Uncle Meat
Leyenda
- Registro
- 10 Sep 2005
- Mensajes
- 23.453
- Reacciones
- 7.674
Ahora que he perdido todo por ti,
Dices que quieres comenzar algo nuevo.
Y me parte el corazón que te vayas.
Cariño, me da pena.
Pero si quieres irte, cuídate mucho.
Espero que tengas un montón de cosas lindas para ponerte,
Pero, claro, un montón de cosas lindas empeoran allí afuera.
Oh, cariño, cariño, es un mundo salvaje.
Es difícil arreglárselas sólo con una sonrisa.
Oh, cariño, cariño, es un mundo salvaje.
Siempre te recordaré como una niña, chica.
Sabes que he visto un montón de lo que el mundo puede hacer
Y me parte el corazón en dos
Porque nunca quiero verte como una chica triste.
No seas una chica mala.
Pero si quieres irte, cuídate mucho.
Espero que hagas un montón de buenos amigos allí afuera,
Pero sólo recuerda que hay mucho mal y ten cuidado.
Cariño, te amo.
Pero si quieres irte, cuídate mucho.
Espero que hagas un montón de buenos amigos allí afuera,
Pero sólo recuerda que hay mucho mal y ten cuidado.
Con esta candidez se despedía Cat Stevens del amor que le abandonó. Y es que hay que ser gilipollas –por lo menos en cierta esfera del pensamiento- para invertirlo todo en lotería. Realmente he conocido poca gente digna de ser amada; y no creo que en esto tenga nada que ver el ser excesivamente exigente o racional. El mundo está lleno de basura -ahora dicen que más que nunca, aunque tampoco lo creo: esto siempre ha sido igual-, así que hay que tener mucho cuidado a la hora de volcar nuestras buenas intenciones en los demás, porque ahí fuera hay muy poco que lo merezca.
No os engañéis. El amor nace y crece en el interior de las personas –aunque habría que determinar qué clase de devoción les ocupa-, pero muy rara vez entre dos personas. En general, todo lo que fluye por ahí son contratos; timadores y estafados, productores y parásitos, parlanchines y memos, tara mental y dependencia emocional, tradición y gregarismo... Resumiendo: mentira, estupidez, inconsciencia y todo aquello que nos hace los seres más infelices del reino animal. ¿En qué categoría encajáis?
Yo no soy Cat Steven: “Pero si quieres irte, que te den mucho por el culo”.
Tened cuidado ahí fuera. O mejor aún, ponedse la coraza.
Dices que quieres comenzar algo nuevo.
Y me parte el corazón que te vayas.
Cariño, me da pena.
Pero si quieres irte, cuídate mucho.
Espero que tengas un montón de cosas lindas para ponerte,
Pero, claro, un montón de cosas lindas empeoran allí afuera.
Oh, cariño, cariño, es un mundo salvaje.
Es difícil arreglárselas sólo con una sonrisa.
Oh, cariño, cariño, es un mundo salvaje.
Siempre te recordaré como una niña, chica.
Sabes que he visto un montón de lo que el mundo puede hacer
Y me parte el corazón en dos
Porque nunca quiero verte como una chica triste.
No seas una chica mala.
Pero si quieres irte, cuídate mucho.
Espero que hagas un montón de buenos amigos allí afuera,
Pero sólo recuerda que hay mucho mal y ten cuidado.
Cariño, te amo.
Pero si quieres irte, cuídate mucho.
Espero que hagas un montón de buenos amigos allí afuera,
Pero sólo recuerda que hay mucho mal y ten cuidado.
Con esta candidez se despedía Cat Stevens del amor que le abandonó. Y es que hay que ser gilipollas –por lo menos en cierta esfera del pensamiento- para invertirlo todo en lotería. Realmente he conocido poca gente digna de ser amada; y no creo que en esto tenga nada que ver el ser excesivamente exigente o racional. El mundo está lleno de basura -ahora dicen que más que nunca, aunque tampoco lo creo: esto siempre ha sido igual-, así que hay que tener mucho cuidado a la hora de volcar nuestras buenas intenciones en los demás, porque ahí fuera hay muy poco que lo merezca.
No os engañéis. El amor nace y crece en el interior de las personas –aunque habría que determinar qué clase de devoción les ocupa-, pero muy rara vez entre dos personas. En general, todo lo que fluye por ahí son contratos; timadores y estafados, productores y parásitos, parlanchines y memos, tara mental y dependencia emocional, tradición y gregarismo... Resumiendo: mentira, estupidez, inconsciencia y todo aquello que nos hace los seres más infelices del reino animal. ¿En qué categoría encajáis?
Yo no soy Cat Steven: “Pero si quieres irte, que te den mucho por el culo”.
Tened cuidado ahí fuera. O mejor aún, ponedse la coraza.