Estos entrañables seres son tus amigos.
Le comprendo perfectamente, parecida situación viví yo cuando era un pipíolo de la vida y aún más tonto que ahora, con un colegio de esos caros que tenía situado justo debajo de mi piso de paredes de papel de fumar. Cada día, a las cinco de la tarde, el horror.
Pero a dia de hoy las tornas cambiarían. Una llamadita a la local, excusada en "mi coche que no lo puedo sacar", dejado conveniente posicionado la noche anterior, y le quita las ganas a una de esas arpías de volver a dejar caer su bmw donde le place.
Repitiendo la jugada cada dos o tres dias, compinchado con algunos vecinos, y verá que pronto cesa toda la bandada de marujas de tomar por asalto su calle.