Acabo de llegar a mi truñcueva.
A la tía la he mandado para casa, y con cara de circunstancia, me ha preguntado:
"Pero vamos a ver, truño, ¿yo te gusto?"
Le he dicho que está muy bien y que es un pibón, que claro que me gusta, pero que no hay química y que no quiero nada más allá de una amistad.
Y es verdad, la tía es la hostia, pero veo que pertenece a un mundo muy distinto al mío, no sé, noto que es una jodida cateta ignorante que no tiene ni puta idea de nada. Le digo "vaya se está montando en Israel" y me mira con cara de bovino "¿el qué?"
He quedado con ella esta tarde. Vaya lío tengo.
Con tres pitos corto mus.