En principio, la mujer emparejada está orientada psicologicamente para las siguientes funciones:
Lamentarse de su triste existencia
Quejarse del mucho trabajo que tiene que hacer
Situarse en superioridad moral sobre su novio/marido/pardillo
Endilgarle trabajos absurdos y extenuantes
Todo lo demás (follar, ser comprensiva, ser amiga y todo eso) mejor ir olvidándolo. No penséis que vais a encontrar ni medio gramo de nobleza o raciocinio. Se puede esperar 100% de exigencia, 100% de reclamaciones, 0% de felicidad.
Y cuando veais a algún pardillo con sonrisa Risi puesta porque "
está enamorao", podréis informarle que con absoluta seguridad se encuentra en un estado transitorio, que antecede a su ruina física, social, psicológica y -posiblemente- económica. Bueno, da lo mismo que se avise que no, porque nunca se escucha...
Uno se pasa la juventud intentando copular (gratis) con hembras, y todo parece muy bonito. Pero en realidad, el esfuerzo físico, intelectual y económico aplicado no compensa ni de lejos. Por mucho menos se va de putas y la satisfacción seguramente será mayor. Menos frustrante, y sin remilgos.
Supongo que las mayores estupideces que hemos hecho en nuestras vidas las hemos hecho por una mujer. Si no lo consigues te frustras; si lo consigues, igual terminas casado y ahí si que se te acabó el follar (y encima irás descubriendo poco a poco que
tu novia se va convirtiendo poco a poco en la puta bruja de tu suegra).
Eso del sexo monogámico y el amor es una puta trampa, sobre todo para los hombres (que somos a quienes nos tira mayormente el pijo). La sociedad nos vende, con intereses puramente comerciales, que el amor es lo único que nos a a hacer felices; y para enamorarse, antes hay que dejar de fumar, adelgazar, ponerse guapo en El Corte Inglés y llevar a la titi a cenar a restaurantes fisnos...
Todo una puta celada.
La cruda realidad es que a las zorras les importamos únicamente en la medida que les garanticemos un futuro social y economicamente saludable, y usan el sexo -muy dosificado- como método de persuasión.
Si te están follando mucho, no te quepa duda que algo quieren de ti, y que estás en vísperas de que te corten el suministro -bien porque picaste y diste lo que te pedían, o bien porque no lo hiciste-.
Ellas mismas, a pesar de que son las que llevan la mejor parte de esta conspiración a escala planetaria, terminan siendo infelices de puro remordimiento de lo malas y lo putas que son, al más puro estilo Judas Iscariote. Pero, por el camino, se llevan por delante a uno o más pobres desgraciados. Incapaces de controlarse en su vileza, destruyen a su amoroso compañero, hasta que arruina su vida más o menos irreversiblemente. A lo mejor hay parejas que aguantan una vida, pero las tensiones son casi insoportables en el 100% de los casos.
En el mundo hay como 100 veces más amor del necesario para garantizar la perpetuidad de la puta especie humana.
Así que seguid, seguid esforzandoos para ser más apetitosos para las jembras, y veréis qué hostia os lleváis.