Hijos de puta.
Éste es un hilo de color verde esperanza, éste es y debe ser el hilo del optimismo. No debe ser un hilo gris lleno de lamentos lacrimógenos como los que acostumbran a inundar los posts de estos lares referentes al tema, no. Tiene que ser el hilo en el que hubieran escrito hombres como el Cid, o Colón, o Jaume I, o De Lezo, si la tecnología de sus tiempos lo hubiera permitido
Podemos. Y debemos
Casualmente, esta tarde, y sin saber nada de lo que acontecía allí, he debido desplazarme a un barrio llamado Sants, para hacer una gestión que en nada os incumbe, y al parecer como más tarde me enteré, la presencia en un acto político de Josep Anglada en Barcelona provocó la manifestación llena de guarros con la que me topé
A pocos metros de llegar a la plaza Peiró, en las inmediaciones de la estación de tren contemplo muchos furgones policiales, e ipso facto me doy cuenta de la presencia en la misma plazoleta de una cincuentena de perroflautas lerdos
No sabía qué querían esta vez, no sabía cuales eran sus pretensiones, ni sus quejas, así que vuestro héroe SLK no tuvo más remedio que averiguarlo por sí solo.
Alli mismo me planté, ante las decenas de nerds estúpidos con un largo historial de acoso escolar a sus espaldas (si, esas cosas se quedan grabadas en sus caras, lo noto), y sus disfraces estúpidos de espantapájaros con ínfulas de Che, mezclados con un par de panchitos mediometro.
En el suelo una pancarta, que más tarde utilizarían para dar vueltas por la calle como unos hijos de puta en el dia del padre, que no sabía exactamente qué decía (lemas antirasistas, finalmente comprobé).
Así que vuestro hamijo, alli mismo se plantó, a un centímetro de la pancarta y a diez centimetros de la cincuentena de dogflauters, sin mediar palabra, ante el silencio atento de aquella masa popular de piojosos, con mi esbelto 1,86, mi buengustosa cazadora de piel que junto a esos tejanos que tan jodidamente bien me quedan afeaban todavia más el aspecto de aquellos rancios, y con mi negro, sí, y noble y mediterraneo pelo rapado a lo soldado que intimidaban a la masa nerdi.
Ellos alli, yo aqui. No sabían quien era, pero intuían mucho. Sigue su silencio. Doy un pequeño paso alante, y piso esa pancarta, y la deslizo, suavemente, para descubrir el mensaje escrito. Seguía el silencio, cuando uno de ellos, y solo uno de ellos, el que menos quería simular su descontento ante mi actitud, me mira con un desafío contenido y poco expresivo, ya que no quería hacerlo muy explícito. No se podía romper el hielo, ni el silencio, pero habían ganas por ambas partes, asi que me dirijo a ese gordo, dando otro paso, tal cual, preguntando a escasos, muy escasos centímetros de su jeta
- ¿Qué te pasa? ¿Te pasa algo?
Mi cabeza (frente) estaba ya preparada, mi posición ganada. Los odio, y mucho. Sabía dónde estaban mis manos (puños), sé el valor que tienen, no menos que el de mis piernas, sabía a quien y a cuantos tenía a mi derecha, y a mi izquierda, y las distancias de margen terrenal que tenía, aunque a simple vista lo disimulara. Todo estaba más que controlado.
- Nada
Esa era la respuesta a todo. Nada. No le ocurría nada, respuesta respaldada colectivamente por todos ellos con, una vez más, su silencio
Tuve que dar media vuelta, la di con orgullo, pero quedándome con las ganas de una buena dosis de acción
Son unos mierdas, hijos de puta, son todos unos jodidos mierdas débiles, todos, están programados solo para porculear con los panfletos y la propaganda sectaria. Nos los comemos, podríamos hacerlo, podemos, y debemos hacerlo. Por muy hermanos nuestros que sean, no hay más remedio, el camino a la resurrección de la Europa blanca solo pasa por su derrota, ellos tienen la llave para reabrir esa Europa, en ningún caso la tiene la morisma o Latinkingería que pulula por las calles amparada por la idiocia de cuatro energúmenos perroflautas
Somos más fuertes, mucho más, lo sé, siempre lo supe
Éste es un hilo de color verde esperanza, éste es y debe ser el hilo del optimismo. No debe ser un hilo gris lleno de lamentos lacrimógenos como los que acostumbran a inundar los posts de estos lares referentes al tema, no. Tiene que ser el hilo en el que hubieran escrito hombres como el Cid, o Colón, o Jaume I, o De Lezo, si la tecnología de sus tiempos lo hubiera permitido
Podemos. Y debemos
Casualmente, esta tarde, y sin saber nada de lo que acontecía allí, he debido desplazarme a un barrio llamado Sants, para hacer una gestión que en nada os incumbe, y al parecer como más tarde me enteré, la presencia en un acto político de Josep Anglada en Barcelona provocó la manifestación llena de guarros con la que me topé
A pocos metros de llegar a la plaza Peiró, en las inmediaciones de la estación de tren contemplo muchos furgones policiales, e ipso facto me doy cuenta de la presencia en la misma plazoleta de una cincuentena de perroflautas lerdos
No sabía qué querían esta vez, no sabía cuales eran sus pretensiones, ni sus quejas, así que vuestro héroe SLK no tuvo más remedio que averiguarlo por sí solo.
Alli mismo me planté, ante las decenas de nerds estúpidos con un largo historial de acoso escolar a sus espaldas (si, esas cosas se quedan grabadas en sus caras, lo noto), y sus disfraces estúpidos de espantapájaros con ínfulas de Che, mezclados con un par de panchitos mediometro.
En el suelo una pancarta, que más tarde utilizarían para dar vueltas por la calle como unos hijos de puta en el dia del padre, que no sabía exactamente qué decía (lemas antirasistas, finalmente comprobé).
Así que vuestro hamijo, alli mismo se plantó, a un centímetro de la pancarta y a diez centimetros de la cincuentena de dogflauters, sin mediar palabra, ante el silencio atento de aquella masa popular de piojosos, con mi esbelto 1,86, mi buengustosa cazadora de piel que junto a esos tejanos que tan jodidamente bien me quedan afeaban todavia más el aspecto de aquellos rancios, y con mi negro, sí, y noble y mediterraneo pelo rapado a lo soldado que intimidaban a la masa nerdi.
Ellos alli, yo aqui. No sabían quien era, pero intuían mucho. Sigue su silencio. Doy un pequeño paso alante, y piso esa pancarta, y la deslizo, suavemente, para descubrir el mensaje escrito. Seguía el silencio, cuando uno de ellos, y solo uno de ellos, el que menos quería simular su descontento ante mi actitud, me mira con un desafío contenido y poco expresivo, ya que no quería hacerlo muy explícito. No se podía romper el hielo, ni el silencio, pero habían ganas por ambas partes, asi que me dirijo a ese gordo, dando otro paso, tal cual, preguntando a escasos, muy escasos centímetros de su jeta
- ¿Qué te pasa? ¿Te pasa algo?
Mi cabeza (frente) estaba ya preparada, mi posición ganada. Los odio, y mucho. Sabía dónde estaban mis manos (puños), sé el valor que tienen, no menos que el de mis piernas, sabía a quien y a cuantos tenía a mi derecha, y a mi izquierda, y las distancias de margen terrenal que tenía, aunque a simple vista lo disimulara. Todo estaba más que controlado.
- Nada
Esa era la respuesta a todo. Nada. No le ocurría nada, respuesta respaldada colectivamente por todos ellos con, una vez más, su silencio
Tuve que dar media vuelta, la di con orgullo, pero quedándome con las ganas de una buena dosis de acción
Son unos mierdas, hijos de puta, son todos unos jodidos mierdas débiles, todos, están programados solo para porculear con los panfletos y la propaganda sectaria. Nos los comemos, podríamos hacerlo, podemos, y debemos hacerlo. Por muy hermanos nuestros que sean, no hay más remedio, el camino a la resurrección de la Europa blanca solo pasa por su derrota, ellos tienen la llave para reabrir esa Europa, en ningún caso la tiene la morisma o Latinkingería que pulula por las calles amparada por la idiocia de cuatro energúmenos perroflautas
Somos más fuertes, mucho más, lo sé, siempre lo supe
Mi relato brucewillista da para paja, para buenos tags owneándome, si, ya lo sé, aprovechen, me importa poco, paso de vuestra cara