NO COMAS CONEJO

A ver yo en la antiguedad siempre he dado por supuesto que la higiene era algo (notablemente) mas precaria que en la actualidad, que ya es decir.

Un restriegue con un trapo de vez en cuando o un bañito en el rio sin jabon pues si, pero ducha o lavado diario pues no.

Con lo cual a ver quien es el valiente que se bajaba a un potorro que lleva meando y sudando un mes con alguna caricia de trapo nada mas, si eso, y que tiene el ojete detras emulsionando la mezcla con mierda y gas fulminante.

Y cuanto mas atras se va, peor, que en el medievo segun tengo visto en los museos, las ropas interiores consistian en unas enaguas reforzadas con un bujero para evacuar los efluvios y meter el pito para engendrar herederos.

Joder, como debia oler aquello.
 
Hay chochos y chochos. El de ciertas mujeres de 20 años con jopo depilado y sonrosado por un lado, y el de una de las que se encuentra inexplicablemente Torpe por la calle y se la acaba hincando, por otro.

Como un plato de caviar y otro de alubias, vaya.
 
Pero como coño no va a ser diferente, si antes no habia esponjas en las casas ni jabon de heno de pravia. Dudo que la nobleza se lavara el asunto mas alla de remojarlo en la bañera, no te digo ya lo que no era nobleza. Si se lavaban el ojete con un trapo atado a un palo que compartian con el resto de usuarios de las letrinas.

Con los estandares de hoy dia no creo que ninguno acercaramos la cara a esas rajas apestosas. Fijaos que dudo hasta de Benito, que lameria cosas que harian vomitar a una cucaracha.
 
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Michael Douglas pilló cáncer de garganta por su afición de comer coños, no hay que jugar con fuego, los jopos tienen multitud de bacterias, mientras se me ponga tiesa y dura y pueda cumplir no me bajo al pilón, salvo que pille a una de veinte años tipo Camila Cabello.
 
Aún me acuerdo de la sonrisa y la carcajada ahogada que me salió el día que por primera vez fui a meter mi boca en un agujero maloliente. Me reí allí mismo, entre las patas de la fulana, porque me vino a la mente el chiste ese del exboseador que había perdido el olfato y le lloraban los ojos al meter la lengua en el asunto.
Lo primero es que a menos de un palmo ya huele eso igual que los gases sulfurosos del infierno pero no te da tiempo a parar y cuando estás a 2 centímetros ya notas como el olor va trepando por las fosas nasales como un ácido corrosivo y cuando llega a la altura del lagrimero se activa el mecanismo de defensa para proteger al ojo. Pero ya que has pagado y todo es un acto reflejo, le hechas huevos y estiras la punta de la lengua hasta tocar aquella cosa podrida, y es justo ahí cuando notas como una descarga eléctrica. Como cuando compruebas si una pila de petaca está cargada con la lengua, pues igual. El mismo sabor ferroso, el mismo calambre, la misma sensación desagradable.

He comido muchos chochos que mis buenas perras me han costado, pero recuerdo dos con especial nitidez, dos chochos malolientes que tengo grabado a fuego en mi cerebro.
 
Última edición por un moderador:
Imagino que el sexo oral era poco menos que ciencia ficción y deporte extremo hace poco mas de 60 años.
La gente ya en la edad media caia como moscas con enfermedades de transmisión sexual, como para bajarse a chupar eso.
Suciedad, sin penicilina y con una sociedad temerosa de Dios.
Cuando los conquistadores llegaban a las Americas, recien salidos de sus putos pueblos de Extremadura, donde mirar un tobillo era pecado, y veian teens corretear desnudas por la jungla, sin tabues sexuales de ningún tipo y ansiosas de polla de los dioses recién llegados, estos creian haber encontrado el Jardín del Edén.En cambio las pobres tiraflechas la endiñaron como moscas, gracias a sífilis y gonorreas varias.
o sea, en mi puta mierda de opinión que no vale ni para tomar por culo, lo de comer coño debe no existir, pero si ser costumbre desde la invención mas o menos de la Coca cola
 
Aún me acuerdo de la sonrisa y la carcajada ahogada que me salió el día que por primera vez fui a meter mi boca en un agujero maloliente. Me reí allí mismo, entre las patas de la fulana, porque me vino a la mente el chiste ese del exboseador que había perdido el olfato y le lloraban los ojos al meter la lengua en el asunto.
Lo primero es que a menos de un palmo ya huele eso igual que los gases sulfurosos del infierno pero no te da tiempo a parar y cuando estás a 2 centímetros ya notas como el olor va trepando por las fosas nasales como un ácido corrosivo y cuando llega a la altura del lagrimero se activa el mecanismo de defensa para proteger al ojo. Pero ya que has pagado y todo es un acto reflejo, le hechas huevos y estiras la punta de la lengua hasta tocar aquella cosa podrida, y es justo ahí cuando notas como una descarga eléctrica. Como cuando compruebas si una pila de petaca está cargada con la lengua, pues igual. El mismo sabor ferroso, el mismo calambre, la misma sensación desagradable.

He comido muchos chochos que mis buenas perras me han costado, pero recuerdo dos con especial nitidez, dos chochos malolientes que tengo grabado a fuego en mi cerebro.

Tiene pinta a cuando compras la cena de nochebuena en la lonja y cuando te la comes está mala, pero te la comes porque tus duros te ha costado.
 
Pero joder, que estamos hablando de un puto negro, de un puto ser que se haya tan en el extremo de la escala pantone de color de piel que debería estar en otra clasificación, que es un puto ser que no tiene ni tendrá nunca autocontención, porque es un puto animal con instinto animal, por eso no quiere comer conejo, porque es incapaz de comerse un coño sin que se le vaya la olla, joder.

Del mismo modo que es cierto que este primitivo ser del vídeo se debe a las pulsiones animales, también lo es que la sumisión del varón blanco a la hembra blanca emponderada nos desviriliza y somete al poder del matriarcado. Una cosa no quita la otra.

Y se lo digo yo, que a mi también me gusta comer conejo, del que se echa a la cazuela y del que emanan hedores infernales.
 
A mí lo que me deja a cuadros es los que van de putas, y se amorran parte de los veinte minutos que pagan a precio de hora de concesionario de la Mercedes, a trabajar los bajos a una lumi. Y alucino por triple motivo.

El primero, supongo irán a desahogarse porque follan poco y están suponiendo que la lumi tiene falta de cariño? ninguna, eres un cliente no un novio primerizo, acaba rápido chaval...

El segundo, ahí habrá entrado sabe dios qué media hora antes, un garrulo de la montaña de León o un camionero del Maresme y pones tu lengua ahí a pelo, sin condón ni ostias, mínimo te están jugando pillar algo.

El tercero, estás pagando por satisfacer una necesidad, crees que es necesario comerle la chirla a una profesional para correrte?

En el apartado de relaciones personales, pues hay que saber hacer de todo por si falla el de abajo y salir del apuro. Pero los coños deberían tener como fecha de caducidad, como los yogures. A partir de los 20 años debería desaconsejarse esa práctica.
Confieso haberlo hecho tres veces:
- La primera una brasileña rubia de 19 años en Tenerife que olía tan bien y era como un pastelito.
- La segunda una paraguaya blanquita del piel morena de pelo tipo europeo que estaba impresionante, tipazo y caderonas, chochazo bello no me pude resistir. Hicimos 69.
- La tercera una panchita blanca también en un apartamento en la Gran vía. Luego me contó que siempre se lavaba incluso tras mear. Qué rico.
En ningúno de los casos tuve la mínima bocera, calentura, herpes o como lo quieras llamar.
Las putas a menudo son más limpias que las no pro.

Comer el coño es algo que me apetece solo a tías que están muy buenas incluso me gusta que me lo restrieguen por la boca y me dejen todo pringado apestando a coño.


Este capullo no disfruta de la almeja. Sus razones tendrá. Esto no es nada reprochable. Pero el muy mamón quiere que eso se extienda, al menos, entre sus conocidos y asi lo vemos en el video. Negado para la interpretación y pregonando un mensaje que sabe, es mentira. Mirad esa cara. Ni él mismo se cree lo que dice.

Estamos ante un triste. Uno de esos tristes que son conscientes de su penosa condición. Elavoran filosofías que justifican y hasta aconsejan seguir su ejemplo. Tristes que desean ver a mas gente como ellos. Compartir su tristeza. Extenderla como si fuera enfermedad. Eso les hace sentir mejor pues así de ruines son.

No, señor negrito anaranjado, no. Si hay mujer que domina hombre es por que tal mujer buscó en su momento a un hombre dominable. Blandengue es el vocablo correcto. El Blandengue ya nace así y muchos incluso lo disfrutan. No niego la existencia del fenómeno. Pero los lengüetazos que se den en los coños nada tienen que ver en ello pues muchos, muchisimos se han dado a lo largo de la historia. Antes incluso de que Roma fuera fundada ya había gran costumbre de saborear clítoris y hacer el oso hormiguero en la vagina. Grandes maestros y maestras en tal desempeño alcanzaron la fama por ello. Y jamás ha sido signo ni causa de blandura. Jamás.

En conclusión, queridos hermanos. Disfrutad sin temor del conejo. Y si no es de vuestro gusto; pues tampoco pasa nada. Alguna se os va a escapar. Pero hay mucho monte. Nada de lo que preocuparse.
Pues yo le veo bastante convencido de lo que dice.
Y que las mujeres dominan a los hombres con el sexo es conocido en todo el mundo, tenemos ejemplos lamentables sobre todo en occidente donde los hombres doblan la cabecita a todo lo que diga su chocho y el motivo ya sabemos cuál es: si se niegan a sus exigencias, le cortan la ración de conejo, ya sea comido o follado.

Para lo de blandengue deberíamos conocer la opinión de el Fary.
Joder, desde que este aprendió a comer conejo en condiciones y yo aprendí a hacer pajas sin arrancarle la polla esta postura es casi de nuestras favoritas. Un poco de masaje guarro, mucho aceite y un halls en la boca, es ponernos en postura y se acabaron la sequedad vaginal y los problemas para disparar.

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No te creas, no. Dos veces en quince días, así un poco con desgana, no te voy a engañar.
Esta práctica no era habitual hasta hace poco, todo hay que decirlo. Tiene la ventaja que él apenas tiene que moverse, no me ve la cara y la piel como que se estira un poco, con lo que las arrugas prácticamente desparecen. Por mi parte ya me va bien porque estando encima mando yo y lo cierto es que es una postura sumamente placentera.
Al acabar nos tumbamos espalda contra espalda y hasta mañana.

Para qué sirve el halls?
Te da fresquito en el chichi?
 
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Eres más feo que el Fary comiendo conejo y mirando cara al sol
 
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De experta nada, pero hay cosas en las que el ser humano no cambia por muchos siglos que pasen, así como ya Platón se quejaba de la juventud no creo que en este aspecto sea diferente.

El “cunilingus” estaba mal visto. Los romanos creían que llevarse a la boca los genitales masculinos o femeninos era mancillársela, pues por la boca debían salir los buenos discursos de los ciudadanos togados, las sentencias religiosas y jurídicas y por consiguiente debía mantenerse pura. Por eso, uno de los peores insultos era acusar a alguien de fellator, come-pollas. Hay en las termas de Pompeya un dibujo jocoso en el que un ciudadano togado, arrodillado, le besa el sexo a una mujer en plan reinona, desnuda, mientras la mira con ojos de perro...

Sexo en Roma
 
Negar que los romanos practicaran el sexo oral por que lo veían mal, incluso de ser cierto, es gran gilipollez incluso escrita en esta casa.

Pues yo le veo bastante convencido de lo que dice.
Y que las mujeres dominan a los hombres con el sexo es conocido en todo el mundo, tenemos ejemplos lamentables sobre todo en occidente donde los hombres doblan la cabecita a todo lo que diga su chocho y el motivo ya sabemos cuál es: si se niegan a sus exigencias, le cortan la ración de conejo, ya sea comido o follado.
Si está convencido entonces es tonto por que extiende una casuística particular a la generalidad del hombre. En cualquiera de los dos casos. Es una chorrada a la que no hacer caso.

Y por otro lado. Vuelvo a mi anterior post. Los hay que se dejan dominar. Repito que no niego eso. Pero ya son así de serie. No tienen que hacer nada. Recordemos la hipótesis: Si comes conejo; la mujer te domina. Falsa a todas luces dada la gran cantidad de dominados que no han comido un conejo en su vida y la, menos numerosa, presencia de comedores de conejo que no están dominados por nadie. Se da el caso de coincidencia de ambas condiciones. Cierto. Pero eso no implica relación de causa y efecto. Podríamos decir lo mismo de la calvicie. De la afición al fútbol. De rascarse el culo y de cualquier otra cosa. Incluso de no comer conejos.

La hipótesis es tan absurda y mal construida que parece mentira que se discuta. Igual que la de los romanos repudiando el sexo oral. Todo hay que decirlo.
 
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Lee bien: Un halls en la boca. Imagina cómo andará de golor en otras partes.

Tan preocupado con la higiene y se te pasa esto...
Hombre yo ahi he entendido que el halls es para darle frescorcito en la popocha. Como los geles esos de frio y calor.
 
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Yo imagino a alguno testeando el coño como el tipo aquel del limpia cristales, o lo que fuese, "el algodón no engaña".

Bajarse al pilón es una práctica de riesgo, porque no sabes si la cachonda que te tiene todo engorilado, gasta un chumino eau de fromage aux chevres mortes, que vamos, te puede poner la libido a - 273 en un momento. Y aunque la polla domina al cerebro, la nariz no olvida y te da por saco cosa mala.

A NO SER que te guste el olor a matojo cultivo de laboratorio. En ses caso, amorrao vivo a la chochera como si estuvieses arrancando la carne de un muslo de pollo.

Os paso un truco de profesionales para mejorar vuestras dotes succionadoras:
a falta de chumino para practicar, y con el objetivo de fortalecer los músculos succionadores, cogéis una naranja de mesa, corte a la mitad, un poco de azúcar para mitigar la acidez y a chupar naranja hasta dejarla seca. En el intento, emplearéis tal fuerza succionando que a la hora de autos tendréis unos músculos bien entrenados para comer pepitilla, chirla, almeja y mejillón. Me han dicho.
Por cierto, yo no suelo bajar al pilón. A la parienta le parece que eso es cochino. En fin, qué así es la cosa.
 
Imagino que el sexo oral era poco menos que ciencia ficción y deporte extremo hace poco mas de 60 años.
La gente ya en la edad media caia como moscas con enfermedades de transmisión sexual, como para bajarse a chupar eso.
Suciedad, sin penicilina y con una sociedad temerosa de Dios.
Cuando los conquistadores llegaban a las Americas, recien salidos de sus putos pueblos de Extremadura, donde mirar un tobillo era pecado, y veian teens corretear desnudas por la jungla, sin tabues sexuales de ningún tipo y ansiosas de polla de los dioses recién llegados, estos creian haber encontrado el Jardín del Edén.En cambio las pobres tiraflechas la endiñaron como moscas, gracias a sífilis y gonorreas varias.
o sea, en mi puta mierda de opinión que no vale ni para tomar por culo, lo de comer coño debe no existir, pero si ser costumbre desde la invención mas o menos de la Coca cola

Mastuerzo, los que caían como moscas por la sifilis y la gonorrea eran los colonos,no los indígenas que ya venían vacunados de manera natural.Nosotros mas bien eramos de contagiar la gripe,la viruela y el sarampión.
 
Por cierto, yo no suelo bajar al pilón. A la parienta le parece que eso es cochino. En fin, qué así es la cosa.

Un truco mejor sin necesidad de ir chupando naranjas es centrarte en el clítoris y dibujar con la lengua vocales. Y si en su momento fuiste músico y practicaste la técnica del doble picado, le haces el flujo a punto de merengue.

Haz lo que te comento y por muy cochino que le parezca verás que pronto cambia de parecer.
 
cuando diga que no le gusta el pollo del capitan sanders ya podría la onu echar una alerta mundial.
 
Negar que los romanos practicaran el sexo oral por que lo veían mal, incluso de ser cierto, es gran gilipollez incluso escrita en esta casa.

Si quieres confirmar la veracidad de lo dicho, te recomiendo algo de bibliografía sobre el tema, estólido idiota:

“Sexo en Roma”, John R. Clarke, Ed. Océano, Barcelona, 2003, con abundantes ilustraciones de lo más escandalosas.

“Eros romano, sexo y moral en la Roma Antigua”, Jean-Nöel Robert, Colección La mirada de la Historia, Ed. Complutense, Madrid, 1999, muy erudito, con amplio recorrido de la Historia de la sexualidad romana, de Catón al cristianismo.

Los grafitis pompeyanos cochinos salen en “La caída de Roma”, de Bryan Ward Perkins, Espasa, Madrid 2007, aunque el libro no es monográfico del tema.


Que conste que yo soy de los que se dan a esa práctica, y por puro egoísmo, no por altruismo. Lo malo es que a otros en sus casas no les enseñaron a comer de todo, y ahí está el problema: la educación básica que después se ve afectada por escrúpulos y mojigaterías.
 
A mi mujer le encanta que se lo haga a lo bestia, que si no, no se corre: lamer clitoris rápido y meter dos dedos con saña en su vagina. Por si os sirve de algo el dato...
 
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