Voy a pedir un favor a los hermanos foreros. Cuando empiece a contar una historia y la deje a medias, por favor, al que le interese que la siga contando que me avise, porque se me va la olla cosa fina de la China y luego no cumplo. No es pasotismo, es que con tanto porro y demás voy camino del alzheimer que me la pego, pero me la suda, ustedecs simplemente avísenme en ese caso, fale?
Bien, iba por cuando nos metimos en la cabina. Como ya dije cuando lo conté por primera vez, la colega se despelota sin mediar palabra, como diciendo "venga, vamos del tirón, no vaya a ser que me arrepienta". Se la mamó a cuatro tíos, cinco si me contamos a mi, nada mal para una recién divorciada que buscaba ante todo enterrar los recuerdos de su ex y pasar página a toda velocidad para embarcarse en una nueva vida, lejos del dolor que supone la ruptura tras años y años de relación. Encima, según me contó, había sido el único hombre en su vida excluyendo los dos o tres que se había tirado tras el divorcio. La situación era mucho más excitante que la práctica del bujero de la gloria en sí. Treintañera recién divorciada que no estaba nada mal físicamente, mujer de solo un hombre totalmente ajena a este mundillo de depravados y viciosos, y precisamente en ese instante rodeada de ellos preparada para mamarles la polla sin saber ni cómo se llamaban ni haberles visto la cara.
Como no iba a conocer de ellos más que su polla tiesa y venosa, se me ocurrió que, cuando metiesen el nabo por el bujero, ella les haría dos preguntas: La primera sería preguntarles por su edad y la segunda si estaban casados o tenían pareja. Estos datos hacían que yo me pusiese como las motos, porque según lo que contestase el participante, yo me imaginaría a su mujer en casa contando con que su maridito está con unos amigos viendo el fumbol o trabajando, si tenían hijos mucho mejor, más morbo, era como imaginarme diciéndole a los niños: "Mirad a vuestro puto padre, tan modélico como parece y está en la cabina de un sex chop metiendo la polla a través de una pared para que una guarra se la chupe. Seguro que tanto a vuestra madre como a vosotros os encanta saberlo".
Asín fue el momentazo tío por tío:
Tío 1: No supimos ni su edad ni su estado civil, porque la idea se me ocurrió cuando éste le soltó una buena plasta en la boca que ella arrojó al suelo con asco.
Tío 2: Qué edad tienes? 41. Estás casado? Sí (bingo!) y empieza a chupar. Éste no gemía, lo cual no me gusta, porque parece como que no le está gustando o que la guarra chupa mal, lo suyo es que el tío en cuestión se comporte como el primero, que no paraba de soltar gemidos y onomatopeyas. De vez en cuando se le escuchaba decir "Zorra!" o "joder, que guarra!", cada vez que lo decía a ella le entraba la risa floja y se tenía que sacar la polla de la boca durante unos segundos, a lo que el tío reaccionaba reprochando con un "sigue puta!" De repente empieza a dar alaridos repitiendo en bucle la siguiente advertencia: "Me cooorrooooo"; a ella le dio tiempo de apartarse y la lefa ni siquiera le rozó, cayó borbotón tras borbotón al suelo sin salpicar para nada. Cuando ya no quedaba una gota que derramar el tío siguió vociferando que se corría durante unos segundos, detalle con el cual me descojoné. Ella, con una expresión en la cara mitad de no creerse lo que estaba haciendo mitad de excitación, convocó al siguiente y abrió ella solita la portezuela de la otra pared de la cabina.
Tío 3: Qué edad tienes? 58 (me mira con los ojos como platos y me dice sin emitir sonido que es muy viejo). Estás casado? Casado y con dos hijos fue su respuesta; eso me puso el heart a mil. A chupar...
Me puedes chupar los huevos? Preguntó él hombre, al contestar ella que sí, colocó la bolsa escrotal en el bujero y ella se dedicó a darle lametazos como si fuera un polo de limón. De repente el menda retira sus pelotas del bujero como si le hubieran arrimado una cerilla, mete el carajo, ella lo agarra para ir a chuparlo y zas!! El primer chorretazo en todo el pelo, ella suelta un "aggggghh, el pelooooo", pero el gesto de desaprobación en seguida desapareció cuando tres latigazos más le dejaron la cara y las tetas embadurnadas de sabo. Suerte que no le endiñó en un ojo, porque los chorros eran potentes y la lefa espesa que te cagas; vamos, que el nota llevaría sin correrse lo más grande en su matrimonio descafeinado hasta lo inadmisible.
Tío 4: Qué edad tienes? 27 (gesto de aprobación levantando el pulgar derecho y sonriendo al ser un veinteañero). Estás casado? No, pero tengo novia. Pleno. Todos engañando a su pareja y alguno con hijos, genial. Y como no podía ser de otro modo, el último era el que llevaba consigo casi todo el LOL de la tarde.
Mi golfa se la empieza a mamar, toda pringada de corrida de los otros tres cerdos, y el chaval va y dice: "No me puedo correr, porque luego he quedado con mi novia y tengo que cumplir"; ella y yo nos reímos y le dijimos que no se preocupase, que a su bola, pero al mismo tiempo yo le dije a ella al oído que se empleara a fondo y que le sacase todos los calostros al pobre insensato. Eso hizo, y él, cada vez que sentía que se corría por la pata abajo retiraba el nabo del bujero corriendo, pero lo volvía a meter. No quería defraudar a su novia ofreciéndole su ración de lefa pero tampoco podía resistirse a seguir metiéndola en la boca de una asquerosa que se la estaba chupando por la cara.
Pasados unos minutos se le oye espetar: "Noooo, noooo, joder, AAAAHHHHHH". Ella se la sacó de la boca, y ya con toda la soltura del mundo, apuntó a las tetas y allí se vació el pobre infeliz al mismo tiempo entre agradecimientos y reproches a sí mismo por no haberse podido controlar.
Pasamos unos minutos más dentro de la cabina mientras ella se limpiaba cual gato con los trozos cuadrados de papel que el dispensador de las cabinas ofrece a los pajilleros, luego se vistió y salimos de allí despidiéndonos del señor del mostrador y fuimos a tomarnos otra birra para comentar la jugada.
En esa conversación intenté convencerla para hacer un bukkake tirando de contactos de páginas güeb donde se anuncia lo mejor de cada casa, pero eso ya le pareció demasiado y me dijo que ni de coña. Seguramente pensó en alejarse de mi cuanto antes, porque si no, iba a acabar como 250 sombras de Grey por lo menos, e hizo lo correcto.
A día de hoy sigo como alma en pena, buscando una golfa lo suficientemente atrevida para volver a visitar el glory hole, pero resulta más difícil que encontrar en santo grial. La protagonista de esta historia se fue a la isla de Rafa Nadal, como ya dije, y nunca mais volví a verla. La experiencia fue inolvidable para mi, de estas que recuerdas en el rincón infecto y forero de muerte cuando la parca venga a visitarme, como cantaba Sabina.
Ah, sí, la foto:
Frikazo
Clásico
Freak
Veterano
