Una vez, bajé el domindo a TEsco a comprar una botella de leche de media pinta, y cuando me acercaba a la caja a pagar mis 49 centavos, un nicra uniformado me enpujó y me gritó que le enseñe lo que llevaba en la bolsa. Todo muy violento y desagradable.
Del pollo que le monté allí estuve más de una hora pidiendo que venga el encargado del supermercado y que me digan el nombre del negro ese, y que si no llamaban ellos a la policía, los llamaría yo.
Al final al segurata le obligaron a pedirme disculpas en público, a lo que yo le respondí "Say again?" El pobre tipo se volvió a disculpar, y entonces le dije "Gooood boooy".
Creo que lo echaron, porque durante esa semana volví todos los días a ver si estaba mi amigo, pero nunca lo volví a ver.