saca-al-tarado rebuznó:
Deberíamos ser más reflexivos antes de lanzarnos con alegría de cabeza a satisfacer tanto ego crecido y necesitado de fantasías, príncipes de cuento, historias de hadas y frases azucaradas.
Entonces no follaríamos, o iríamos con putas únicamente. Porque hasta para hacerte una vieja del meetic desesperada por pillar cacho, te lo tienes que "currar" es decir hacer ver que ella es especial para ti y te interesan mucho las boludeces que te cuenta, básicamente un montón de tópicos manidos para quedar bien: ella busca amistad, conocer gente, OK, ella no se acuesta con nadie en la primera cita, VALE, etc..
No creo que meterte en esas mascaradas a menudo de pacotilla, auténticas patochadas a veces, hasta ridículas, nazca de la menor reflexión, sino de la a menudo apremiante necesidad sexual o si me apura hasta de afecto y de compañía, que normalmente tampoco se llega a saciar la segunda y la primera malamente...
Las mujeres se quejan de que nosotros somos muy previsibles, parecemos cortados todos por el mismo patrón. Yo he descubierto que ellas son también muy parecidas en su manera de pensar y actuar: fingen un papel de ser personas sensibles y románticas, y lo cierto es que su capa de hipocresía es mayor que la nuestra, pues sus fines e intereses, que son más difíciles que salgan a relucir, resultan a la postre tan mezquinos y prosaicos como los nuestros, o más, si me apura más, mas materialistas y utilitarios. Hasta estoy convencido de que son bastante más frías que nosotros y por ende preparadas para esos juegos.
Juegos en los que dos personas tienen que fingir, algunas de manera natural y otras francamente forzadas, un papel estúpido y ridículo que es el que impone la norma social para el cortejo. Pero es todo tan falso en realidad, tan carente de chicha si lo miramos bien, que al poco se termina deshaciendo como un helado de nata en verano, y si persiste, suele ser por intereses compartidos o compatibles, que nada tienen que ver con lo que de cara a la galería, se habla. ¿No cree señor saca-al-tarado?
j.m.1970 rebuznó:
Lo malo es que no sólo lo hacemos para ligar... cada vez en más órdenes de la vida (léase el trabajo, las relaciones sociales, etc.) lo que cuenta es la apariencia, la vida es cada vez más un teatro en el que triunfa el que mejor sabe actuar... una pena, pero por desgracia es así.
Exacto nos encontramos en un estado de cosas en el que la paulatina pérdida de autenticidad y de profundidad sincera y genuina en los vínculos que establecemos con otros, lleva a un progresivo deterioro de la relación social, y por ende una mayor deshumanización de nuestro entorno, pues tendemos a cosificar al otro, a verlo y tratarlo de una manera ya esterotipada, cada vez más, como nos dicta lo políticamente correcto, por ejemplo, donde ya no existe una comunicación auténtica entre nosotros, porque se basa en eso, en el terreno de lo ambiguo, de lo mediocre, de la medianía, que no nos puede comprometer y por ende tampoco ser rechazados, pero sin embargo nos incapacita para darnos a conocer, pues solo seguimos un papel.
Eso ocurre por ejemplo en EEUU donde la gente se demanda cada vez más judicialmente, porque no son capaces de establecer una relación normal con los otros, la judicializan; y también genera violencia y soledad, el encapsulamiento. Tenga usted en cuenta que en lo social como en tantos ámbitos lo que allí es común hoy, aquí lo será en unos años.
La falta de comunicación, la competencia feroz por alcanzar una posición social preeminente basada en la acaparición de riquezas, como único fin en la vida, la alienación producida por el consumo desaforado y hasta compulsivo, la manipulación de las masas por los medios de comunicación, todo eso genera una sociedad enferma, atímica en cuanto a la relación entre los hombres y atomizada. Porque se ve al otro como un rival o como alguien con el que no se pueda confiar verdaderamente para establecer un vínculo profundo, pues cada uno está demasiado centrado en si mismo; y su relación con los demás cada vez más es más utilitaria, más fría, más impersonal (la gente ya prefiere tratar con una máquina para sacar un billete de tren, por ejemplo, que con otra persona o no quieren encontrarse a nadie en el ascensor), como digo se ha empobrecido enormemente lo que es la relación social, estereotipada la comunicación con los demás, por un egoismo ya patológico que ha sido fomentado desde el sistema para crear individuos aislados que no se puedan rebelar de manera conjunta, porque ya no confían en el otro, que tienden a ver cada vez más como alguien extraño y hasta hostil incluso o del que no se puedan fiar, que como alguien muy similar a ellos mismos.