Chico_normal
Clásico
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Hay un misterio acerca de la afinidad sexual que apenas se ha tratado en profundidad. Cualquiera que sea un poco observador encuentra con frecuencia similitudes entre las parejas. Yo, particularmente y sin ánimo de profundizar demasiado en el asunto en este momento, encuentro destacables el notable parecido entre la forma de la nariz y la línea de la mandíbula en multitud de aveniencias sexuales, e incluso puedo conjeturar o predecir una alta intensidad de atracción sexual que pueda provocar en mujeres con las que me topo debido al parecido que tengan con mi propio físico.
Esto puede que sea algo chocante para algunos, quizá revelador.
A mi modo de ver, como ya he expresado en alguna otra ocasión, nuestra apariencia física, mal que les pueda pesar a algunos, es una manifestación de nuestra vida anímica o voluntad y, por lo tanto, como cualquier ser, nos sentimos más agusto rodeados de nuestros semejantes, viviendo con nuestros semejantes y del modo modo más extenso aprobamos lo que es semejante a nosotros y rechazamos lo que no lo es.
Un hombre de aspecto vulgar que pretenda el amor de una mujer exhuberante se siente desdichado a su lado, insultado genéticamente. En este aspecto, la jerarquía de la naturaleza es implacable y el gordo o feo sólo puede medrar entre la clase que no le corresponde mediante ardides y apariencias como un comercial ante un idiota, pues la zorra siempre sentirá en su interior que está prostituyendo y desechando, desaprovechando su sexualidac junto a él
Es por esto en esencia y en parte a impulsos genéticos que no tengo tiempo a tratar aquí, por lo que cada cual busca a una pareja similar físicamente a sí mismo, pues existe de esta manera una comunión física y psicológica y en segundo lugar el ego de cada uno no se siente herido por sentimientos de inferioridad con respecto al atractivo físico y oportunidades sexualers del otro, lo cual dañaría profundamente su autoestima y relación.