Es normalísimo. Las mujeres sufren amenorrea cuando están demasiado bajas de grasa corporal, el cuerpo hace kill-9 a las funciones prescindibles como la coyunta.
Voy adelantando trabajo esperando a las instrucciones de mañana hablando de los electrolitos y más concretamente de su balance: los más importantes son el calcio, el magnesio, el sodio y el potasio. Son iones que regulan el equilibrio eléctrico del cuerpo, que busca siempre la homeostasis manteniendo la correcta proporción entre ellos mediante complejos procesos endocrinos. El calcio y el magnesio son muy importantes entre otras cosas para la contracción muscular, y el sodio y el potasio se encargan sobre todo de mantener hidratadas las células mediante un equilibrio de cargas: el potasio mantiene el agua dentro del citoplasma mientras que el sodio la retiene en el exterior de la pared celular. Es un poco más complicado que eso, pero para ilustrar el tema nos vale la simplicidad.
La aldosterona es una de las hormonas que regula el equilibrio del sodio en el organismo. Básicamente cuando detecta que los niveles de sodio son muy bajos la secreción de aldosterona aumenta, por lo que la captación de sodio es más efectiva. Ahora pensemos en la estrategia detrás de lo que he hecho: después de meses sin incluirlo en la dieta más que en trazas, la aldosterona está por las nubes y de repente empezamos a añadir sodio a discreción. El cuerpo es muy receptivo y empieza a retener sodio, y con él agua (si no me equivoco dos cucharadas, o lo que es lo mismo, 10 gramos de sodio retienen lo equivalente a aproximadamente 1 L de agua). Pero como doblamos el consumo de agua las hormonas que regulan la excreción de fluidos hacen que la que no es fijada por el sodio entre casi tal y como sale. La pregunta es por qué cargar el sodio no hace que retengamos esa agua extracelularmente como el sentido común indicaría, según mi preparador
It's magic x2. Parece ser que en un estado de depleción total y siempre y cuando no se haya tocado el potasio el agua tenderá SIEMPRE a reabastecer la masa muscular antes que la capa subcutánea, aunque la proporción de sodio y potasio aumente en favor del sodio de golpe. Lógicamente esto sólo dura unos días, en cuanto vuelves a estar lleno de sodio y agua adivinad adónde irá toda esa agua. Y es por eso que no hay que estar demasiados días añadiendo sal y que mañana ya se empieza a restringir el agua. Es un poco contrario a lo que a priori se podría razonar y podría haber salido muy mal, pero ha salido perfecto.
Ahora os presento los fármacos más peligrosos, baratos y menos regulados que podéis encontrar en una farmacia sin prescripción médica:
Esto es furosemida, un diurético ridículamente potente que muchos ancianos usan para controlar la tensión arterial. Es un diurético de asa, lo que significa que actua sobre el asa de Henle impidiendo la reabsorción de minerales al ser excretados por los riñones. Eso significa que te vacía completamente de minerales, tanto sodio (lo que se busca en la última etapa) como de calcio, potasio, magnesio y cualquier otro que se os ocurra. Mal administrado no sólo significa que puedes salir plano como una tabla de planchar, porque saca agua tanto extracelular como intracelular, sino que puedes morir. Como he comentado antes en un estado de deshidratación severa el cuerpo tiende a favorecer el rellenado del precioso músculo esqueletal en lugar del poco valioso músculo liso que forma las paredes del miocardio, (quién cojones diseñó este sistema?), con lo que se puede llegar al paro cardíaco fulminante. Otras consecuencias loleantes incluyen ceguera temporal, mareos, por supuesto calambres musculares tan intensos que te dejen paralizado, etc.
Esto es espinorolactona, un diurético ahorrador de potasio. Realmente es un esteroide pero no exhibe propiedades anabólicas. Es menos potente y peligroso, no actúa depletando el cuerpo de minerales e impidiendo su reabsorción sino bloqueando la aldosterona actuando como su antagonista, por lo que mengua la absorción de sodio y con ello la retención de líquido. Al ser un esteroide tiene la consecuencia loleante de que compite con algunos otros esteroides por los receptores de andrógenos, convirtiéndolos en menos efectivos/inservibles dependiendo de la afinidad que tengan con el receptor. Por ese mismo motivo también es usado en algunas terapias para contrarestar el androgenismo con rasgos físicos muy masculinizantes.
Por último, esto es insulina asparto. Es la variedad más rápida de insulina que existe, esto significa que en menos de 15 minutos de administrarla se genera una hipoglucemia (o se corrige una hiperglicemia severa, si eres diabético). Esto la convierte en más fácil de predecir y de manipular que las otras variedades, pero también significa que si no la usas correctamente puedes entrar en coma hipoglucémico y morir.
¿Cómo interactuán estos tres y qué uso tienen en una preparación?
La furosemida es el diurético que se debería usar, MUY CONSERVADORAMENTE, si es imprescindible en el último día y quizás la mañana del campeonato para acabar de sacar un poco de líquido. Lo mejor es poder prescindir de él para no arriesgarse a estropear la carga y salir demasiado plano (el glucógeno necesita agua para ser almacenado intramuscularmente).
Lógicamente si se usa hay que conservar de algún modo el potasio para mantener el agua intramuscular todo lo posible, y el calcio y el magnesio para prevenir calambres.
Realmente esto se debería hacer siempre que se corta el agua (no todo el mundo la corta) se use diurético o no, porque quieras que no deshidratando siempre vas a perder potasio, pero con mucha más razón usando un diurético no conservador de potasio. Sería un suicidio no hacerlo (y, otra vez, no todo el mundo lo hace).
La espinorolactona no tiene ningún uso en una preparación, en mi humilde opinión. Es demasiado lenta, poco potente, con efectos demasiado difíciles de predecir a largo plazo, y se debe usar durante demasiados días. No creo que pueda corregir nada y al contrario, puede estropear un trabajo de meses. ¿Por qué la tengo a mano? Porque como ya comenté, no quiero ganar 8 kg de agua después de competir. Aunque es temporal y se corrige en pocos días por sí solo, no es una situación agradable ni buena a nivel renal. Es una de esas situaciones que comenté en las que usar un fármaco puede ser más saludable que no usarlo. Entonces el plan es usarla durante los 4-5 días posteriores a competir para corregir el edema, a la vez que aprovecho el rebote post-competición (con una dieta adecuada, no sólo a base de comer guarradas) para subir kg. Después de competir es uno de los mejores momentos para añadir masa magra.
Estos no son los únicos diuréticos que hay, los hay de segunda generación, diazidas, combinados, pero no estoy familiarizado con ellos y no tengo ni idea de cómo se utilizan ni que diferencias hay con estos dos a nivel práctico.
La insulina tampoco tiene cabida en una preparación, a no ser que la hayas usado durante todo el año/sepas muy bien lo que haces. Simplemente es demasiado peligroso arriesgarse a usarla en un ambiente de restricción de carbohidratos (aunque hay gente que lo hace para forzar cetosis, de todo tiene que haber), además que dificulta la pérdida de grasa. Ahora bien, puede ser interesante de usar muy puntualmente durante la carga, para lograr una supercompensación de glucógeno todavía más efectiva. Además, la insulina favorece la producción de óxido nítrico como pocas otras cosas, por lo que la vascularidad incrementa. De todos modos la insulina favorece la liberación de aldosterona y con ello la retención de líquido, por lo que usarla incorrectamente puede ser como lanzar piedros sobre el propio tejado.
De momento aún no tengo ni idea de cómo lo haremos.
Si hay alguna frase que no tenga puto sentido perdonad, lo he escrito de una sentada y estoy que no estoy.