Bueno, has hecho una descripción un tanto radical del "empresario", aunque no está tan desacertada.
No se trata de que tenga que estar en esa franja de edad, ni con barriga colgante y halopecia. Lo del todocamino, o deportivo si es más joven y no está casado, la casita adosada, y otros ya son factores más comunes.
Yo soy autónomo, y sin embargo soy consciente de que no deja de ser otra forma de ser trabajador. La estupidez de estos autónomos que se tildan a sí mismos de empresarios como si con ello subieran de categoría social, radica en que votan todos al PP, odian a los inmigrantes, son fachillas en general, y como bien dices, la mayoría provienen de la misma clase social. No sé en otras partes, pero en Cataluña suelen ser hijos de andaluces y extremeños. No suelen ser precisamente letrados que ofrecen sus servicios como profesionales liberales: Asesoramiento de empresas o similares, no, qué va. Te puedes imaginar: Fontaneros, electricistas, pintores,....lo que decías de la furgo blanca.
No es que tengan nada de malo estos trabajos. Pero sí el que a estos señores se les suba a la cabeza que son algo más de lo que son. Hasta hace unos años, a mí me pedían instalaciones de domótica y similares. La conversación típica era "Lo quiero todo" y tras mi ofrecimiento a a hacer un presupusto, la respuesta era: "Quiero lo mejor, y luego me dices lo que vale"
Fácilmente me había ganado algunos miles de euros coordinando una instalación y la venta del material necesario en un par de tardes invertidas.
Sin embargo, nunca dejé de ver que eso era el producto de un boom inmobiliario y jamás le hice la ola al Sr. Aznar. Sabía que el "España va bien" era pan para hoy y hambre para mañana.
Al final todo se reduce a lo mismo: Hay genet que hace dinero en esas épocas. No se les puede quitar el mérito de ser más espabilados que el que simplemente se queda como empleado por cuenta ajena. Pero al final, sale lo que son: Garrulos con pasta. Nuevos ricos sin fundamento cultural o de preparación personal, y cuando las cosas van mal, les van muy mal.
Yo no les odio: Les desprecio profundamente y espero que el banco les quite hasta la comida de sus catetos hijos.