ichi is back
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Es cierto eso que habéis precisado. Los psicópatas y los sociópatas no son enfermos mentales.
Simplemente es gente que por diversas circunstancias no han asimilado normas morales básicas ni las respuestas emocionales que conllevan.
Veréis, hay un problema con los seres humanos.
El cuerpo y la mente son, en el fondo, máquinas orgánicas. Aprenden y se acostumbran. Se adaptan para sobrevivir.
Por ello es posible el aprendizaje y el entrenamiento. Nuestro cuerpo y nustro sistema nervioso asimila la información y la incorpora, entre otras cosas, a nuestra personalidad.
Y eso tiene ciertos peligros.
Imaginemos que criamos a un niño. Cada vez que llora le damos una paliza. Cada vez que muestra un sentimiento lo castigamos. Pronto asimilará el comportamiento necesario para sobrevivir. No mostrar sentimientos y, por imitación de su ambiente, compasión.
Como ocurre con todos los psicóticos, al bloquear determinadas emociones por considerarlas síntomas de debilidad o erróneas, sus respuestas emocionales se trastocan por otras. Si se encuentra ante una situación que le pueda infundir tristeza (algo que le haga vulnerable emocionalmente), por ejemplo, su mente la transaformará en furia. Si la situación le hace sentirse culpable o avergonzado transformará esas respuestas emocionales normales en odio, rencor o no sentirá absolutamente nada.
En los casos más extremos los individuos no sólo no perciben esa mutilación emocional como equivocada sino que se sienten superiores por ello. Esto suele ir acompañado con una personalidad tremendamente egocéntrica, narcisista y extremadamente egoista. Pronto descubren como sacar partido a su "capacidad" de obrar sin culpa ni remordimiento.
Y eso nos lleva plantear cuanta gente que conocemos en nuestras vidas sufre algún tipo de trastorno psicótico, aunque sea leve.
Y yo os digo que son muchos. Lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta la máquina triturada de la personalidad que es la sociedad. Cualquiera que haya sido adolescente en un instituto normal ha vivido los ritos de iniciación social que implican represión y mutilación de muchas respuestas emocionales.
Otro ejemplo evidente y extremo es el entrenamiento militar... como bien reflejó Kubrick en la primera parte de "La chaqueta metálica".
Simplemente es gente que por diversas circunstancias no han asimilado normas morales básicas ni las respuestas emocionales que conllevan.
Veréis, hay un problema con los seres humanos.
El cuerpo y la mente son, en el fondo, máquinas orgánicas. Aprenden y se acostumbran. Se adaptan para sobrevivir.
Por ello es posible el aprendizaje y el entrenamiento. Nuestro cuerpo y nustro sistema nervioso asimila la información y la incorpora, entre otras cosas, a nuestra personalidad.
Y eso tiene ciertos peligros.
Imaginemos que criamos a un niño. Cada vez que llora le damos una paliza. Cada vez que muestra un sentimiento lo castigamos. Pronto asimilará el comportamiento necesario para sobrevivir. No mostrar sentimientos y, por imitación de su ambiente, compasión.
Como ocurre con todos los psicóticos, al bloquear determinadas emociones por considerarlas síntomas de debilidad o erróneas, sus respuestas emocionales se trastocan por otras. Si se encuentra ante una situación que le pueda infundir tristeza (algo que le haga vulnerable emocionalmente), por ejemplo, su mente la transaformará en furia. Si la situación le hace sentirse culpable o avergonzado transformará esas respuestas emocionales normales en odio, rencor o no sentirá absolutamente nada.
En los casos más extremos los individuos no sólo no perciben esa mutilación emocional como equivocada sino que se sienten superiores por ello. Esto suele ir acompañado con una personalidad tremendamente egocéntrica, narcisista y extremadamente egoista. Pronto descubren como sacar partido a su "capacidad" de obrar sin culpa ni remordimiento.
Y eso nos lleva plantear cuanta gente que conocemos en nuestras vidas sufre algún tipo de trastorno psicótico, aunque sea leve.
Y yo os digo que son muchos. Lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta la máquina triturada de la personalidad que es la sociedad. Cualquiera que haya sido adolescente en un instituto normal ha vivido los ritos de iniciación social que implican represión y mutilación de muchas respuestas emocionales.
Otro ejemplo evidente y extremo es el entrenamiento militar... como bien reflejó Kubrick en la primera parte de "La chaqueta metálica".
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