Benito rebuznó:
La ignorancia del pobre es atrevida.
Como se nota que eres un pobre currela sin refinamiento ni educado en el disfrute de los gustos y el placer. Como se nota que te alimentas de las migajas de los ricos y de los productos de segunda y tercera categoría que la naturaleza ha creado para mediocres y seres prescindibles.
En todo, también en los alimentos, hay categorías. Y la madre naturaleza produce espárragos buenos, de categoría "extra" que están destinados a las bocas y paladares más exigentes. Tú y los que son como tú tenéis que conformaros con las migajas y con los espárragos de categorías inferiores, los malos, para que nos entendamos, como los que echaba tu puta madre en la ensalada.
Cuando se cultivaban espárragos en España: en Navarra, Extremadura y Castilla la Mancha y Andalucía, Murcia; los primeros espárragos de la temporada y los de mayor calidad, con un calibre y aspecto perfecto, se mandaban a Alemania donde se pagaban a cojón de obispo. No los iban a enlatar y meterlos en la cesta de navidad de los benitos de la vida.
Un plato de espárragos de calidad "extra", en su punto de cocción, aliñado con un chorro de aceite de oliva de saber suave (para que no se apodere del saber del turión), en su punto de sal y quizás perejil y un poquito de ajo, muy copo, es un deleite al alcance de muy pocos. Probablemente solo de los comensales de restaurantes 4 estrellas, michelines y los alemanes.
Benito, tú sigue comiendo pienso enlatado y hablando mal de lo que nunca has catado ni cataras, que no se hizo la miel para la boca del asno.