La cosa no daba más de sí. En la ida se vio superioridad, pero hoy ya ha sido un clamor. No hemos tenido opciones nunca. Han ganado todos los duelos, han hecho una presión los 90 minutos asfixiante y es que no hemos pisado los tres cuartos prácticamente nunca.
Llevaban tres marchas más. Robaban y salían en tromba, mientras nosotros arrastrábamos nuestros pesados culos detrás de los blues. No sé si es forma física, que hay mucho jugador mayor en la plantilla, o todo un poco. Los jugadores del Chelsea no es que sean deslumbrantes uno por uno, pero sí son un grupo solvente. Kanté, Bridge o Pulisic son buenísimos jugadores, pero no megaestrellas. Sin embargo en una forma física superior y ejecutando buenas contras están muy por encima de nuestras posibilidades actuales.
Ha pasado como ayer en baloncesto. La plantilla es la que es, y no nos da para dar la campanada. Se ha competido hasta el final, se ha llegado muy lejos, pero ese punto top, de competir tanto como el que más, ya no lo tenemos. Tocará una renovación el algunos puestos, y quizá una preparación física diferente, porque ya no estamos en la superélite de este deporte.
A ver si al menos la Liga cae con un poco de suerte.