Apofis
No-calvo de mierda
- Registro
- 1 Abr 2013
- Mensajes
- 14.700
- Reacciones
- 13.612
Yo, como en el caso de verrucoso y otros que han escrito, era un ectoplasma al que nadie tenía en cuenta. Una sombra vaporosa al que solo se dirigían para insultar o burlarse de él.
No se fijaban los chicos para ser su amigo, imaginad las chicas para ser su novio.
Alguna que otra me utilizó para hacer como que quería quedar conmigo para ir al cine y luego dejarme tirado o al final decirme entre risas y señalamientos de dedo que si me lo había creído o qué.
Yo notaba al momento que esa pantomima era un fraude. La verdad es que lo hacían fatal, se notaba a la legua que buscaban la chanza a mi costa y nunca caí en la trampa aunque las seguía el rollo mirando al suelo porque tenían amigos poderosos con los que era mejor no enemistarse.
Al parecer hasta esa entrada al instituto yo tenía locas a las niñas de mi clase, pero mi nuevo estatus de pringado hizo que prácticamente todas me retiraran el saludo y si alguna quería echar algo en cara a otra decía "anda, que te gustaba Apofis hace un par de años no digas que no" y la otra decía que no y para hacer más creíble su testimonio hacía una lista completísima y bien alto para que se enterase todo el mundo de mis muchos defectos y del mucho asco que daba y que con estas características era imposible que gustase a nadie ni ahora, ni antes ni nunca.
Yo miraba al suelo.
No se fijaban los chicos para ser su amigo, imaginad las chicas para ser su novio.
Alguna que otra me utilizó para hacer como que quería quedar conmigo para ir al cine y luego dejarme tirado o al final decirme entre risas y señalamientos de dedo que si me lo había creído o qué.
Yo notaba al momento que esa pantomima era un fraude. La verdad es que lo hacían fatal, se notaba a la legua que buscaban la chanza a mi costa y nunca caí en la trampa aunque las seguía el rollo mirando al suelo porque tenían amigos poderosos con los que era mejor no enemistarse.
Al parecer hasta esa entrada al instituto yo tenía locas a las niñas de mi clase, pero mi nuevo estatus de pringado hizo que prácticamente todas me retiraran el saludo y si alguna quería echar algo en cara a otra decía "anda, que te gustaba Apofis hace un par de años no digas que no" y la otra decía que no y para hacer más creíble su testimonio hacía una lista completísima y bien alto para que se enterase todo el mundo de mis muchos defectos y del mucho asco que daba y que con estas características era imposible que gustase a nadie ni ahora, ni antes ni nunca.
Yo miraba al suelo.