Al principio del día leía que Michael Beasley había publicado en su página de Twitter una foto de un nuevo tatuaje en su espalda en la que se veían unas bolsas de plástico conteniendo algo que no se veía claro. La página ha sido cerrada ya que lo que esas bolsas parecían contener era marihuana.
Antes de cerrar la página, Beasley comentó: “Siento que todo el mundo está contra mi!!!!. Que no merece la pena vivir, se acabó!!”. Duras palabras que hacían presagiar un desenlace semejante. Pues bien, lo que se me pasó por la cabeza después de leer todo esto se ha cumplido: según informa Yahoo! Sports, Michael Beasley ingresa en una clínica de desitoxicación de Houston.
Fuentes hablan que Miami Heat animaron al jugador a ingresar en dicha clínica para afrontar sus problesmas no sólo con sustancias, si no también psicológicos. Además se espera que Beasley pase por las manos de John Lucas, antiguo jugador, ahora especialista en trabajar con jugadores con este tipo de problemas.
Hay que recordar que Michael Beasley ya tuvo algún problema el año pasado en la orientación anual de rookies, siendo multado con 50.000$.
La NBA no castiga a jugadores que antes de dar positivo en controles antidrogas, entran en clínicas de desintoxicación, pero sí a los que dan positivo en un test. Estos últimos son obligados a entrar en dichas clínicas. Eso sí, la NBA nunca hace público qué jugadores pasan por esto. De hecho es posible que Beasley ya pasara por este proceso el año pasado después del mencionado problema en la rookie orientation.
Una pena que un jugador así, con lo que tiene acabe así. Pero esperemos que entre la clínica y el bueno de John Lucas, consigan redirigir al jugador.