Lo del masoquismo FemDom lo decía porque un gran porcentaje de pagafantas son varones sexualmente sumisos. En otras palabras, el pagafantismo de algunos machos está asociado a la excitación de servir a una mujer a la que se percibe como superior (Diosa). Estos tíos suelen pajearse con fotos y vídeos donde las féminas están enfocadas desde el suelo y parecen diosas altivas. Dentro de este imaginario FemDom, uno de los clichés más comunes es la idea de ser sirviente de una Diosa que se folla a otro macho supuestamente más dotado (internet está plagado de vídeos de
cuckolding, en especial con la temática estrella "mujer blanca le pone los cuernos a su marido con un semental negro"), incluso llegando al extremo de que el cornudo tenga que limpiar con la lengua el
creampie que el semental ha dejado en el coñito de su esposa. Nos sorprendería la cantidad de varones que fantasean con la idea de ser usados por una mujer que se folla a un macho más dotado.
Si Darwin levantara la cabeza se revolvería en la tumba del dolor, porque según el darwinismo clásico no es concebible que un varón esté dispuesto a prestar bienes y servicios a una mujer que se folla a otro semental, pero las últimas teorías evolucionistas ya han acuñado el término
eficacia biológica inclusiva para explicar por qué algunos machos cuidan de la prole de otro macho o están dispuestos a ser sirvientes de una mujer que no les ofrece sexo a cambio (FemDom, BDSM, etc.).
En resumen, que aunque parezca mentira, un gran número de pagafantas lo son porque les excita serlo; les excita ser el amigo asexual o gusiluz de una chica atractiva, les excita que la chica les cuente que el Jonathan se las folla por delante y por detrás, les excita esa mezcla de fascinación/horror que les produce saber que no están a la altura del novio de su Diosa y que su rol es el de macho beta que sirve a la Diosa. Toda esta excitación de ser un pagafantas está bien reflejada en el
Diario de un Pagafantas que algún payasete de la órbita putalocuril escribió en el 2008.