en que las personas más admiradas por los jóvenes son sistemáticamente presentadas como sexualmente llamativas y de buena salud" y que no los enseña a respectar las opciones sexuales de los demás.
"Una chica de 14 años que es virgen tiende a ser ridiculizada y es llevada a buscar adquirir esta experiencia lo más rapidamente posible y sin importarse mucho con quién y cómo", explicó.
Una sexualidad sana pasa por una mejor comprensión y respeto hacia los demás y para los que opten por tener relaciones tempranas, no basta aconsejar el uso del condón y la forma de hacerlo.
Según la especialista, hay que explicar también la forma de hablar con la pareja y resistir a las presiones de los que rechazan el condón, argumentando fidelidad sexual.
"La mayoría de los adultos piensan que los jóvenes lo saben todo acerca del sexo, pero estos conocimientos son en su mayoría adquiridos a través de películas o de la televisión, donde el erotismo es frecuentemente cercano a la pornografia", dijo.
Según la especialista, es por esta razón que los mitos respecto al SIDA son muy persistentes y se transmiten de una generación a la otra.
Las campañas de prevención son vistas como parte de la "cultura de los adultos", que los jóvenes ignoran o rechazan como ajenas a su propio universo, concluyó.