No hay nada más lamentable que una persona que da a entender que en realidad merece algo mejor. Lo más probable es que no. Pero si lo que queréis es pensar que vuestro valor está un auge, explícame como un hombre que es incapaz de asumir que en realidad no es tan distinto a lo que duramente critica y que no es capaz de analizar su situación de forma transparente puede valer cada año más.
Sólo ha creado una verdad que le conviene. Un concepto que se adapta a lo que quiere oír y se lo repite a sí mismo, silencia su propia conciencia. Porque no significa que sea tonto. Se escucha el dolor en cada una de esas palabras: ''miradme, soy un triunfador, una chiquilla me quiere''.