Me estoy follando a una VIEJA. No me arrepiento.

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Respeto máximo a @VRC.

Forero que empalma sin problemas y empotra por todos los agujeros a la tía que más le vicia. Y encima comparte con generosidad tanto aventuras como fotos.

Este hombre juega en Champions y tenemos aquí a los del barrio de la Luz C.F. criticando con tonito aristocrático.
 
Última edición:
Qué tendrá que ver la abuela, es otra tía, entonces si fuera joven recordaría a la hermana y si fuera aún más joven a la hija. No hay que pensar esas cosas.
Es que realmente no es otra tía, es otra abuela y abuelas conozco nada más que a la mía, por eso es difícil de evitar. Si fuera joven me podría recordar a mi hermana, que no, porque es mayor que yo, pero también me podría recordar a los cientos de miles de chicas de esa rango de edad con las que me encantaría copular.
 
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No estaba muerto, estaba de parranda.
Ha sido un mes complicado por tema opos, pero una vez pasados los exámenes, me he entregado de nuevo al vicio y al fornicio, de la mano de la protagonista del hilo.
Anoche regresé a casa después de un par de semanas delirantes y de caída a los bajos fondos.
El mismo día que acabe las putas oposiciones fui a casa de la vieja y la encontré ya dispuesta, como perra en celo, con el culo en pompa y vestida con lencería sexy. No hay mucho que contar ahí, llevábamos días sin darle y fue muy violento, pero nada que no se haya contado ya.

La semana que viene, la buena mujer, que quería hacerme olvidar las penas,me propuso pillar una lumi para que me divertirse delante de ella. Había quedado pendiente desde hace meses lo de chuscarse a una negra, así que estuvimos cotilleando perfiles interesantes. Al final, escapadita a la capital, hotel, y llamada a una chavalica preciosa. Nunca había recurrido a una puta, y si os soy sincero, hace unos meses me habría dado algo de reparo moral. Pero que cojones, la vieja iba a tope y me deje arrastrar.
Acudió al hotel en el que nos alojábamos y echamos dos horitas que pagó la vieja. Era una chavala cubana muy jovencica, tendría veinti pocos, muy negra, con rasgos mas africanos que mulatos. Muy alta, más que yo, y super delgadita. El culo lo tenía bien puesto y proporcional a su cuerpo, y los pechos pequeños, casi planos, de pezón negro. Muy guapeta de cara, aún siendo negra. Llevaba el pelo planchado a medias y mal. Es posiblemente la mejor tía que me he chuscando en mi vida objetivamente hablando.
La vieja hizo de anfitriona, como siempre, y acogió a la muchacha. La tía era un poco tímida, o estaba intimidada, no lo sé.Nos tomamos algo en la habitación, ducha mutua y besos en la ducha, mientras la vieja miraba.
Me la empezó a chupar de rodillas al salir, mientras la vieja me secaba con la toalla. Luego fuimos a la cama y seguio, mientras la vieja se acostaba al lado a mirar, en lencería.
La negra era un pivonazo, en serio, pero lo de pagar por sexo me parece un puto coñazo. Le fui a comer el culo y a meterle los dedos cuando se puso a tiro y me apartó , me dijo que eso no. Decepcionado, la puse a cuatro. Tenía un ojete negro digno de ser usado, pero ante todo soy respetuoso, y si es que no, pues a joderse toca. La vieja se incorporó y me enfundó, me dio unos besicos y volvió a recostarse mientras se tocaba. Yo no la miraba mucho porque estaba alelado con el cuerpo de ébano de la guarrilla, con la piel tersa y suave de sus muslos, nalgas y espalda. Y eso es lo que quería la vieja, verme atento a otra. Empecé a percutir desde atrás y la chavala empezó a reaccionar un poco. Luego la puse de lado, y le di más suavecito, besándole el cuello y la espalda y relamiendo el pecho casi inexistente. Debía de ser un poco ñoña porque el rollito cariñoso le gustó un poco más y empezó a gemir. Luego la puse boca arriba con las piernas en mis hombros y no sé si fingía muy bien o realmente disfrutó. A mí me acosaba todo el rato el runrún de que pagar por sexo implica cierta mentira, pero por otra parte pienso que la tipa realmente disfrutaba. Tomó la iniciativa y me dijo de montarme ella. Menudo espectáculo físico. Una pedazo de hembra. Un cuerpo escultural y una cara preciosa. Se movía bien, pero le faltaba depravación y conocerme más. La puse del revés, montándome, pero dándome las espalda, y le abrí las nalgas para verle el ojete mientras me follaba, y finalmente me corrí. Pareció asustarse y se quitó enseguida para ver si todo estaba en el condón. Lo entiendo, pero tampoco estoy acostumbrado a eso. Hizo preguntas melosas y corteses sobre si me había gustado, le dije que si, y se tumbo unos minutos a mí lado, en el costado contrario al de la vieja. Cuando fue a quitarme el condón, la vieja se adelantó , me lo sacó, y lo tiro a un lado. Y empezó a limpiarme el sable, que goteaba lefa en estado de licuación. Y yo, que aún no estaba recuperado, me dejé hacer, en estado de semiflacided por poco tiempo.
La chavala no sabía dónde meterse , así que se quedó mirando un rato, sintiéndose sobrante. Le dije que se arrodillarse en la cama, al lado del cabecero, y que me dejase lamerle el torso y los brazos. Se dejó hacer y cuando le alcance los pezones gimió. La vieja siguió chupando. Yo ya bien duro, dejándome hacer y lamiendo a la lumi. La vieja me deja limpio, me enfunda un condón y me limpia los restos de baba de la tripa y las piernas. Agarra con gentileza a la negrica la pone a cuatro de rodillas en el suelo, con el pecho apoyado sobre la cama. Luego me agarra a mí y me dirige el nepe hasta la almeja oscura de la chica. Y yo ahí que vi uno de mis más oscuros deseos cumplidos, pensé que la vieja iba a implicarse con la lumi, pero no fue así. Sin embargo, guiándome el pito hasta el chocho de la negra, sus morcillosas manos rozaron los labios de la chavala, y cuando empujo con su mano mi cipote al interior dd la chica, refrotó toda la entrepierna de otra mujer. Sé que no es lo que buscaba, y que no caerá la breva de verla follar con otra, pero para mí ese contacto fue suficiente.
Le di a la negra como si no hubiera mañana, hasta que me apartó un poco con las manos. La vieja se puso delante, en la cama, mirando espatarrada y tocándose. La chica atendía a parejas (y como tal estaba cobrando), así que pensé en empujarla contra las tetas o el chocho de mi señora, pero se que no entraba en los planes, asi que, vengativo, evite mirar a la vieja y me centré en mi amiga de pago. Lo de después fue un poco confuso, porque la vieja se corrió estrepitosamente, y creo que la negra también, de manera más discreta, pero me raya saber si fue real o no. El caso es que en ese momento yo también estalle y la aparté de mi. Me saque el condón y le eché el grumo por la espalda a la negra, dejando a la vieja sin premio está vez. Estaba enfadado con ella por no ser medio bollera y quería que se jodiese.
La chica me pidió ducharse, y se fue al baño. Yo me senté en la silla, lejos de la cama, mientras la vieja se sacaba los dedos del chocho.
La negra volvió del baño y fue cortés en la conversación banal. Nos preguntó que si hacíamos mucho eso, que si éramos pareja, nuestras edades, etc etc. No se que habrá visto está chica, pero supongo que sería algo raro.
Yo, estaba recuperando fuerzas, cuando ella se empezó a vestir, y le dije que quería más, pero no había tiempo. La vieja le pidió una horita más, pero la chica tenía otro cliente en un rato y tenía que irse. Dos besos entre ellas, dos besos conmigo, y se marchó.

Una experiencia curiosa, porque me lo había pasado muy bien, y había desbloqueado el follarme a una negra, pero estaba frustrado, sentía que había desaprovechado un cuerpazo, y que había sido todo más cuadriculado de lo acostumbrado. No suele haber trabas o tabúes en lo que le puedo o no puedo hacer a la vieja, y con la francesa tampoco, y ceñirme al guión de lo pagado es algo ajeno en mi...

La vieja detectó mi mal humor, y sabía que también provenía de mis ganas de verla con una tía. Así que sin decir nada, se tumbó en la cama, se abrió de patas en cuatro y empezó a contraraer y a abrir y cerrar el ojete. Ritual básico de apareamiento cuando entra en modo sumisa. Me hice el duro y me resistí. Mire fijamente, pero no acudí a su llamada. Me puse con el móvil un rato. Ella seguía llamando, levantado más el culo.
-Matame- dijo. Y entonces la lujuria puso más que el orgullo y procedí a ejecutar aquello que me pedía. El resto del polvo fue violento, intensísimo y solo por el culo, sin piedad, como otras veces, pero con el contexto adecuado. La idea que me guíaba era esa, acabar con ella físicamente a base de embestidas. Tirones de pelo, empaladas en direcciones antinaturales, cachetes en culo, tetas y cara, y no sé ni que le dije. Ella aguantó sin cambiar de posición, estoica. Lo aguantó todo. Era una pugna por ver quien podía más. Yo estaba confuso, porque por un lado, pensaba en esa jodida vieja que se dejaba hacer de todo, y por otro lado, pensaba en la negra que acababa de follarme, a la que me habría gustado hacerle todo eso que le estaba haciendo a esta. No se qué pensamiento me llevo a correrme, pero finalmente ella pudo conmigo y le estallé en el culo, la tercera de la noche y la primera dentro de ella. Así que, considerándose ganadora, se dejó ir y me sacó la polla del culo con sus contracciones, escupió por detrás la poca lefa que había salido y se desplomó entre espasmos.
A mí me entró el sueño de golpe y ella se acurrucó a mí lado, desecha. "No me has matado, pero casi" dijo. Yo estaba demasiado pegado como para tomármelo como un reto inmediato, así que decidí posponerlo.
Al día siguiente casi se nos pasa la hora de salida del hotel, así que tuvimos que marcharnos sin polvo mañanero. Pase unos días con mis colegas en una casa rural, y la segunda semana de julio fue otra vez intensísima, con novedades. Las cuento en otro momento.
 
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No estaba muerto, estaba de parranda.
Ha sido un mes complicado por tema opos, pero una vez pasados los exámenes, me he entregado de nuevo al vicio y al fornicio, de la mano de la protagonista del hilo.
Anoche regresé a casa después de un par de semanas delirantes y de caída a los bajos fondos.
El mismo día que acabe las putas oposiciones fui a casa de la vieja y la encontré ya dispuesta, como perra en celo, con el culo en pompa y vestida con lencería sexy. No hay mucho que contar ahí, llevábamos días sin darle y fue muy violento, pero nada que no se haya contado ya.

La semana que viene, la buena mujer, que quería hacerme olvidar las penas,me propuso pillar una lumi para que me divertirse delante de ella. Había quedado pendiente desde hace meses lo de chuscarse a una negra, así que estuvimos cotilleando perfiles interesantes. Al final, escapadita a la capital, hotel, y llamada a una chavalica preciosa. Nunca había recurrido a una puta, y si os soy sincero, hace unos meses me habría dado algo de reparo moral. Pero que cojones, la vieja iba a tope y me deje arrastrar.
Acudió al hotel en el que nos alojábamos y echamos dos horitas que pagó la vieja. Era una chavala cubana muy jovencica, tendría veinti pocos, muy negra, con rasgos mas africanos que mulatos. Muy alta, más que yo, y super delgadita. El culo lo tenía bien puesto y proporcional a su cuerpo, y los pechos pequeños, casi planos, de pezón negro. Muy guapeta de cara, aún siendo negra. Llevaba el pelo planchado a medias y mal. Es posiblemente la mejor tía que me he chuscando en mi vida objetivamente hablando.
La vieja hizo de anfitriona, como siempre, y acogió a la muchacha. La tía era un poco tímida, o estaba intimidada, no lo sé.Nos tomamos algo en la habitación, ducha mutua y besos en la ducha, mientras la vieja miraba.
Me la empezó a chupar de rodillas al salir, mientras la vieja me secaba con la toalla. Luego fuimos a la cama y seguio, mientras la vieja se acostaba al lado a mirar, en lencería.
La negra era un pivonazo, en serio, pero lo de pagar por sexo me parece un puto coñazo. Le fui a comer el culo y a meterle los dedos cuando se puso a tiro y me apartó , me dijo que eso no. Decepcionado, la puse a cuatro. Tenía un ojete negro digno de ser usado, pero ante todo soy respetuoso, y si es que no, pues a joderse toca. La vieja se incorporó y me enfundó, me dio unos besicos y volvió a recostarse mientras se tocaba. Yo no la miraba mucho porque estaba alelado con el cuerpo de ébano de la guarrilla, con la piel tersa y suave de sus muslos, nalgas y espalda. Y eso es lo que quería la vieja, verme atento a otra. Empecé a percutir desde atrás y la chavala empezó a reaccionar un poco. Luego la puse de lado, y le di más suavecito, besándole el cuello y la espalda y relamiendo el pecho casi inexistente. Debía de ser un poco ñoña porque el rollito cariñoso le gustó un poco más y empezó a gemir. Luego la puse boca arriba con las piernas en mis hombros y no sé si fingía muy bien o realmente disfrutó. A mí me acosaba todo el rato el runrún de que pagar por sexo implica cierta mentira, pero por otra parte pienso que la tipa realmente disfrutaba. Tomó la iniciativa y me dijo de montarme ella. Menudo espectáculo físico. Una pedazo de hembra. Un cuerpo escultural y una cara preciosa. Se movía bien, pero le faltaba depravación y conocerme más. La puse del revés, montándome, pero dándome las espalda, y le abrí las nalgas para verle el ojete mientras me follaba, y finalmente me corrí. Pareció asustarse y se quitó enseguida para ver si todo estaba en el condón. Lo entiendo, pero tampoco estoy acostumbrado a eso. Hizo preguntas melosas y corteses sobre si me había gustado, le dije que si, y se tumbo unos minutos a mí lado, en el costado contrario al de la vieja. Cuando fue a quitarme el condón, la vieja se adelantó , me lo sacó, y lo tiro a un lado. Y empezó a limpiarme el sable, que goteaba lefa en estado de licuación. Y yo, que aún no estaba recuperado, me dejé hacer, en estado de semiflacided por poco tiempo.
La chavala no sabía dónde meterse , así que se quedó mirando un rato, sintiéndose sobrante. Le dije que se arrodillarse en la cama, al lado del cabecero, y que me dejase lamerle el torso y los brazos. Se dejó hacer y cuando le alcance los pezones gimió. La vieja siguió chupando. Yo ya bien duro, dejándome hacer y lamiendo a la lumi. La vieja me deja limpio, me enfunda un condón y me limpia los restos de baba de la tripa y las piernas. Agarra con gentileza a la negrica la pone a cuatro de rodillas en el suelo, con el pecho apoyado sobre la cama. Luego me agarra a mí y me dirige el nepe hasta la almeja oscura de la chica. Y yo ahí que vi uno de mis más oscuros deseos cumplidos, pensé que la vieja iba a implicarse con la lumi, pero no fue así. Sin embargo, guiándome el pito hasta el chocho de la negra, sus morcillosas manos rozaron los labios de la chavala, y cuando empujo con su mano mi cipote al interior dd la chica, refrotó toda la entrepierna de otra mujer. Sé que no es lo que buscaba, y que no caerá la breva de verla follar con otra, pero para mí ese contacto fue suficiente.
Le di a la negra como si no hubiera mañana, hasta que me apartó un poco con las manos. La vieja se puso delante, en la cama, mirando espatarrada y tocándose. La chica atendía a parejas (y como tal estaba cobrando), así que pensé en empujarla contra las tetas o el chocho de mi señora, pero se que no entraba en los planes, asi que, vengativo, evite mirar a la vieja y me centré en mi amiga de pago. Lo de después fue un poco confuso, porque la vieja se corrió estrepitosamente, y creo que la negra también, de manera más discreta, pero me raya saber si fue real o no. El caso es que en ese momento yo también estalle y la aparté de mi. Me saque el condón y le eché el grumo por la espalda a la negra, dejando a la vieja sin premio está vez. Estaba enfadado con ella por no ser medio bollera y quería que se jodiese.
La chica me pidió ducharse, y se fue al baño. Yo me senté en la silla, lejos de la cama, mientras la vieja se sacaba los dedos del chocho.
La negra volvió del baño y fue cortés en la conversación banal. Nos preguntó que si hacíamos mucho eso, que si éramos pareja, nuestras edades, etc etc. No se que habrá visto está chica, pero supongo que sería algo raro.
Yo, estaba recuperando fuerzas, cuando ella se empezó a vestir, y le dije que quería más, pero no había tiempo. La vieja le pidió una horita más, pero la chica tenía otro cliente en un rato y tenía que irse. Dos besos entre ellas, dos besos conmigo, y se marchó.

Una experiencia curiosa, porque me lo había pasado muy bien, y había desbloqueado el follarme a una negra, pero estaba frustrado, sentía que había desaprovechado un cuerpazo, y que había sido todo más cuadriculado de lo acostumbrado. No suele haber trabas o tabúes en lo que le puedo o no puedo hacer a la vieja, y con la francesa tampoco, y ceñirme al guión de lo pagado es algo ajeno en mi...

La vieja detectó mi mal humor, y sabía que también provenía de mis ganas de verla con una tía. Así que sin decir nada, se tumbó en la cama, se abrió de patas en cuatro y empezó a contraraer y a abrir y cerrar el ojete. Ritual básico de apareamiento cuando entra en modo sumisa. Me hice el duro y me resistí. Mire fijamente, pero no acudí a su llamada. Me puse con el móvil un rato. Ella seguía llamando, levantado más el culo.
-Matame- dijo. Y entonces la lujuria puso más que el orgullo y procedí a ejecutar aquello que me pedía. El resto del polvo fue violento, intensísimo y solo por el culo, sin piedad, como otras veces, pero con el contexto adecuado. La idea que me guíaba era esa, acabar con ella físicamente a base de embestidas. Tirones de pelo, empaladas en direcciones antinaturales, cachetes en culo, tetas y cara, y no sé ni que le dije. Ella aguantó sin cambiar de posición, estoica. Lo aguantó todo. Era una pugna por ver quien podía más. Yo estaba confuso, porque por un lado, pensaba en esa jodida vieja que se dejaba hacer de todo, y por otro lado, pensaba en la negra que acababa de follarme, a la que me habría gustado hacerle todo eso que le estaba haciendo a esta. No se qué pensamiento me llevo a correrme, pero finalmente ella pudo conmigo y le estallé en el culo, la tercera de la noche y la primera dentro de ella. Así que, considerándose ganadora, se dejó ir y me sacó la polla del culo con sus contracciones, escupió por detrás la poca lefa que había salido y se desplomó entre espasmos.
A mí me entró el sueño de golpe y ella se acurrucó a mí lado, desecha. "No me has matado, pero casi" dijo. Yo estaba demasiado pegado como para tomármelo como un reto inmediato, así que decidí posponerlo.
Al día siguiente casi se nos pasa la hora de salida del hotel, así que tuvimos que marcharnos sin polvo mañanero. Pase unos días con mis colegas en una casa rural, y la segunda semana de julio fue otra vez intensísima, con novedades. Las cuento en otro momento.

Ha vuelto el REY

Se le nota un cierto agotamiento en la "relación" con la vieja, igual toca nueva compañera de depravaciones o reformular el contrato que les une.

Igual no fue buena idea acceder al tema de la nigga, no por nigga o no solo sino por sus reparos a recurrir a presciputas y por otro lado sus niveles de depravación requieren servicios especializados no disponibles en una lumi estándar. SIEMPRE se les debe preguntar además si atienden a parejas cuales son sus servicios y volver a preguntar sin rubor lo que sea hasta el aburrimiento para evitar lamentables confusiones como hubo en su encuentro. Una lumi nigga o no que le pueda ofrecer lo que hustez necesita va tirar mas allá de la tarifa normal.
 
@VRC parece que ni pagando encuentras a una más cerda que la vieja. Te tiene secsualmente atrapado.
La francesa es mas cerda que la vieja, pero está para ingresar en un psiquiátrico. La vieja es cuerda. Me tiene atrapado, pero bendito atrape ajajaja. Ella también está atrapada.
 
Ha vuelto el REY

Se le nota un cierto agotamiento en la "relación" con la vieja, igual toca nueva compañera de depravaciones o reformular el contrato que les une.

Igual no fue buena idea acceder al tema de la nigga, no por nigga o no solo sino por sus reparos a recurrir a presciputas y por otro lado sus niveles de depravación requieren servicios especializados no disponibles en una lumi estándar. SIEMPRE se les debe preguntar además si atienden a parejas cuales son sus servicios y volver a preguntar sin rubor lo que sea hasta el aburrimiento para evitar lamentables confusiones como hubo en su encuentro. Una lumi nigga o no que le pueda ofrecer lo que hustez necesita va tirar mas allá de la tarifa normal.
No hay agotamiento, y nuevos compañeros puede haber en cualquier momento, no hay ningún tipo de problema en eso. El tema de la furcia, pues no sé si fue buena idea o estuvo mal ejecutado. No me entendáis mal, estuvo muy bien, y la tía lo dio todo, pero no estoy acostumbrado a que haya cosas que no pueda hacer. Últimamente acostumbro a follar con tías que son básicamente juguetes, carentes de lineas rojas. ( A excepción de la amiga de la vieja, que por contexto y morbo de la situación no pedía sexo desenfrenado, y tuvo otra dinámica generada de manera natural).

El problema no fue de la nigga, lo hizo guay y marcó sus límites, es lo que hay. Fue una fantasía mutua cubierta, pero las dinámicas de "no rules", o de "esto quiero, esto tengo", no sé si son compatibles con recurrir a cariñosas. Igual es que hay que explorar más ese ambiente, no se.
 
No hay agotamiento, y nuevos compañeros puede haber en cualquier momento, no hay ningún tipo de problema en eso. El tema de la furcia, pues no sé si fue buena idea o estuvo mal ejecutado. No me entendáis mal, estuvo muy bien, y la tía lo dio todo, pero no estoy acostumbrado a que haya cosas que no pueda hacer. Últimamente acostumbro a follar con tías que son básicamente juguetes, carentes de lineas rojas. ( A excepción de la amiga de la vieja, que por contexto y morbo de la situación no pedía sexo desenfrenado, y tuvo otra dinámica generada de manera natural).

El problema no fue de la nigga, lo hizo guay y marcó sus límites, es lo que hay. Fue una fantasía mutua cubierta, pero las dinámicas de "no rules", o de "esto quiero, esto tengo", no sé si son compatibles con recurrir a cariñosas. Igual es que hay que explorar más ese ambiente, no se.
Un buen travelo podría dinamizar mucho vuestra relación.
 
No hay agotamiento, y nuevos compañeros puede haber en cualquier momento, no hay ningún tipo de problema en eso. El tema de la furcia, pues no sé si fue buena idea o estuvo mal ejecutado. No me entendáis mal, estuvo muy bien, y la tía lo dio todo, pero no estoy acostumbrado a que haya cosas que no pueda hacer. Últimamente acostumbro a follar con tías que son básicamente juguetes, carentes de lineas rojas. ( A excepción de la amiga de la vieja, que por contexto y morbo de la situación no pedía sexo desenfrenado, y tuvo otra dinámica generada de manera natural).

El problema no fue de la nigga, lo hizo guay y marcó sus límites, es lo que hay. Fue una fantasía mutua cubierta, pero las dinámicas de "no rules", o de "esto quiero, esto tengo", no sé si son compatibles con recurrir a cariñosas. Igual es que hay que explorar más ese ambiente, no se.

Mejor entonces si no hay agotamiento, aunque por su último relato y otros con la francesa parece que el tema de cumplir la fantasía de un trio con lésbico con ellas le ronda mucho la cabeza y me preocupa por su bien :lol: que le frustre.

Posiblemente fue mal ejecutado entonces, no digo que la presciputa no valiera para nada o fuera una mala profesional pero como es lógico aunque hustez pague es su cuerpo y los límites que ponga la tipa, por eso le decía que es muy muy importante al ir con señoritas que fuman pedirle las cositas muy bien explicadas antes de empezar la faena.

Si que hay puercas :lol: de pago que pueden acceder a tener sexo sin prácticamente líneas rojas, si hustez y la vieja alguna vez se mueven por tierras galaicas algo le puedo recomendar pero ya 5 ó 6 años atrás una mítica por Santiago pedía 160€ en el domicilio de ella; parejas, lésbico real, anal, echar el grumo en boca, beso negro, juguetes, algo de sado, etc.. Un primor de presciputa, del dinero mejor gastado en mi vida, lástima hacerse mayor y onvre de bien.
 
Última edición:
Lo del Travelo no es opcion, a mí me gustan los rabos tan poco como a ella los chochos. No entra en las posibilidades de ninguno de los dos.


Y ahora atentos que se vienen cosas guapas, algo largo tiempo barajado:
Semana del 8-14 de julio: teníamos apalabrado un viajecito a la costa, no voy a decir donde porque no quiero dar pistas sobre localizaciones por si queda algun rastro en internet, por lo que os cuento ahora. Sabéis que la vieja es muy paranoide con el tema de internet y su identidad, y esto la tiene aún rayada.
Había reservado un Airbnb playero típico, nada del otro mundo, ni tampoco un cuchitril. La cosa es que desde hace mucho tiempo, y más aún desde el trio a ciegas con nuestro amigo el Bunbury de hacendado (sigue sin saber que fue él quien se la folló), a la vieja y a mí nos seducia bastante la idea de cobrarle a alguien para que se la follase. Emputecerla, vaya.
Sabéis que la vieja quiere mantener a toda costa su privacidad y evitar que su vida sexual corra el más mínimo riesgo de hacerse pública, así que los desmadres los dejamos para el extranjero o para otros lugares lejos de casa.
El viaje iban a ser unas vacaciones normales y corrientes, para ponernos tibios de follar y volver con algún desgarro, pero los dos sabíamos que algo nuevo iba a pasar, y era obvio que la línea de actuación estaba marcada. Desde el día de la putilla negra, la vieja estaba en modo sumiso, y así como la otra vez, en las Landas, yo fui su perrillo, esta vez le tocaba a ella...
Así que la recogí en su casa el lunes de madrugada, con orden explícita de traerse todos los juguetes, cacharritos, y lencerías de putón que tuviera, y la ropa de calle menos discreta posible.
La señora cumplió y montó en mi coche con un vestido blanco ibicenco que dejaba transparentar el tanga de debajo, toda la nalga celulítica y los pechos que tantas alegrías me han dado, sin sostén ni nada que los disimulase, marcando su forma y su pezón. Unas sandalias abiertas y los pies con manicura hecha.
La calle vacía, ella montó a mi coche, y lleva preparado, como le dije, el jueguete ese que se mete en el chocho y se controla por mando remoto. Me da el mando y se coloca el chisme.
Arrancamos, y nos ponemos en ruta. Fue un viaje divertido, pero me cuesta conducir así. Llevó el chisme funcionando casi ininterrumpidamente. Íbamos a parar a desayunar, pero había niños en todas las putas áreas de servicio y ella iba casi desnuda, salvo por el testimonial vestido.
Así que paramos en una zona de esas sin cafetería, en los márgenes de la autopista, y yo, que ya no aguantaba más, la pase a la parte de atrás de la furgo.
Tenía los pies preciosos y adornados con pulseritas tobilleras, así que me lié a comérselos mientras me la pelaba bajo el pantalón y le metía máxima velocidad a su juguete. Me baje el pantalón lo justo para echarle el grumo en los dedos de los pies.
Después se la metí en la boca para que la limpiase. Y que cojones, como ya lo había hecho antes y estábamos en modo dominación, aproveché que estaba dentro para mearle en la boca. Se asustó por el imprevisto, y se le salió un poco, que cayó en la tapicería, pero bueno, ya se limpiará. El resto de lo tragó todo. Cada vez me pone más esta movida, la verdad. Se relamió, y me dijo que tenía que mear ella también, y bajó, se puso a cuclillas entren unos matorrales y tapada por las puertas del coche, meo.
Reconozco que aunque si que le he meado a ella alguna vez, esa fue la primera ocasión en la que pensé que me apetecía limpiarle el chumino a lametadas al acabar.
No lo hice, de todos modos. Tocaba seguir el viaje.
La segunda parte del trayecto fue para decirle lo que iba a pasar en los próximos días. Ella lo sabía, yo lo sabía, solo había que perfilarlo.
Le saqué el tema de aquel día que me había preguntado por si le había cobrado al "desconocido". Le dije que, estos días, que ella estaba bajo "mi responsabilidad y mi autoridad" (palabras literales), había pensado que ella tenía que costear los gastos del viaje con " su trabajo ". Todo pura pantomima porque ella pagaba el alojamiento igualmente, pero ya sabeis, cosas del juego. Fui cariñoso y dulce, y le dije que me gustaría verla poniendo de su parte para que pudiésemos divertirnos, y que a mí me haría muy feliz, pero que su trabajo merecia una recompensa, y que sus dones y talentos no merecían ser entregados gratis a cualquiera. Yo jugué la baza de manipulador y ella jugó la baza de señorita obediente. En realidad la tía estaba casi más cachonda que yo.
Le dije que cuando parasemos otra vez podríamos un anuncio en alguna página de contactos, y acordaríamos las condiciones.
Me dijo que bien, que estableciese yo el precio y que ella aceptaba lo que yo dijese, pero, ahora más en serio, me dijo que nada de rostro y que fotos discretas. Seguí el roleo y le dije que yo la protegía, que no tenía que temer, que su identidad estaba a salvo.
Así que nueva parada en otra zona de descanso y nos pusimos a ello. También hicimos un perfil en Tinder y otro en Badoo.
Como las semanas previas habíamos estado ojeando anuncios para contratar a la negra, supimos más o menos por donde tirar.
Creo que los anuncios están ya completamente desaparecidos, pero no os digo lo que ponía por si acaso. Pero bueno, típico anuncio de fulana madura de grandes tetas. La puse por 100 la hora. El griego incluido, porque casi le entra igual por el culo que por delante. Al Bunbury en su día le prohibi tocarselo, pero si me iban a pagar por ello... Que cojones, tenía gracia.
Reemprendimos el viaje y llegamos casi a la noche. El resto del día rutina de viaje. Descargar maletas, etc.
Salimos a cenar tarde, unas pizzas. Ella vestida con falda de cuero negro, camisa blanca semi desabrochada, tanguita y sostén muy preto. Iba sexy. Conversamos sobre todo y nada, la gente del restaurante no entendía nada, claro. Al acabar la cena pague yo, intencionadamente. Y al salir del restaurante, le enseñé la cuenta y le dije:
"Cielo, me debes x (no recuerdo cuánto fue, dos pizzas, unos vinos y postres)". Note como el chichi se le hacía pepsicola.

Paseamos un poco por el paseo marítimo, con magreos, sobeteos y calentamiento, y al llegar al apartamento la folle con "amor", forzando el chantaje psicológico de lo que iba a tener que hacer "por mi" y de como yo era la figura que la poseía y que velaba por ella. Ella iba con el modo obediente y obsesivo on, y llevaba los ojos tibios. Se corrió enseguida con unos dedos super lentos. Iba empapadisima y luego le hice limpiar su flujo de mis dedos con su boca. Después volví a los pies (tenía el día de pies, que queréis) y me corrí con una paja de sus patas morenas.
Se durmió abrazada a mi, mientras le acariciaba el pelo y el costado. Se venía lo guapo y los dos lo sabíamos.
A la mañana siguiente, playita temprano, ella full topless, evidenciando que las mejores tetas de la playa eran las suyas, y a sobar en la arena.
Y a eso de las 12 del medio día, suena su móvil. Salta a por el, nerviosa, mirándome.
Primer cliente. Me habría hecho una paja en mitad de la playa, os lo juro.
Queda con el a las 8 de la tarde, pero los dos estamos muy nerviosos, así que nos fuimos al apartamento. De camino me enseña las fotos del WhatsApp del que la ha llamado, y parece un chaval joven, más bien mazadete y moreno. No era un craco ni un viejo. Parecía algún tío normal con filias, como yo ( y así lo fue). Pero eso os lo cuento luego, que ya llevo escribiendo un rato y tengo que hacer otras vainas ahora. Fue una experiencia lo suficientemente exitosa para seguir con la vieja ejerciendo más días.
 
Lo del Travelo no es opcion, a mí me gustan los rabos tan poco como a ella los chochos. No entra en las posibilidades de ninguno de los dos.


Y ahora atentos que se vienen cosas guapas, algo largo tiempo barajado:
Semana del 8-14 de julio: teníamos apalabrado un viajecito a la costa, no voy a decir donde porque no quiero dar pistas sobre localizaciones por si queda algun rastro en internet, por lo que os cuento ahora. Sabéis que la vieja es muy paranoide con el tema de internet y su identidad, y esto la tiene aún rayada.
Había reservado un Airbnb playero típico, nada del otro mundo, ni tampoco un cuchitril. La cosa es que desde hace mucho tiempo, y más aún desde el trio a ciegas con nuestro amigo el Bunbury de hacendado (sigue sin saber que fue él quien se la folló), a la vieja y a mí nos seducia bastante la idea de cobrarle a alguien para que se la follase. Emputecerla, vaya.
Sabéis que la vieja quiere mantener a toda costa su privacidad y evitar que su vida sexual corra el más mínimo riesgo de hacerse pública, así que los desmadres los dejamos para el extranjero o para otros lugares lejos de casa.
El viaje iban a ser unas vacaciones normales y corrientes, para ponernos tibios de follar y volver con algún desgarro, pero los dos sabíamos que algo nuevo iba a pasar, y era obvio que la línea de actuación estaba marcada. Desde el día de la putilla negra, la vieja estaba en modo sumiso, y así como la otra vez, en las Landas, yo fui su perrillo, esta vez le tocaba a ella...
Así que la recogí en su casa el lunes de madrugada, con orden explícita de traerse todos los juguetes, cacharritos, y lencerías de putón que tuviera, y la ropa de calle menos discreta posible.
La señora cumplió y montó en mi coche con un vestido blanco ibicenco que dejaba transparentar el tanga de debajo, toda la nalga celulítica y los pechos que tantas alegrías me han dado, sin sostén ni nada que los disimulase, marcando su forma y su pezón. Unas sandalias abiertas y los pies con manicura hecha.
La calle vacía, ella montó a mi coche, y lleva preparado, como le dije, el jueguete ese que se mete en el chocho y se controla por mando remoto. Me da el mando y se coloca el chisme.
Arrancamos, y nos ponemos en ruta. Fue un viaje divertido, pero me cuesta conducir así. Llevó el chisme funcionando casi ininterrumpidamente. Íbamos a parar a desayunar, pero había niños en todas las putas áreas de servicio y ella iba casi desnuda, salvo por el testimonial vestido.
Así que paramos en una zona de esas sin cafetería, en los márgenes de la autopista, y yo, que ya no aguantaba más, la pase a la parte de atrás de la furgo.
Tenía los pies preciosos y adornados con pulseritas tobilleras, así que me lié a comérselos mientras me la pelaba bajo el pantalón y le metía máxima velocidad a su juguete. Me baje el pantalón lo justo para echarle el grumo en los dedos de los pies.
Después se la metí en la boca para que la limpiase. Y que cojones, como ya lo había hecho antes y estábamos en modo dominación, aproveché que estaba dentro para mearle en la boca. Se asustó por el imprevisto, y se le salió un poco, que cayó en la tapicería, pero bueno, ya se limpiará. El resto de lo tragó todo. Cada vez me pone más esta movida, la verdad. Se relamió, y me dijo que tenía que mear ella también, y bajó, se puso a cuclillas entren unos matorrales y tapada por las puertas del coche, meo.
Reconozco que aunque si que le he meado a ella alguna vez, esa fue la primera ocasión en la que pensé que me apetecía limpiarle el chumino a lametadas al acabar.
No lo hice, de todos modos. Tocaba seguir el viaje.
La segunda parte del trayecto fue para decirle lo que iba a pasar en los próximos días. Ella lo sabía, yo lo sabía, solo había que perfilarlo.
Le saqué el tema de aquel día que me había preguntado por si le había cobrado al "desconocido". Le dije que, estos días, que ella estaba bajo "mi responsabilidad y mi autoridad" (palabras literales), había pensado que ella tenía que costear los gastos del viaje con " su trabajo ". Todo pura pantomima porque ella pagaba el alojamiento igualmente, pero ya sabeis, cosas del juego. Fui cariñoso y dulce, y le dije que me gustaría verla poniendo de su parte para que pudiésemos divertirnos, y que a mí me haría muy feliz, pero que su trabajo merecia una recompensa, y que sus dones y talentos no merecían ser entregados gratis a cualquiera. Yo jugué la baza de manipulador y ella jugó la baza de señorita obediente. En realidad la tía estaba casi más cachonda que yo.
Le dije que cuando parasemos otra vez podríamos un anuncio en alguna página de contactos, y acordaríamos las condiciones.
Me dijo que bien, que estableciese yo el precio y que ella aceptaba lo que yo dijese, pero, ahora más en serio, me dijo que nada de rostro y que fotos discretas. Seguí el roleo y le dije que yo la protegía, que no tenía que temer, que su identidad estaba a salvo.
Así que nueva parada en otra zona de descanso y nos pusimos a ello. También hicimos un perfil en Tinder y otro en Badoo.
Como las semanas previas habíamos estado ojeando anuncios para contratar a la negra, supimos más o menos por donde tirar.
Creo que los anuncios están ya completamente desaparecidos, pero no os digo lo que ponía por si acaso. Pero bueno, típico anuncio de fulana madura de grandes tetas. La puse por 100 la hora. El griego incluido, porque casi le entra igual por el culo que por delante. Al Bunbury en su día le prohibi tocarselo, pero si me iban a pagar por ello... Que cojones, tenía gracia.
Reemprendimos el viaje y llegamos casi a la noche. El resto del día rutina de viaje. Descargar maletas, etc.
Salimos a cenar tarde, unas pizzas. Ella vestida con falda de cuero negro, camisa blanca semi desabrochada, tanguita y sostén muy preto. Iba sexy. Conversamos sobre todo y nada, la gente del restaurante no entendía nada, claro. Al acabar la cena pague yo, intencionadamente. Y al salir del restaurante, le enseñé la cuenta y le dije:
"Cielo, me debes x (no recuerdo cuánto fue, dos pizzas, unos vinos y postres)". Note como el chichi se le hacía pepsicola.

Paseamos un poco por el paseo marítimo, con magreos, sobeteos y calentamiento, y al llegar al apartamento la folle con "amor", forzando el chantaje psicológico de lo que iba a tener que hacer "por mi" y de como yo era la figura que la poseía y que velaba por ella. Ella iba con el modo obediente y obsesivo on, y llevaba los ojos tibios. Se corrió enseguida con unos dedos super lentos. Iba empapadisima y luego le hice limpiar su flujo de mis dedos con su boca. Después volví a los pies (tenía el día de pies, que queréis) y me corrí con una paja de sus patas morenas.
Se durmió abrazada a mi, mientras le acariciaba el pelo y el costado. Se venía lo guapo y los dos lo sabíamos.
A la mañana siguiente, playita temprano, ella full topless, evidenciando que las mejores tetas de la playa eran las suyas, y a sobar en la arena.
Y a eso de las 12 del medio día, suena su móvil. Salta a por el, nerviosa, mirándome.
Primer cliente. Me habría hecho una paja en mitad de la playa, os lo juro.
Queda con el a las 8 de la tarde, pero los dos estamos muy nerviosos, así que nos fuimos al apartamento. De camino me enseña las fotos del WhatsApp del que la ha llamado, y parece un chaval joven, más bien mazadete y moreno. No era un craco ni un viejo. Parecía algún tío normal con filias, como yo ( y así lo fue). Pero eso os lo cuento luego, que ya llevo escribiendo un rato y tengo que hacer otras vainas ahora. Fue una experiencia lo suficientemente exitosa para seguir con la vieja ejerciendo más días.
Siendo ella franco parlante, no ha surgido la idea de Cap D'Adge?
 
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