Pero a ver chicos, que no es tan difícil.
Para ser ministro debería ser obligatorio tener, COMO MINIMO, un título universitario acorde al ministerio al que se opte.
Además, acreditar, AL MENOS, 5 años en un puesto directivo de relevancia en una empresa directamente relacionada con el ministerio en cuestión.
Ejemplo: Ministro de Sanidad. Requisitos mínimos, médico titulado, con 5 años como director de un hospital, o cirujano con 5 años como jefe de servicios de un hospital privado.
Ejemplo: Ministro de Hacienda. Requisitos mínimo, inspector de hacienda, con 5 años como director de una sede la la Agencia Tributaria o bien Registrador de la propiedad con 5 años como director del colegio de registradores de Málaga.
Los sueldo, en estos casos, si que estarían justificados, ya que en muchos casos, estarían cobrando incluso menos que en sus propios trabajos privados, pero también hay que analizar que en política se cobra mucho por dietas, desplazamientos, vivienda y asimilados, por lo que les resultaría interesante. No olvidar tampoco que los ministros, por ejemplo, tienen derecho a pensión vitalicia y en un trabajo privado necesita cumplimentar un numero determinado de años para obtenerla.
Lo que no es de recibo es que personas que no han trabajado en su puta vida, sin formación académica y sin haber desempeñado un puesto de responsabilidad en empresa alguna, puedan gestionar cantidades ingentes de dinero público y luego tengan derecho a vivir de la política hasta su muerte.
Es eso lo que indigna a todos, porque a todas luces es absurdo e injusto.