Si esto ya está inventado, mens sana in corpore sano que dijo uno...
Y es muy lícito sacar bíceps o enseñar escote para follar por ahí rapidamente, y leer sobre metafísica o disfrutar de una opera en tu casa, solito. En esta sociedad no todo se puede ir compartiendo, y curiosamente, el cuerpo y el sexo se le muestra a cualquiera, pero ciertas inclinaciones o inquietudes, mejor guardarlas para uno mismo, o para ciertos allegados.
Y es que, por muy culto y realizado que se sea, a nadie le amarga un dulce, y a todos nos gusta disfrutar de vez en cuando de un cuerpo diez junto a nosotros. Yo, si puedo utilizar mi cuerpo para darme el gusto una noche con alguna lagarta, lo hago, y no la hablo de literatura o cine, sino que me tomo unos chupitos y la meto mano, que más quiere no te jode.
Ahora bien, cuando doy con una con la que puedo compartir una buena conversación, curiosamente también suelo querer terminar en algo más carnal, pese a que esta no tenga las tetas firmes y el culito respingón de la anterior. La que tiene algo en la cabeza, se lleva todo el premio, la que sólo tiene físico (no diré belleza, para mí la belleza va más allá de lo físico) se lleva lo que ofrece.