Texas, deja de pensar en ti y en tu polla, piensa con la cabeza y razona por un momento.
Esa tía va de casa en casa y ya te ha dicho que en ninguna se puede pasar más de una o dos noches. Blanco y en botella. Y si la tía está buena es que eres tonto si no lo quieres ver.
Ella pide asilo. El pringado de turno se monta la película que tú te estás montando: "esta tía, en mi casa, de noche, eso es sexo porque mi cabeza no concibe otra cosa, ni falta que hace". Una vez allí, ella lamenta el malentendido pero ahí no pasa nada. Segunda noche, sigue sin pasar nada, después de rogar mil veces, algún chantaje, malas caras ya, incomodidad suprema. A la mañana siguiente o le echan o se va ella porque no hay quien duerma con un tío de pie junto a la cama con la chorra fuera.
Y vuelta a empezar.
¿De verdad piensas, con lo arrastrados y muertos de hambre que son casi todos los que se hacen llamar hombres en este siglo que nos toca vivir, que si esta tía follase a cambio de asilo, iba a faltarle techo y desayuno en la cama? Vamos hombre, cuéntame otro chiste que este no llega ni al nivel del general.
Otra cosa es que tú seas medianamente atractivo y que sepas jugar tus cartas, dejando que se quede sin intentar absolutamente nada, haciéndole un poco lo que vienen siendo los créditos de Pretiguoman, y ella se enamore del bienestar y quiera conquistar a quien se lo provee con sexo cerdo pero no gratuito.
Tú verás.