powerfist rebuznó:
-No me vale cualquiera
- No me tajo
- Soy demasiado buen tio, no puedo evitar tratar a la gente bien y las tias no son una excepción y si me gustan de verdad , pues como a la niña famosa: la trato como a una reina... error
-No soy un guaperas
-Soy un tio con mucho orgullo
- Y sí, mi calvicie me tiene traumatizado desde hace años
-Además, vivo en el pais vasco
Una vez que ya te han recomendado que empieces a beber, que cambies tu actitud, que olvides tus complejos... es hora de que asumas que no vas a cambiar en absoluto.
Deberías cambiar tu objetivo. Esto va a escandalizar a alguno: necesitas una novia como el comer.
No vas a ser nunca el rey de la discoteca. No te ajustas al modelo, no tienes ni tendrás la autoestima con la que sentirte cómodo, no vales para eso.
Puede que hasta en un día tonto cojas a alguna medio desprevenida y te la lleves a tu cama. Te sentirás bien un par de días. Al tercero te mirarás al espejo después de mear y verás la realidad: estás solo, tus entradas siguen ahí, y en tu cama solo te espera esa noche la señorita paja.
Échate una novia. Nada te subirá más la autoestima que el hecho de que alguien te quiera por como eres... que vaya cogida de tu brazo por la calle... que cada noche te bese esa calva que parece que tanto te deprime...
Dices que se te acercan mujeres por tu aspecto y vienen a ti con una impresión errónea sobre como eres en realidad. Bien, eso no es culpa de tu imagen ni de las que se te acercan, es culpa del ambiente. Te mueves en los ambientes donde tu aspecto solo se interpreta de esa manera. Cambia un poco de escenario. Comparte cosas con gente, muévete un poco.
Eres un grandullón con buen trato hacia las mujeres. Pareces el típico oso de peluche gigante y bonachón en el que muchísimas mujeres buscarían
abrazo y protección. Pero no las vas a encontrar fácilmente en la barra de la disco. Tendrías que mover el culo.
Porque esa es otra. Pese a lo que se lee aquí a diario, abundan las mujeres interesantes, decentes, responsables. Otra cosa es ciertamente llegar a entenderlas, pero esas mujeres están ahí fuera. En centros de estudio, locales de ensayo, universidades, campos de fútbol, en centros sociales, en talleres de cualquier actividad, ciclos de cine, exposiciones, grupos de deporte...
Pero como solo vemos el ligue desde el escenario badoolesco y discotequero, aparece la frustración por no poder conseguir el juguete y le echamos la culpa a esas cosas raras de pelo largo que no logramos entender muy bien de que van, como cuando teníamos ocho años.
No estoy defendiendo la imagen de la mujer, sino la propia realidad. Muchos de vosotros váis contracorriente, queréis cambiar lo que no se puede cambiar, y cuando vuestra cabeza golpea el muro, le echáis la culpa a la piedra y no al camino que habéis tomado, el de seguir embistiendo contra el muro a pesar de saber que no se puede atravesar.
¿Que no te interesa lo de tener novia? Pues nada, cambia, haz desaparecer tus complejos, empieza a beber, sé diferente a lo que eres ahora, etc, etc...