Este correo esta dedicado a las personas ...QUE NACIERON ANTES DE 1981.
La verdad es que no se como hemos podido sobrevivir. ... ¿sobrevivir a
nuestra infancia? Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la
España de antes:
Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin
sillitas especiales y sin air-bag, hacíamos viajes de 10-12h con cinco
personas en un 600 o en un Renault 4 y no sufríamos el síndrome de la
clase turista.
No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con
tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores
para rodillas ni codos.
Los columpios eran de metal y con esquinas en pico, y jugábamos a "lo que
hace la madre hacen los hijos", esto es a ver quien era el mas bestia.
Pasábamos horas construyendo nuestros "vehículos" con trozos de
rodamientos para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que
nos habíamos olvidado de los frenos.
Después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.
Jugábamos a "churro va" y al pañuelo y nadie sufrió hernias ni
dislocaciones vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo
el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle.
Nadie podía localizarnos. Eso si nos buscábamos maderas en los
contenedores o donde fuera y hacíamos una caseta para pasar allí el rato.
No había móviles.
Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para
castigar a los culpables.
Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran
cosas de niños y se curaban con mercromina y unos puntos y al día
siguiente todos contentos.
La mitad de los compañeros de clase tenía la barbilla rota o algún diente
mellado, o alguna pedrada en la cabeza...
Tuvimos peleas y nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a
superarlo. Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en
una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos,
ruedas!!!
Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso
alguno era gordo y punto.
Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas
de refrescos y nadie se contagió de nada.
Solo nos contagiábamos los piojos en el cole, cosa que nuestras madres
arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.
No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de
televisión, películas en vídeo, sonido surround, móviles, ordenadores e
Internet, pero nos lo pasábamos de lo lindo tirándonos globos llenos de
agua y arrastrándonos por los suelos destrozando la ropa.
Nosotros sí tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos. O ni siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las
chapas, a la peonza, a las canicas, a la lima, al rescate...,en fin
tecnología punta... Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos a la puerta.
¡Imagínense!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos, allá fuera,
en el mundo cruel! !Sin ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos, botellas y balones de fútbol improvisados, y
comimos pipas y, aunque nos dijeron que pasaría, nunca nos crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas.
Bebíamos agua directamente del grifo de las fuentes de los parques, agua
sin embotellar, donde chupaban los perros!!! Íbamos a cazar lagartijas y
pájaros con la ,escopeta de perdigones o con el tirawebos, antes de ser
mayores de edad y sin adultos, DIOS MÍO!!
En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos. Los
que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción.
Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron
curso.
¡Que horror, no inventaban exámenes extra! Y ligábamos con las chicas
persiguiéndolas para tocarlas el culo y jugando a beso, verdad y
atrevimiento, no en un chat diciendo :) :D :P
Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las
consecuencias.
No había nadie para resolver eso.
La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era
inadmisible, si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te
callabas.
Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer
con todo ello.
Tú eres uno de ellos.
¡Enhorabuena! Esto es, para los que tuvieron la suerte de crecer como
niños.
La verdad es que no se como hemos podido sobrevivir. ... ¿sobrevivir a
nuestra infancia? Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la
España de antes:
Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin
sillitas especiales y sin air-bag, hacíamos viajes de 10-12h con cinco
personas en un 600 o en un Renault 4 y no sufríamos el síndrome de la
clase turista.
No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con
tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores
para rodillas ni codos.
Los columpios eran de metal y con esquinas en pico, y jugábamos a "lo que
hace la madre hacen los hijos", esto es a ver quien era el mas bestia.
Pasábamos horas construyendo nuestros "vehículos" con trozos de
rodamientos para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que
nos habíamos olvidado de los frenos.
Después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.
Jugábamos a "churro va" y al pañuelo y nadie sufrió hernias ni
dislocaciones vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo
el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle.
Nadie podía localizarnos. Eso si nos buscábamos maderas en los
contenedores o donde fuera y hacíamos una caseta para pasar allí el rato.
No había móviles.
Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para
castigar a los culpables.
Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran
cosas de niños y se curaban con mercromina y unos puntos y al día
siguiente todos contentos.
La mitad de los compañeros de clase tenía la barbilla rota o algún diente
mellado, o alguna pedrada en la cabeza...
Tuvimos peleas y nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a
superarlo. Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en
una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos,
ruedas!!!
Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso
alguno era gordo y punto.
Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas
de refrescos y nadie se contagió de nada.
Solo nos contagiábamos los piojos en el cole, cosa que nuestras madres
arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.
No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de
televisión, películas en vídeo, sonido surround, móviles, ordenadores e
Internet, pero nos lo pasábamos de lo lindo tirándonos globos llenos de
agua y arrastrándonos por los suelos destrozando la ropa.
Nosotros sí tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos. O ni siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las
chapas, a la peonza, a las canicas, a la lima, al rescate...,en fin
tecnología punta... Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos a la puerta.
¡Imagínense!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos, allá fuera,
en el mundo cruel! !Sin ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos, botellas y balones de fútbol improvisados, y
comimos pipas y, aunque nos dijeron que pasaría, nunca nos crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas.
Bebíamos agua directamente del grifo de las fuentes de los parques, agua
sin embotellar, donde chupaban los perros!!! Íbamos a cazar lagartijas y
pájaros con la ,escopeta de perdigones o con el tirawebos, antes de ser
mayores de edad y sin adultos, DIOS MÍO!!
En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos. Los
que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción.
Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron
curso.
¡Que horror, no inventaban exámenes extra! Y ligábamos con las chicas
persiguiéndolas para tocarlas el culo y jugando a beso, verdad y
atrevimiento, no en un chat diciendo :) :D :P
Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las
consecuencias.
No había nadie para resolver eso.
La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era
inadmisible, si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te
callabas.
Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer
con todo ello.
Tú eres uno de ellos.
¡Enhorabuena! Esto es, para los que tuvieron la suerte de crecer como
niños.