No sé si debo de haber tenido una infancia muy desgraciada pero yo apenas conozco ninguno de los juguetes que habéis citado. Soy de la generación de los 80 y yo jugaba en la calle, a todas horas, o haciendo maldades destrozando las propiedades de algún vecino o bien peleándome con otros niños o haciendo el gañan de mil formas distintas, pero lo que no hacía era quedarme en casa, aburguesado, disfrutando de cualquier mierda mil veces anunciada por televisión. Nunca tuve el deseo de poseer nada más allá de un desgastado balón de fútbol o cualquier otro sencillo y clásico jueguete.
Seguro que muchos de los que son de pueblo o se han criado en un pueblo coincidirán en buena parte de mis afirmaciones. No en vano, en los pueblos los niños siempre han hecho mayor uso de la imaginación para su disfrute y entretenimiento, en mi caso y muchos de mis amigos y conocidos de infancia así ha sido. Sois todos unos burgueses y lo sabéis.