Hoy tuve que ir a comprar un regalo para un cumpleaños para mañana, a la desesperada compro sí o sí y deambulando por ahí hay cosas guays. En el CI hy una peletería, iba yo por ahí sin rumbo fijo y sin idea, pues unas zapatillas, o un recortador de pelo de la nariz, o mejor un albornoz... Y de repente la peletería esa que ha sido verla de reojo y hacia ella como si tuviera un imán olvidando por un mometo mi misión. No había nadie toqueteando nada, no me lo explico, es lo más agradable del mundo cómo conseguirán alejar a la multitud... He visto un abrigo que era de morise. Nunca he visto algo tan bonito ni tocado algo tan agradable. Jolín qué pasada. Era una auténtica preciosidad, un tacto absolutamente gozoso. 11.000 euros, y ahí estaba. Al ratito de tocarlo y mirarlo una dependienta que estaba por ahí se ha encaminado hacia mí a lo lejos y me he separado de él rápido y me he largado. Pero qué cosa, nunca en la vida me había enamorado de un ropaje hasta hoy. Era increíble.