Los tríos con dos tías son un follón de la hostia. Pero de la hostia. Uno tiene dos manos, una boca y una polla. Y se le presentan, a la vez, cuatro tetas, dos coños, dos culos y dos bocas. Uno no da abasto.
Pero eso no es lo malo, lo malo es que normalmente una suele estar más buena que otra, a no ser que sean gemelas univitelinas, y acaba por prestarle más atención a una y desatendiendo a la otra, y le queda a uno esa espinita al final. Incluso también puede pasar que la que mejores tetas tenga tenga peor culo que la otra, y otras combinaciones tales que hacen que a quien de verdad te quieras follar sea a la cara de una, las tetas de la otra, el tipo de la primera pero con las piernas de la segunda, y claro, vas retozando por la cama como pollo sin cabeza, porque no sabes si tirar a puerta o centrar, y al final te sale un centro chut de mierda que no va a ningún lado. Y cuando estás follándote a una de repente te dan ganas de follarte a la otra, y cuando estás con la otra te dan ganas de follarte a la primera de nuevo, y así con todo, porque ya se sabe que siempre te apetece más lo que no tienes que lo que sí que tienes, y como ahí tienes la posibilidad de cambiarte de pareja, pues te tiras más rato yendo de una a otra que haciendo lo que tienes que hacer. Un puto follón, oiga, un puto follón.
Y luego, a lo mejor, al día siguiente no tienes con quien follar, y dices,
coño, y ayer dos... más hubiera valido un día una y otro día otra, habría follado más veces, sin tanto follón y mejor.
Nunca mais. A no ser que no me quede otra opción, claro
.