En fin señores yo lo he intentado, tal y como me pidió mi terapeuta, la doctora Alamendi, he intentado socializar, como forma de que esos arrebatos de ira psicopatológica pudieran remitir al acostumbrarme al trato con los demás en mi vida real. Pero no ha habido manera. Les he anunciado un evento pensando que el hecho de que pudieran tener la oportunidad de ligar en el mismo les atraería, pero ni por esas.
Personas que han confirmado su asistencia: 1.
Una tal ana, que posiblemente sea un clon usado por un hombre que me quiere hacer daño. ¿Y si es Jose david que en mitad de un brote psicótico se presente allí con un barril de ácido lisérgico para tirarmelo a la cara o forzarme a que me lo beba entero? Podría pasar, yo a esa tal "ana" no la conozco de nada, podría ser un loco, una ex despechada, un agente de la CIA.
Allí con ustedes me sentiría más tranquilo. ¿Y si me quiere violar o abusar de mí de alguna manera? O pertenece a una banda colombiana que trafica con órganos de treintañeros sociópatas.
Pero yo soy un señor de los pies a la cabeza y si digo que quedo, quedo. Hay quedada solo irá una mujer pues allá que voy. Ustedes se han rajado todos "que si yo no puedo", "que si a mi esas cosas como que no", "que si yo fuera quedar con unos pocos elegidos si iría pero con esa chusma (es decir tú) no voy". Me han dado de lado, me han llamado reprimido y lleno de odio y que les he decepcionado.
Pero cómo no voy a odiar, cómo no me voy a reprimir, cómo no me voy a decepcionar con personas como ustedes. Con su actitud me llevan a un callejón sin salida, a la agonía para mí, a quedar con una mujer, fíjense bien UNA MUJER, o supuesta mujer igual. A SOLAS. Algo que no he hecho en toda mi vida. ¿Y si se dirige a mí? ¿Y si me habla? ¿eh? Podría correr, pero con los 38 kilos que he engordado este verano, no es tarea tan fácil no señor, ya estoy sudando y rebufando solo de pensarlo. Y ustedes me han llevado a esa situación, que luego pretenderán que se la cuente, especialmente si ha tenido aspectos grotescos, denigrantes para mí y jocosos para ustedes.
Me han abandonado a mi suerte, me han ninguneado, me han crucificado, me siento como pitercitonorth después de su primera cita. De qué han valido mis consejos aquí, mi apoyo moral, mi cibercariño repartido a tantos hombres y mujeres. De nada, déjenme decírselo, de nada, de sembrar en el desierto. Y ahora me veo abocado a una cita a ciegas con una mujer a la que no quiero ir, porque a mí las mujeres no me gustan, me dan miedo, prefiero las real dolls. Pero por su culpa, por su abandono, me he visto en este compromiso. Ineludible ya.
Que crueles son con un alma tan sensible como la mía.