tschumacker
Novato de mierda
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- 29 Oct 2006
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Hoy me he pasado por Rosellón 38 y he pedido por Piong, que no la tenía entre mis experiencias. COmo ya he dicho en algún momento, creo que debo postear si en el foro no se ha dicho alguna cosa que yo deba decir, por no ser repetitivo. Por ello, escribo dos líneas sobre esta Piong.
Todo lo que he leido en el foro me hizo inclinarme (tumbarme en esta ocasión) a probar sus servicios. Pero en mi caso, debo decir que será raro que vuelva. La chica es simpática, como aquí se ha dicho. De eso no hay duda. Sin embargo la tremenda dispersión de sus actividades, con varias entradas y salidas de la cabina, no ha sido de mi gusto. El masaje, mediocre. Claro que no es por eso que vamos a ver a Piong, verdad?
Llegado el momento, comenzó a pasar los deditos por la zona anal, perineal y la punta del glande. Era agradable, pero lo hizo demasiado tiempo. Como incitación a lo que vendrá, es un buen juego, pero tiene su medida. Demasiado cansa, porque uno quiere más. COn lo que me di la vuelta yo mismo. Me iba a masajear el "soldado", como se dice por aquí (en mi caso, como mucho recluta) y le dije que si follabamos. Mira, no se por qué pero me dió por ahí. Mi indicó 5 con los dedos y yo le bajé a 2. Como era de esperar, la cosa se negoció en un término medio. 30 €. Me dijo que la próxima vez me trajera los condones yo. (qué tacaña, no? je je)
Con mi recluta enfundado y ella desnuda de cintura para abajo comenzó a masturbarme. Yo le desabroché el sostén para masajearle yo a ella. Las tetas son muy bonitas. No así el resto de su figura, algo pasada de peso, aunque con un buen culo. Le cogí la nuca y le hice ver lo que quería, agachándola la cabeza hasta la posición necesaria, mientras le intentába meter un dedo en su rajita, cosa que ella no quiso. Me dió la impresión de que mi dedo quedó impregnado con un olor a condón, con lo que deduje que yo no era el primero hoy. Pero con mi recluta vestido de uniforme de látex, me importó relativamente. No es que me gustara, pero mi necesidad en ese momento era metérsela. Lo hice en un estupendo misionero, mientras le masajeaba esas preciosas tetas que Dios le dió. Mientras me palmeaba para disimular, como si me estuviera dando un masaje. Rechaza besos, pero su chochito es muy agradable y acogedor. Después de varios minutos, decidí correrme, más que nada porque estaba cansado de tanto palmoteo. Me gustaba oir la conversación de la peluquería mientras me estaba calzando a Piong. Después del polvo, acabó la hora con un masaje en los pies, a petición mía. Ella me lo quería dar en la cabeza. Cuestión de polos.
En fin, no me ha gustado demasiado el conjunto. Luces y sombras, pero con tendencia al gris oscuro. Se deja follar, pero no se lava, claro. No la chupa muy bien y el masaje es regular. La chica es simpática. Supongo que en una cabina cerrada y con ella concentrada en uno al 100 % sería mejor. Las contínuas interrupciones no ayudaron.
En resumen, no creo que vuelva. Que cada uno haga lo que crea oportuno...
Tom
Todo lo que he leido en el foro me hizo inclinarme (tumbarme en esta ocasión) a probar sus servicios. Pero en mi caso, debo decir que será raro que vuelva. La chica es simpática, como aquí se ha dicho. De eso no hay duda. Sin embargo la tremenda dispersión de sus actividades, con varias entradas y salidas de la cabina, no ha sido de mi gusto. El masaje, mediocre. Claro que no es por eso que vamos a ver a Piong, verdad?
Llegado el momento, comenzó a pasar los deditos por la zona anal, perineal y la punta del glande. Era agradable, pero lo hizo demasiado tiempo. Como incitación a lo que vendrá, es un buen juego, pero tiene su medida. Demasiado cansa, porque uno quiere más. COn lo que me di la vuelta yo mismo. Me iba a masajear el "soldado", como se dice por aquí (en mi caso, como mucho recluta) y le dije que si follabamos. Mira, no se por qué pero me dió por ahí. Mi indicó 5 con los dedos y yo le bajé a 2. Como era de esperar, la cosa se negoció en un término medio. 30 €. Me dijo que la próxima vez me trajera los condones yo. (qué tacaña, no? je je)
Con mi recluta enfundado y ella desnuda de cintura para abajo comenzó a masturbarme. Yo le desabroché el sostén para masajearle yo a ella. Las tetas son muy bonitas. No así el resto de su figura, algo pasada de peso, aunque con un buen culo. Le cogí la nuca y le hice ver lo que quería, agachándola la cabeza hasta la posición necesaria, mientras le intentába meter un dedo en su rajita, cosa que ella no quiso. Me dió la impresión de que mi dedo quedó impregnado con un olor a condón, con lo que deduje que yo no era el primero hoy. Pero con mi recluta vestido de uniforme de látex, me importó relativamente. No es que me gustara, pero mi necesidad en ese momento era metérsela. Lo hice en un estupendo misionero, mientras le masajeaba esas preciosas tetas que Dios le dió. Mientras me palmeaba para disimular, como si me estuviera dando un masaje. Rechaza besos, pero su chochito es muy agradable y acogedor. Después de varios minutos, decidí correrme, más que nada porque estaba cansado de tanto palmoteo. Me gustaba oir la conversación de la peluquería mientras me estaba calzando a Piong. Después del polvo, acabó la hora con un masaje en los pies, a petición mía. Ella me lo quería dar en la cabeza. Cuestión de polos.
En fin, no me ha gustado demasiado el conjunto. Luces y sombras, pero con tendencia al gris oscuro. Se deja follar, pero no se lava, claro. No la chupa muy bien y el masaje es regular. La chica es simpática. Supongo que en una cabina cerrada y con ella concentrada en uno al 100 % sería mejor. Las contínuas interrupciones no ayudaron.
En resumen, no creo que vuelva. Que cada uno haga lo que crea oportuno...
Tom