Amigos, hermanos; solo vengo a soltar mi mierda antes de irme a comer tranquilamente unas pizzas, ya que vivo en un territorio sin veleidades de construcción nacional. Muy emotivas, hormonales, adolescentes y subnormales, todo al mismo tiempo.
Lo primero: la operación contra los próceres catalanes (léase los Pujol, Mas & Company) a estas alturas de curso es totalmente inútil. La fiscalía, el CNI o suputamadre podría demostrar, mostrar imágenes y videos, de todos los parlamentarios de la Generalitat sacrificiando niños de teta, bebiendo su sangre y comiéndose sus intestinos, y nada de eso movería el brutal sentimiento/movimiento nacionalista que se vive hoy en Cataluña. Amigos, esto es un tren de cercanías a toda hostia y no lo para ni dios.
Lo segundo: Catalonia lleva un proceso de construcción nacional/lavado de cerebro que dura como 30 años. Hay generaciones de catalanes educados en el HAMOR a todo lo que huela a catalán; en el soms superiors, somos mejores: más laicos, más europeos, más blancos, menos gordos, más cultos, MAS TODO, COÑO, todo ello corregido y aumentado por los altavoces de la tele, los periódicos y el Barça.
Todo lo anterior era semilla sobre campo abonado como corrida de adolescente en coño ídem. A los catalanes no hacía falta decirles mucho a la oreja que eran la polla con cebolla para que mojaran bragas. Ellos son así de siempre, llevan parasitando al resto del país desde el siglo XIX. Así que, si bien los partidos catalanes han jugado sus cartas de forma excelente y a largo plazo frente al cortoplacismo e imbecilidad de los políticos de Madrit, la misma estrategia no hubiera funcionado tan bien en otros territorios. Pero sí en Catalonia.
Dicho todo lo anterior, lo mejor que le podría pasar a una España razonable, es que Catalonia votase SÍ a la independencia y se largaran de una reputísima vez, y a otra cosa mariposa. Pero la realidad es que a esta triste España siempre en decadencia que nos ha tocado vivir, solo le quedan dos caminos en el futuro:
a) Catalonia se independiza y al segundo siguiente, comienza su campaña de tocada de cojones con Baleares y Valencia (Paisos Catalans) y, lo que es peor, sigue vendiendo tan campante sus productos en la aborregada y mansa España. El Barça sigue jugando la liga (como renunciar a esos jugosos contratos publicitarios/televisivos). Y sigue parasitando la vida social y cultural española. Lo que ocurre hoy día de forma masiva, de la misma forma que los juden controlan el cine USA.
b) Catalonia no se independiza. Antes o depués, el propio Rajoy o una amalgama de partidos subnormales de izquierda (PSOE-Podemos-IU) le concede a Mas & Company lo que en realidad quiere, que no es otra cosa que un pacto fiscal a la vasca desde el que seguir parasitando a la muy gilipollas España como viene haciendo desde, como se ha dicho, el siglo XIX. Quién se quiera enterar, que estudie.
Termino polemizando aún más y diciendo que lo de Catalonia con España es para mear y no echar gota, porque ni siquiera Franco tuvo los cojones de abandonar a una puta región siempre quejicosa y exigente y mandarla a tomar por culo. Catalonia, desde Franco, ha recibido del Estado todo tipo de inversiones industriales y estratégicas, con la imbécil idea de que si les tratabas como a una puta de lujo se iban a volver españolistas.
Craso error. Sucede todo lo contrario, toda la prosperidad derivada de las inversiones mencionadas solo sirve para inflar aún más un ego nacionalista que, por otro lado, era prácticamente inexistente en la Catalonia de los 80. Pero como en España somos así de gilipollas, en Madrit crearon una ley electoral que a la larga permitía a las élites nacionalistas practicar la ingeniería social.
Y lo han hecho tan de puta madre, que el resultado se puede ver en las imágenes de los últimos días. Congratulations.
Así, mientras los catalanes del Rosellón se comen una mierda como un piano con su cultura, sus valors y su puta madre, porque en Francia tonterías las justas, aquí tenemos un cacho de 7 millones de habitantes perdido sin remedio. Lo de Escocia, por si alguien lo menta, es cosa distinta. Y lo comprenderá todo el que haya tratado con ingleses. Esos son canela fina.
Dicho lo cual, salgo en breve a ponerme hasta el culo de hidratos, vino y postre. Porque, como digo, por aquí no estamos construyendo naciones, imperios, ni nada, y esta todo mucho más relajao. Desearía suerte a los catalanes con su nuevo Reich, pero no la necesitan: no han podido elegir un enemigo más débil, acomplejado, corrupto e imbécil.