En la novela Drácula es un mal bicho. Es una mala bestia. Si ningún matiz. Es un ser que se dedica a chuparle la sangre a la gente y hacer mas seres que se dedican a chuparle la sangre a la gente. En lugar de meterse a político como es la costumbre. Pues rehúye del sol y le da por hacer turismo en Inglaterra. Pero eso. Es un ser repugnante. Toda la novela gira en torno a eso. En la película es todo un héroe, un tipo maldito, un alma en pena, etc. En la película es otro personaje. Hay mas cosas, desde luego. Mina no se enamora del conde ni es medio idiota, Van Helsing va explicando las cosas y no va de funcionario,... se comieron en la película unas cuantas cosas y van y añaden una tramita amorosa y ridícula, copiada de las capulladas para chicas adolescentes tipo Entrevista con el Vampiro. En resumen: Lo principal del texto, fuera. Niñateo adolescente, dentro.
Si se llamara: Una Gilipollez de Vampiros para Niñas Pijas pues perfecto. Pero se llama Dracula, de Bran Stoker. Te pones a verla y no sólo no es Dracula, tampoco es de Bran Stoker y ni siquiera es de terror. Es una chorrada romántica que ni viéndola así se aguanta. Es un engaño total.
Y no. Esa muerte no es icónica. Nadie se acuerda de ella. Nadie. La del replicante, la de Obi Wan, la de Dos Hombres y un Destino, El remojón del T-800,... esas si. De esas se habla, se escribe, se hacen parodias y homenajes en otras obras. Salen de su propia película y se presentan en otras. De la de ese Drácula en la cosa esa de Coppola no. De icónica no tiene nada.