Lo cierto es que la respuesta de Europa y los europeos hace dos años fue buah, la polla, casi nos intervienen el país. Estaba todo el mundo en vilo con lo que pasaba aquí, una cosa de locos, todos los guiris, informadísimos del primero al último, debatiendo en sus países por lo que aquí pasa. Las más altas esferas del universo, preocupadas. Mis colegas británicos me llaman hoy escandalizados a todas horas, porque, oh, un tío que ha pretendido montar un proceso de independencia ha sido condenado a cárcel. ¡Dónde se ha visto eso, en el resto del mundo les ponen una estatua!
Mira, tío: al resto del mundo esto se la pela. Pero mucho, además.
Otro que se cree que Twitter Y LOS COMENTARIOS EN THE GUARDIAN son el termómetro del mundo, y, sobre todo, lo que va a misa.
Madre mía.